Sweet Innocence (#2 Inn) [Laughing Jack] [Terminada]

Capítulo 16

–Mamá...–Susurró Mary con la voz dañada, haciendo que la criatura volteara por un momento y ella pudo ver como la expresión sádica, y sedienta de venganza, volvía a mostrar el habitual amor maternal que acostumbraba ver en ella.

–Tengo cosas que explicarte, cariño... Pero primero debo ocuparme de algo ¿sí, mi pequeña? –Habló con su habitual tono cariñoso antes de volver a girarse hacia Jill que ya estaba de pie y corría fuera de la cocina, aprovechando la breve distracción de su agresora.

–O-Okay...–

La verdad era que estaba demasiado confundida para replicar de cualquier forma, aunque ahora le parecía entender porque Jack no le daba miedo a pesar de su aspecto aterrador normal.

Alcanzó a ver como la figura del arlequín femenino se abalanzaba sobre su presa con suma rapidez antes de prestar atención a los dedos que todavía sujetaban su garganta y sintió un escalofrío de asco al pensar que se habían quedado allí alrededor de su cuello como una especie de tétrica corbata sangrante.

Rápidamente se quitó la mano cercenada de la garganta, arrojandola lejos y limpiándose las manos en su propia ropa, sin poder quitarse la sensación de repulsión mientras veía como los dedos se retorcían sobre el suelo como si se tratara de las patas de una araña moribunda que luchaba por sobrevivir.

Nada podría quitarle esa imagen de la cabeza.

Luego sí procedió a correr hacia donde se encontraba Jack para ver como estaba, tratando de esquivar la pelea entre ellas dos mientras escuchaba el destrozo detrás de sí. Él parecía estar recuperando la consciencia apenas, pero sangraba y su brazo seguía viéndose mal, ella lo miró preocupada antes de quitarse la camiseta que tenía para intentar frenar el flujo de la sangre.

No tenía idea de que haría si llegaba a necesitar una transfusión si era sincera.

Por suerte tenía otra camiseta debajo de esa, una más pegada al cuerpo, pero, que la cubría perfectamente, aun así.

Cuando él finalmente abrió los ojos, la mirada plateada se dirigió a la suya y Mary no pudo evitar sonreír un poco. Lo mantuvo en el lugar cuando él pareció recordar en que estaba antes de que la chica llegara y pareció alarmado, queriendo levantarse rápidamente y saber que diablos había pasado con la loca de Laughing Jill.

–Tranquilo, ya hay alguien ocupándose de eso –

–¿Qué? ¿De quién hablas? –Insistió en querer levantarse, pero justo en ese momento el escandalo de gruñidos y sonidos de cosas rompiéndose se detuvo.

Probablemente tendrían que buscar una manera de excusar la baranda rota de la escalera.

La mirada de Jack se fijó por sobre el hombro de la chica, logrando ver algo que hizo que sus ojos se abrieran considerablemente a causa de la sorpresa que su expresión denotaba, por lo que Mary volteó sintiendo la sombra gigantesca casi cubriéndolos en el lugar y aunque ella misma estaba por decir algo, él fue quien soltó la respuesta que estaba esperando de forma inconsciente.

–Creí... Hace mucho creí que estabas muerta, Candy Cane –

Y su madre esbozó una sonrisa ante la mención de aquel nombre, que seguramente creía olvidado hace mucho tiempo.

**********

Mary todavía estaba procesando la situación. Habían pasado cerca de dos horas desde lo ocurrido, su madre le había ayudado a poner el brazo de Jack en su lugar, asegurándole que no necesitaba un medico y solo se trataba de que descansara largo y tendido por unas cuantas horas mientras sus heridas, ya vendadas, sanaban. Pero no habían limpiado el desastre en que se había convertido la casa con cosas rotas por doquier y sangre negra que Mary no estaba segura de como explicar, parecía que les habían entrado a robar y había sido una lucha violenta, muy violenta.