Capítulo 16.
-No. Definitivamente no.
La voz autoritaria de Max fue cortante y parecía no permitir una contradicción, eso nos alteró a mí y a Amanda. Estábamos fuera de la fiesta, contra el barandal del barco que navegaba pacíficamente y me demostraba lo tenebroso que podía verse el agua a oscuras en plena noche. Traté de no mirar a mi alrededor y centrar mi rostro en el refunfuñón de mi sugar daddy.
-¿Quieres ese maldito negocio o no? -le espeté, insistente.
-¡Sí, pero no exponiéndote ante pervertidos millonarios! -exclamó, furioso -. Discúlpame por lo que voy a decir, Ada, pero tu hermano Príapo es un imbécil -volvió a darle otra calada al cigarrillo, mientras se movía nervioso, de un lado a otro.
-Ya me he expuesto con un pervertido millonario y no me ha salido nada mal -comenté por lo bajo, mientras le daba un sorbo a mi soda.
Max me fulminó con la mirada.
-¡¿Crees que soy un maldito pervertido, Ada?! -me gritó, consternado.
-Te falto lo millonario -le recordé, rodando los ojos-. Sólo pretendo devolverte el favor con algo tan simple como bailar por unos minutos y listo. Tú ganas el negocio y me ayudas a agradecerte por todo lo que estás haciendo por mí.
-Yo no tengo problema en bailar contra un caño junto a mi compañera de cuarto sexy -soltó Amanda, tratando de no reírse para no enfurecer más a Max -. Sólo verán un par de pechos míos, nada más. No es la gran cosa.
-¿Qué?¡Tú no bailaras, Amanda! Jamás te pediría una cosa así, sólo iré yo -le dije, en tono serio.
Exponerla de esa forma no me lo permitiría jamás.
-¿Saben qué? Mejor me voy a emborrachar -me dijo, molesta.
La tomé del brazo antes de que se adentrara en la fiesta otra vez.
-Si tú viniste conmigo, te quedas conmigo y te iras conmigo -le recalqué.
Amanda se zafó de mi agarre de un empujón y me miró, horrorizada.
-¿Quién demonios te crees?¡No eres mi madre! -me gritó, furiosa -Voy a beber algo en la barra hasta que termines tu show de mierda, quizás con eso se te pase un poco lo sobreprotectora.
-¡Aman...!
Me miró con mala cara y se adentró en la fiesta, sin siquiera escucharme, ignorándome por completo. La vi marcharse, con mi boca abierta y sin saber qué acababa de ocurrir.
Muy mala idea traerla conmigo. Muy mala.
-Es una niña que acaba de salir de la escuela secundaria, Ada ¿qué esperabas? ¿Qué te obedeciera? -se burló Max con una media sonrisa, apoyando los codos contra el barandal y mirando a la distancia -. No te preocupes, no va a estar sola porque traje a uno de mis guardas de seguridad que no le sacara los ojos de encima.
-Tengo miedo que le metan algo en la bebida o que algún extraño se le acerque sin que tu guardia se dé cuenta-le dije, preocupada.
-El mismo sentimiento tengo hacía ti-espetó, cambió su postura y me miró -. Es por eso que deseo largarme de aquí cuanto antes.
-¿Tan temprano?
Max y yo nos volteamos a ver a Príapo, quien se había acercado con dos matones que lo acompañaban con gesto duro y con mirada soberbia.
Un leve escalofrió recorrió mi cuerpo y no sé por qué, en vez de sentir calma, estaba inquieta por la presencia de mi hermano.
-Sí, nos vamos. Gracias, fue una linda fiesta -soltó Max, quien parecía algo molesto por su presencia.
YOU ARE READING
No te enamores de Ada Gray (Libro 1 TRILOGIA EL PECADO DE LOS DIOSES)
RomanceAda Gray decide morir. Se siente una fracasada, está harta de vivir con hambre debido a su miserable empleo con un jefe explotador que la humilla y la tortura psicológicamente. Una noche toca fondo y decide ahorcarse en su habitación, pero su plan s...