Capítulo 18

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Soltó un gemido de dolor mientras avanzaba con dificultad hasta la entrada de aquella vieja cabaña abandonada, se sentía debilitada por la pérdida de sangre y los pies le pesaban, arrastraba la tierra con ellos con cada paso que daba. Cuando había ido hasta la casa de esa mocosa, había creído que sería sencillo, Jack por mucho que la odiara y pudiera lastimarla, nunca llegaría al extremo de matarla a causa de las estúpidas reglas de su hogar, pero no había esperado la sorpresa de que la humana progenitora de esa niña fuera aquel demonio homicida al que no le interesaban las reglas.

Nunca había escuchado de un creepy que procreara con humanos o que decidiera usar ese asqueroso disfraz por tanto tiempo ¿Por qué lo hacía? Ahora tenía sentido el que hubiera desaparecido, había escuchado rumores, pero no creyó que fuera verdad. Entonces... ¿Qué había pasado con su hermano?

Se recargó contra la gastada puerta de madera sintiendo que estaba por perder la consciencia. La falta de su mano no era su única herida, las garras de Candy Cane habían desgarrado varias partes de su cuerpo, incluso atravesándolo, por lo que estaba sangrando por múltiples heridas que sola no podría sanar. Por eso había venido por ayuda, tal vez Moonlight se había ido hace tiempo, desaparecido, pero él seguía allí.

Con la sorpresa de descubrir a Cane vivita y coleando, lo único que había atinado a hacer, fue esforzarse por huir, porque no iba lista para enfrentarse a ella, no estaba lista para enfrentarse a alguien que si iba a matarla sin vacilar.

Respiró lo más hondamente que podía antes de golpear la puerta en la que estaba recargada. En cuanto esta se abrió, Jill sintió como su cuerpo caía pesadamente hacia adelante, siendo atrapada inmediatamente por los brazos cubiertos de Daniel que la miraba con enorme sorpresa al notarla en tal estado lamentable.

–Por Zalgo ¿Qué carajos te pasó? –Se apresuró a adentrarla a la vivienda, casi arrastrándola antes de cargarla bien y llevarla al viejo sofá de la pequeña sala, la dejó recostada allí y fue a cerrar la puerta antes de regresar– ¿Jack hizo esto? –Preguntó con extrañeza mientras buscaba implementos médicos para desinfectar sus heridas.

La mujer negó con la cabeza, apretando los labios por un instante al pensar que le tomaría unos días recuperarse del todo.

–La niña... Su madre no es humana –Trató de explicar, mientras Daniel se acomodaba a su lado prestándole atención– Es una de los Candy –

El chico se detuvo, quedándose mirándola con los ojos bien abiertos, luego sacudió la cabeza y reanudó lo que estaba haciendo, escuchando los quejidos de la pelinegra. Esa nueva información no era conveniente, aunque si la usaba del modo correcto...

–Bueno, eso quiere decir que matar a la mocosa no será tan sencillo ¿verdad? A menos que...–Notó como la mirada de Jill se dirigía hacia él ante esa frase incompleta– A menos que consigas los aliados adecuados para deshacerte del obstáculo –Ella le miró con intriga, la vio apretar los dientes cuando apoyó un algodón con agua alcohol en una herida abierta de su abdomen.

Tendría que coserla para que cerrara bien.

–Creo que puedo contactar a personas de su pasado que seguramente querrán darle un "saludo" –Comentó con algo de malicia que hizo sonreír a Jill– Sé que necesitas para regenerar tu mano, no te preocupes, me encargaré de todo mientras te recuperas, querida Jill, tu caballero de la muerte no te dejará sola.

Si Jack no era feliz con ella, entonces tampoco lo sería con esa mocosa hibrida.

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Mary

Esta vez fui yo la que gritó cuando Jeff piso la mesita caída para impulsarse al saltar sobre nosotras, empujé a Jenna fuera de su alcance y él cayó sobre mí, alzando su cuchillo, pero entonces el extremo de una cadena voló en su dirección y se enredó en la mano que sujetaba el arma, impidiendo que me abriera la garganta en canal.

Sweet Innocence (#2 Inn) [Laughing Jack] [Terminada]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora