Capítulo 15

27 5 0
                                    

Dramas. Llantos.

¿Quién fue?

La fiesta de Grettell se había salido de control, eran las tres de la mañana, algunos reían, otros simplemente huyeron. Había sido una broma de mal gusto, de eso estaba segura Grettell. Solo había una sola sospechosa, Olivia. Para que entiendan mejor les explicaré.

Eran las siete de la noche, todos habían comenzado a llegar a la fiesta. Grettell y Daniel lucían como Blair Waldorf y Chuck Bass en la estación de tren de Francia. Lorena y Froy eran el mago especial y la muggle de una de las sagas más famosas de hollywood. Y ahí estaba Dalia, perfectamente maquillada con un traje de hada como el de Bloom en las winx. Todos se sentían poderosos con sus disfraces, parecía halloween aunque solo querían un pretexto para disfrazarse.

—Esto es increíble Grett —dijo Froy con una botella de vodka en sus manos

—Son las siete apenas Froy, no te excedas, ¿Si? —dijo Dalia mientras apretaba su hombro. Sabía perfectamente que el comportamiento de su amigo se debía a sus problemas en casa, tres meses habían servido para ella y para que Lorenzo consiguiera novia o amiga pero Froy seguía igual de hundido que cuando Dalia se fue.

—Vamos a emborracharnos hoy —dijo divertida Lorena

—Yo paso —sonrió Dalia —Beberé poco, aún debo tener cuidado con lo que consumo —explicó

La música inundaba todo el lugar, una increíble cantidad de adolescentes bailaba al ritmo de la música luciendo espectaculares, aprovechando sus mejores años. Dieron las diez de la noche, la mayoría comenzaba a sentir las copas encima, Dalia solo bailaba mientras se sentía afortunada y agradecida. Lorenzo entro por la puerta principal acompañado de Olivia, ambos disfrazados en pareja. Él era un ángel y ella una diablita. Estaba algo trillado pero se veían bien.

En el momento que Dalia los observó sintió una especia de molestia ¿Celos? Probablemente lo eran. Ella había planeado disfrazarse con él de Laurie y Joe, creyó que sería divertido y simbólico puesto a que así fortalecieron su amistad, viendo películas en el estacionamiento del centro comercial.

Trato de evitarlos a toda costa, el lugar era bastante espacioso como para no toparse ni en el baño. Todo siguió marchando tan bien, cada quien estaba por su lado, disfrutando de la música, el ambiente y la compañía de sus amigos.

—Iré al baño —aviso Dalia a Lorena a lo que esta asintió

Camino entre toda la gente hasta llegar a un largo pasillo vacío que había arriba. Veía casi imposible llegar al baño, era muy largo y sus ganas eran demasiadas así que comenzo a caminar rápido. Hasta que vio salir a lo lejos a Lorenzo ajustándose el pantalón con Olivia detrás acomodándose la falda. Sintió como algo dentro de ella se rompía, era extraño, jamás había sentido eso. ¿Corazón roto?, era imposible que fuese eso, ella no tenía ningún tipo de conexión con ese sopenco. Olivia siguió su camino por el lado contrario mientras que Lorenzo caminaba por el enorme pasillo que transitaba Dalia, enseguida comenzo a sentir su corazón acelerado no quería verlo.

—¡Hey Dal! —saludo el chico en cuanto la vio pero ella no respondió se notaba que estaba demasiado ebrio como para enfrentarlo —¿Por qué me ignoras?, ¿Te irás de nuevo? —dijo mientras paraba en seco frente a ella

—Lorenzo en estos momentos no quiero hablar contigo —dijo tratando de disimular la tristeza en su voz

—Me sentí desechado —comenzó a reprochar —Igual que cuando mi padre se fue —soltó amargo

—Déjame pasar, por favor —suplico pues la cercanía de este se había acortado demasiado

—¿No soy tan importante para ti como Froy? —pregunto mientras se mantenía parado frente a ella, rompiendo su espacio personal

—¡No jodas! —grito la pelirroja molesta —No me vengas a chantajear con tus problemas paternales —bufo a lo que este la miro con los ojos abiertos. Era bastante cierto que se solía encerrar en sus propios problemas, teniéndose lástima cada día, cada hora, cada minuto pero nadie lo había enfrentado. —No es como que yo hubiera decidido irme, ¿Tienes idea por lo que pase? Por supuesto que no, pero claro te crees con el derecho de reclamarme, no te costo ni tres meses encontrar a otra persona para sostenerte por que eso haces, esperas que alguien te tenga tanta lastima como te la tienes tu, haces cosas que nadie te ha pedido esperando lo mismo pero ¡Abre los ojos! —grito —No siempre te lo agradeceran, coño Lorenzo fuiste la primera persona a excepción de Grettell con la que me abrí y ¿Me ves haciéndome la víctima por que te dio totalmente igual? Claro que no, por que tu no me lo pediste —soltó algo furiosa

El pelinegro se quedo ahí, duro como roca frente a ella mirándola con ¿Odio? Tal vez era más rencor.

—Ahora si me perdonas necesito ir al sanitario —dijo mientras trataba de zafarse de su cuerpo

—Solo quería que dijeras que me extrañaste —susurro acercándose más a su rostro —Quería pensar que era especial para ti —acarició su mejilla —Me la pase casi tres meses yendo a tu casa con la esperanza de que salieras, justo ahí conocí a Olivia, creí que no volverías, que te habías ido con tu padre —hablo casi encima de sus labios

—Esperaste tan poco —dijo Dalia tratando de mantenerse firme

—Estar lejos de ti me dejo claras tantas cosas —susurro —Dejo claro que el cariño que siento hacia ti no es propio de una amistad —dijo para luego romper la poca distancia entre los dos y besarla.

Quizas creyó que estaban en el mismo canal pero estaba equivocado. Dalia lo empujó con desagrado, mirándolo confusa.

—¿Acaso crees que te puedes andar besando y acostando a cualquier chica solo por que te sientes vacío? —lo miro enojada —Te acabo de ver saliendo del baño con Olivia, solo siento asco por ti ahora —dijo asqueada

—Dalia pero siempre has sido tú, no me importa nadie más —dijo desesperado

—Lorenzo, intenta algo más, eso no funcionará —dijo por fin safandose de su agarre y caminando hacia el baño.

Lorenzo quedó ahí, parado y triste. Esperando a que todo se solucionará solo. Viendo como la pelirroja se alejaba. ¿Qué podría hacer? Ella pensaba lo peor de él, y tal vez en parte tenía razón pero igual estaba dejando que los celos activarán ese comportamiento tan a la defensiva que estaba tratando dejar atrás. No iba a permitir que alguien la lastimara.

Compras Nocturnas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora