CAPITULO 15

2.7K 154 9
                                    

NICHOLAS


Mientras Amelie se dormia, no pude evitar pensar en todo lo que había sucedido. Ver la impactante imagen de su familia riendo me genero un dolor en el pecho, ella tenia lo que yo no. Luego el agradable recibimiento que tuve, Christian y Victoria fueron muy amables conmigo y eso que no los había visto hace muchos años; y luego saber que mi padre había hablado de Ana ¿A quien más se lo había comentado?, en ese momento solo pude pensar en la bronca que le echaría a mi padre y que Amelie ahora sabia que tenia una hermana.

Cuando estábamos con Henry en nuestra burbuja y ella me sobaba la espalda, estaba feliz. No pensaba en otra cosa mas que en sentimiento agradable que se instalo en mi pecho, y cuando Amelie dejo caer su mano de mi espalda, la había observado con intención de sonreírle pero verla llorar me descoloco. Pude ver rápidamente que toda su familia se encontraba sollozando en silencio, mirándonos con anhelo o sonriendo tristemente.

Cuando comenzaron los gritos, la desaparición de sus padres y la fuerte crisis de Amelie, solo tenia ganas de meterla bajo mis brazos y alejarla de todo; no la estaba pasando bien, quise protegerla. Había visto en sus ojos un dolor profundo, el que solo uno entiende cuando lo pasa; y yo lo pasé. Su hermana y su amiga comenzaron a los grito, solo entendía las partes donde decían que había que inyectarla, pero no me meto hasta que lo escuche claramente: Amelie había sido madre, y su hijo falleció.

Luego de que notara que su respiración se había acompasado, le deposite la cabeza en la almohada y sali dejando la puerta entornada.

-Lo hiciste-dijo Leah nada mas al verme salir. Estaba conmocionada por todo lo que había pasado y sorprendida por mis actos

-Solo la deje a su aire y se calmó-dije yendo a sentarme al sofa mas cercano.

-No, en estos ocho años nunca fue capaz de calmarse sin inyectarla. Tu pudiste hacerlo-dijo sentándose enfrente de mi.

No había nadie en la sala de estar, yo no conteste y ella tampoco volvió a hablar. Nos sumimos en un silencio sepulcral

-Le dijiste Li...-dijo hablando bajo mirando hacia la nada

-¿Qué tiene?-pregunte también bajo y mirando hacia la nada

-No deja que nadie la llame así excepto yo...-respiro hondo- con el tiempo se convenció que yo retaba a quien la llamase así por solo querer ser especial, pero no... Lo hacia porque sabia que ella sentía que era especial ese apodo, y quien tuviera que decirlo debía merecerlo.

-Es la segunda vez que la llamó así, nunca me dijo que no lo hiciera...

-¿Qué le dijiste cuando lo hiciste la primera vez?

-Le pregunte si era madre-dije mientras me revolvía incomodo en le asiento. Leah parpadeo varias veces y me miro

-¿Y cómo reaccionó?-pregunto mientras se abrazaba sus piernas

-Solo mostró indiferencia...-dije levantando los hombros

-Es la primera vez que reacciona asi, solo con que alguien insinué algo, le agarra un episodio

-No quiero que me hables de eso, ella lo hará cuando confíe en mi. Si no lo hizo hasta ahora, por algo será-finalice el tema de conversación

-¿La quieres?-pregunto entonces

-Solo follamos-conteste

-Los follamigos no tienen la conexión que tienen ustedes, uno no se queda en pleno episodio psicológico-dijo posando la mirada sobre mi.

Desvíe la mirada al suelo, pose mis codos sobre mis rodillas. Leah tenia razón, no me hubiera quedado si fuera una chica normal en un bar ¿pero quererla? yo no tenia lugar para querer a una mujer, pero Amelie no era cualquier mujer.

SERENDIPIA [completa]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora