Fugitiva [+18]

Capítulo 10

Samantha

Lo bese sin poder controlarme ni contener las ganas, su lengua lame mi labio, no es un beso tierno, es un beso voraz, lleno de deseo. Nos alejamos cuando nos falta la respiración, sin previo aviso me levanta del suelo y envuelvo mis piernas en su cintura, él con sus manos en mi culo y sin darme cuenta me tiene contra el espejo, siento su erección presionada en mi vientre y me muevo un poco para tener algo de fricción. Su boca esta por todo mi cuerpo, camina conmigo aun en su encima, me baja dejándome sentada en una de las máquinas de hacer ejercicio, me quita los tenis, medias, sigue con mi short, hace que me levante un poco para facilitarle un poco la tarea, me quita el top de mi conjunto, quedando expuesta para él, me deja solo con mis bragas negras, la mirada que me da es como la de un animal a punto de obtener a su presa.

Aprovecho ese instante lo jalo de la camisa acercándolo hacia mí, le quito la camisa y me ayuda, bajo de golpe su pantalón y bóxer dejando libre su erección, lo tomo con mi mano lo acerco un poco más a mí, humedezco mis labios, lo miro a los ojos, le sonrió y lo meto de golpe a mi boca, la intromisión repentina me genera arcadas pero las empujo a un lado y sigo saboreándolo, haciendo que suelte un gruñido de placer que solo sirve para prenderme más, lo miro y él está mirando como mi lengua juega libremente con su longitud, se mueve un poco aun sosteniendo mi cabello y empezando las embestidas a mi boca.

- Mierda niña, no sabes lo loco que me tenías – escuchaba los gruñidos, maldiciones y gemidos de Jeff, su falo se endureció un poco más, quiso alejarse, pero se lo impedí – Déjame venirme – me detuve mas no dejé que se alejara.

- No estoy impidiendo que lo hagas – dicho eso seguí con mi trabajo, aumenté la velocidad de mis movimientos y minutos después sentí el líquido caliente en mi boca.

- Joder niña – dijo limpiando la comisura de mi labio con su dedo y lo lamí cuando lo dejó más cerca de mi boca, hecho que hizo que me besara mezclando su sabor en nuestro beso, jaló mis bragas negras haciendo que se escuche un crujido por la fuerza – que me valió mierda y media – en segundos terminó de quitarse su pantalón tenis y medias, buscó en su pantalón la billetera y saco un condón, lo deslizó por su erección, hizo que me levantara para sentarse él – Móntame niña, muéstrame que sabes hacer.

Eso fue lo que hice, me posicioné y me introduje lentamente robándonos gemidos a ambos. La música no dejo de resonar en todo el lugar, no me concentro en ella, pero sé que está sonando.

Sentada con el dentro de mí, sus manos hicieron pequeñas caricias en mi espalda que me hicieron estremecer, pero aun así seguí, chupo y mordió mi pezón derecho mientras y con una de sus manos amasó el izquierdo, muevo mis caderas en círculos asegurándome de tocar todos los puntos que ambos disfrutemos, sus manos viajan a mi trasero aprentándolo. Bajo un poco acercando mi boca a la suya para besarlo mientras seguía subiendo y bajando en él. Me muevo más rápido haciendo que un espasmo llegue a mi cuerpo Jeff se tensa afirmándome que también va a llegar.

- Al tiempo – me dice entre jadeos, complazco su petición y a los pocos minutos los dos llegamos a nuestro orgasmo. Me quedo unos momentos sentada con su miembro aun en mi interior mientras a ambos se nos regula la respiración, salgo de él, se quita el condón y le hace un nudo – No creerás que es todo ¿o si niña? – me sorprende un poco pero no voy a negar que también me prendió. Dicho eso se levantó de esa máquina en toda su gloria y me beso, mordió mi labio inferior robándome un gemido que lo hizo sonreír entre el beso, me levanta de nuevo, caminó un poco y llegamos a un mueble que hay en el gimnasio, me sentó en él, me dio besos hasta llegar a la parte sur de mi cuerpo, moví mis caderas en busca de su encuentro y sentí su lengua en mi zona más íntima.

- Ahh Jeff – gemí sin poder contenerlo, movió su lengua y acaricio en mi clítoris mordiendo y tirando de el con sus labios haciendo que arqueara mi espalda y pusiera los ojos en blanco – puse una de mis piernas alrededor de su nuca y lo acerco más a mi centro – de mi boca solo salían incoherencias.