Capítulo 30

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En el pueblo a comenzado a oler a fresas, moras, durazno, manzana y todos aquellos ingredientes que son necesarios para las tartas.

De nuevo era catorce de noviembre, el año había pasado volando, la vida de Lorenzo y Dalia había dado un giro bastante impredecible, al menos para ellos.

—Lorenzo trae más leche —ordenó la mamá de Dalia mientras preparaba su tarta

—Enseguida —aviso animado

Grace Solari se había convertido en un gran pilar para los hermanos Dawson, los apoyaba y mimaba desde que perdieron a su madre incluso cuando Dalia se marcho.

Nuestra pequeña pelirroja no estaba al tanto de aquello pero tampoco era como que le disgutara tanto.

—¡Accidentada pasando! —grito Louis mientras entraba a la casa con Roma en los brazos

—¡Por dios niña! —dijo Grace asustada —¿Qué te sucedió?

—No fue nad...

—Adivinare —entorno los ojos —¡La carpa de los Collins! —exclamó a lo que Roma asintió

Carcajeo. —Es tradición supongo —dijo divertido Lorenzo

—Fue suficiente —pronunció Grace mientras se quitaba el mandil

—¿Qué harás Grace? —preguntó Roma preocupada —No es para tanto, puedo caminar, Louis es un dramático

—Tu me pediste que te cargará —hizo una mueca

—No te escuchara Roma —aviso Lorenzo mientras terminaba de preparar las tartas —Esto es un rencor de años

Suspiro. —Sí, ya se fue —dijo en cuanto la figura de la pelirroja mayor se perdió

❥︎

Contrario al ambiente familiar y delicioso que había en el pueblo Dalia estaba más estresada que mamá soltera de cinco hijos. Los exámenes la estaban consumiendo, sus exposiciones, lidiar con compañeros y maestros imbéciles era demasiado.

Deseaba que la universidad fuera como en las películas o conseguirse un esposo millonaria o descubrir que en realidad era la hija perdida de una princesa pero obviamente eso jamás pasaría, y es demasiado independiente como para conseguir un esposo millonario.

—¡Hola! —habló Grettell sonriente frente a su puerta

—¿Qué haces acá? —fue lo que logro decir Dalia con un rostro cansado y desarreglado

—Jesucristo —dijo anonada —Tu pelo es un desastre —paso sin que ka hubiera invitado

Suspiro. —Estoy en semana de exámenes Grett

—Yo igual —soltó una risa —Pero su me baño

—Estoy cansada, es el único día en el que puedo dormir bien. Te adoro pero ¿A que venís?

—Deberías de dejar de ver series españolas

—Adoro las series españolas

—Adoras los acentos

—Sí —se encogió de hombros

—Da igual —rodeo los ojos divertida —Hoy es el festival de tartas en el pueblo, jamás nos perdemos uni —sonrió

—Ah, eso —relamio sus labios nerviosa —No iré

—Dalia —pronunció molesta

—Quiero ver a mi madre pero no a...él —hizo mueca

—Iremos

—No

—Sí

—¡No saldre de aquí Moore!

Compras Nocturnas ©Donde viven las historias. Descúbrelo ahora