Capítulo 14

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Dalia no podía creer el día en el que le otorgaron su salida de rehabilitación. San Valentín, no iba a negar que era de sus festividades favoritas. En realidad amaba todo lo que se festejará solo por el hecho de que por un día el mundo se unía en una misma ideología o al menos una gran cantidad de personas. El lado bueno era que todos estarían demasiado preocupados por los regalos a sus parejas, amigas o a alguien en especial que no le prestarían atención.

Se sentía diferente, un poco más abierta a convivir con los demás. Los pasillos del colegio estaban adornados con corazones, dedicatorias dejadas en el famoso muro de las declaraciones y todo aquello que el colegio llevaba acabo en ese día. Era como un festival luego de algunas clases.

—¿Es una broma? —dijo Froy frente a ella —¡Estás aquí! —grito mientras corría a abrazarla

— Aquí estoy — dijo mientras sonreía y trataba de no asfixiarse entre los brazos del chico

—Supongo no te ha visto a Grettell —susurro —Creo que querrá matarte —hizo una mueca

—Ya se —rió —Deberíamos ir a verla —dijo mientras se detenía en su casillero a guardar sus libros

Apresuraron sus pasos para llegar al salón de clases en donde se encontraron con Grettell y Lorena quienes al momento de verla saltaron sobre ella llamando la atención de toda el aula.

Las tres horas de clases antes del festival pasaron, Grettell inundó de preguntas a Dalia sobre por que no aviso, pues los había dejado sumamente preocupados. Ahora estaban sentados en una mesa de la cafetería, todos convivían contando anécdotas y evitando tocar el tema de la rehabilitación de Dalia, al menos no tocarlo más de lo que Grettell ya lo había hecho.

—No se como me siento al respecto de que Dalia Solari nos este prestando toda su atención —dijo Lorena divertida —Por primera vez no estás leyendo algo o simplemente ignorando todo a tu alrededor

—Si, bueno es mejor que se acostumbren —sonrió la pelirroja mientras buscaba por todo el lugar

—No está aquí —dijo Froy mientras sonreía burlón

—¿Qué? —dijo Dalia con el ceño fruncido

—Lorenzo, no vino hoy, probablemente este con su nueva novia Olivia —se encogió de hombros a lo que Grettell y Lorena lo golpearon al mismo tiempo —¡Auch! —se quejo

—¿Novia? —dijo la pelirroja sin poder disimular su disgusto —¿Quién demonios es Olivia?, ¿En que grado va?

—No son novios —dijo Grettell

—Al menos no algo formal —agregó Lorena

Rodeó los ojos. —Como sea, Olivia es nueva en el pueblo, por cierto es tu vecina, es bastante agradable —terminó de contar la pelinegra mientras le daba un sorbo a su popote.

—Maldita sea —dijo Dalia —¿Se apareció Timothee Chalamet en mi ausencia también? —gruñó

—Detecto celos por aquí —canturreo Lorena

—No estoy enojada —sonrió la pelirroja —Me parece perfecto que haya otra chica en mi vecindario, solo estoy algo triste de haberme ido tres meses —suspiro. Lo cual era cierto, al menos un poco de ello.

Después de unos minutos entro Roma a lado de Lorenzo y su nueva amiga Olivia. Los tres reían como si alguno fuera un gran comediante, se veían perfectamente felices, como si la ausencia de la pelirroja no hubiera dañado ni un poco a los hermanos Dawson. Tal vez era toda la energía que estaba gastando en observarlos pero parecía que daban la caminata de su vida, todos se veían impecables y la famosa Olivia, era tan atractiva. Sus dientes alineados de manera perfecta, sus labios gruesos y de color rosa, sus piernas largas y su cintura pequeña. Era todo por lo que Dalia había luchado tanto al grado de hacerse daño. Pero no la veía como el enemigo, al contrario quería ser su amiga, aunque le causará cierta incomodidad. Solo necesitaba conocerla bien. Roma se percató de la presencia de Dalia y corrió a verla.

—¡Daaaal! —grito llena de emoción a abrazarla

—Hola —dijo correspondiendo el abrazo

—Lena a quedado calva —dijo al separarse a lo que Dalia la miró confusa —Le hice una broma por todo lo que te hizo y quedo calva —dijo orgullosa

—No era necesario —rió —Pero gracias

—Dale Roma, no seas encajosa —dijo Lorenzo detrás con Olivia sujetando su brazo como si no pudiese ser independiente

Todo se torno incómodo, él esperaba que Dalia se levantará a abrazarlo y a explicar su ausencia o mínimo a decirle lo mucho que lo había extrañado pero eso no sucedió. Tal vez hubiera ocurrido de no ser a Olivia que observaba a todos de una manera que nadie podía describir, no era desagradable pero tampoco agradable.

—Que bueno verte Dal —decidió hablar el pelinegro

—Lo mismo digo Lorenzo —sonrió mientras lo veía directo a los ojos

—Soy Olivia —se presento la rubia por fin soltando el brazo del chico

—Genial, soy Dalia —sonrió sin apartar la mirada de Lorenzo

—Haré una fiesta en mi casa hoy, por San Valentín obvio —rió —Están invitados —sonrió

—En realidad —dijo Grettell mientras se subía en la mesa — ¡Chicos! —grito para llamar la atención de todos ahí —Como todos los años se llevara acabo el baile de San Valentín en el salón de fiestas de mis padres, recuerden que este año la temática son parejas famosas de películas o shows de tv, pueden ir con pareja o sin ella en realidad no importa, puede ser algún amigo o su nemesis incluso—rió —Lleven todos sus ánimos, ¡Yujuu! —grito al final para que todos comenzarán a chiflar y aplaudir. Grettell siendo Grettell, jamás intenten quitarle la atención del lugar, lo adora.

—Es una tradición, lo lamento —susurro viendo a Olivia mientras bajaba de la mesa

Dalia aprovecho para meterse su hot dog a la boca, Froy miraba sorprendido la escena y Lorena hablaba con Roma tratando de ignorar la situación.

—Por supuesto, solo... No me habían informado de un evento tan importante, si es que lo es —atacó a lo que todos observaban atentos.

—Solo se enteran personas importantes con anticipación —sonrió Grettell

Lorenzo incómodo se llevo a Olivia a otra mesa, mientras que Roma se despedía para ir con ellos. Todos los que quedaron miraban a Grettell con cara de "What the fuck?".

—¿Qué? —preguntó con una mueca la chica

—Dijiste que era una persona agradable —la miro Dalia confusa

—Por eso mismo se que no lo es, duh —explicó pero todos seguían con el mismo rostro de confusión —No me junto con nadie que simule ser agradable con todos ¿Saben?, esa típica persona que quiere quedar bien con todos —hizo una mueca —Los detesto

—Creo lo entiendo —dijo Froy

—He tenido un bajón —hablo Dalia de repente a lo que toda la atención fue hacia ella —Chicos, ¿Me podrían traer una soda?, por favor —pidió a lo que Froy se ofreció dejando a las chicas solas.

—¿De qué se disfrazaran esta noche? —preguntó emocionada Lorena

—Es una sorpresa —sonrió Grettell —Daniel y yo lo hemos decidido desde hace un mes

—Froy y yo iremos como Harry Potter y Hermione Granger —dijo emocionada Lorena

—Chicas, yo no se si iré —suspiro

—Debes ir, dijiste que te unirías más —advirtió Grettell

—No tengo pareja, ni algún otro amigo, ni siquiera un disfraz —bufo

—No lo necesitas cariño —sonrió Grettell —Serás la única que podrá entrar sin su dúo, puedes ser un hada, molan bastante —dijo emocionada

—Esta bien, pero me acompañaras por el disfraz saliendo —dijo convencida Dalia

—A tus ordenes mi pelirroja guapa —sonrió

—Yo igual voy, no me invitaron pero me uno —dijo Lorena

—Genial, igual llevaremos a Froy —sonrieron las tres

Las cosas siempre habían sido así, Grettell, Dalia, Lorena y Froy, funcionaban así pero ahora todo era distinto, mejor, con más fuerza pues Dalia realmente estaba presente. Aunque el notable cambio de Lorenzo hacia ella le dolía, lo entendía aunque sea un poco.

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