SERENDIPIA [completa]

CAPITULO 4

NICHOLAS

La alarma de mi habitación comenzó a sonar. Mientras escupía la fecha y el clima de hoy, yo intentaba apagarla para que no despertara a Anastasia. Eran las siete de la mañana cuando baje listo para comenzar mi día.

  -¡Ana! Llegaras tarde a la prepa ¡Apúrate o me voy sin ti!-cogí el termo con café que preparo Claudia mientras mi hermana aparecía en el umbral-Agarra tu termo y ya vámonos.

  -¡Si, capitán!-dijo haciendo el saludo militar-me pasaras a buscar luego ¿a que si?-dijo mientras hacia lo que le ordene.

  -Debo pasar por la empresa por unos documentos, revisar un mail de Walter y luego pasare a recogerte para ir a almorzar con Grant ¿estas de acuerdo?-pregunte salía por la puerta principal.

  -¡Si! Extraño mucho a Grant, desde que fuiste a España no lo veo-dijo mientras corría al Audi R8 negro matte.

  Todos mis asuntos empresariales los manejaba con el modo empresario Nicholas Anderson, el cual incluía este cochazo. No podría andar rondado por todo San Francisco con un traje hecho a medida azul marino, zapatos marrones y un Jeep negro matte.

  Luego de depositar a Anastasia a la preparatoria, me dirigí a la empresa. Siempre que me encontraba en California hacia actos esporádicos de presencia, a mi padre le gustaba que presente una imagen adulta frente a el personal. Una vez que heredada la empresa, los empleados no podrían tener como jefe a un joven piloto de autos de carrera; según mi padre: no me respetarían.

  Tras treinta minutos en la carretera, aparque en mi sitio y tome el elevador hacia la ultima planta. Antes de visitar la oficina de mi padre al final del ala izquierda, me dirigí a la mía; al final del ala derecha. Nunca me gusto que mi despecho estuviera cerca del de mi padre. Podría mantener una relación cordial y aceptar su imposición sobre heredar la empresa, pero nunca me olvidaría del pasado.

  Saludé a mi secretaria con un asentimiento y abrí la puerta de mi despacho. Todo se encontraba de la misma manera que lo había dejado.

  Al ingresar a mi despacho, la primera vista que se visualizaba era un imponente ventanal tras un escritorio negro. Contaba con una mesa redonda al costado derecho para debatir temas necesarios, un sillón color beige al costado izquierdo con una mesa ratona y frente a mi escritorio, en la pared de al lado de la puerta, se encontraban dos grandes marcos negros en forma rectangular.

  En el primer marco, a la derecha, se encontraba una imagen de mi hermana, un poco mas pequeña que el vidrio que la recubría. Bailaba libremente con los brazos abiertos como si recibiera a la vida con gran alegría y una sonrisa enmarcando su pequeña carita, atrás de ella se encontraba el atardecer poniéndose sobre el Golden Gate; Nuestro lugar preferido. El siguiente marco se encontraba vacío ya que hasta la fecha no había capturado ninguna imagen igual de digna que la de Anastasia, confiaba en que el destino haría que la foto que perteneciera a ese marco fuese perfecta.

  Cuando el reloj marco las tres y media, apague mi ordenador Mac, junte los papeles del escritorio que debía llevarme a casa y salí disparado hacia la preparatoria de Anastasia. Durante el día realice todas las tareas que le había contado a mi hermana durante la mañana que debía realizar aquí en la empresa.

  En la reunión con mi padre, me informó que la editorial Diunton le había cancelado una reunión, para la que había preparado un balance, por motivos de una gala de beneficencia; A la debía asistir como representante de esta empresa y famoso piloto que soy, generaría un buen visto para la empresa y para mi. Una vez que acepte presentarme en la gala, mi padre cumplió con el objetivo de la reunión y me invito a desaparecer de su vista ya que le generaba una distracción.