•Chile Revengers• [Tokyo Revengers x Reader]

•La Cimarra Con Doble Queso•

Voy a dejar ésto aquí y si alguna lo responde la voy a amar...

¿Quién creen que debería tener más relevancia?

Eso
Muack
ʕ ꈍᴥꈍʔ

¿Cómo fue que llegaste a pasar por algo así?
Era lo que te preguntabas una y otra vez luego de observar a tu alrededor.

La media jamás pareció ser algo como ésto... De un día para otro acabaste siendo intimidada por dos chicas que no conocías de nada.

No saber cómo responder, no saber cómo golpear, no poder defenderte, no poder correr, no tener a quien contárselo, no poder simplemente llorar y jamás volver a la escuela para evitar los problemas.

Todos esos pensamientos formaban un huracán dentro de tu cabeza que estaba por arrancarse a través uno de tus orejas y volver el lugar un desastre.

- ¿Que pasa maraquita?... No está ninguno de tuh pololoh pa salvarte?- Volvió a soplarte el humo a la cara como la primera vez que se encontraron.

¿Qué problema tenían?
No era la primera vez que se metían contigo a propósito, estabas segura que lo de la primera vez tampoco había sido coincidencia que estuvieran fumando justo en el momento en que estabas allí.

De pronto comenzaste a recordar la vez en que parecían huir a toda velocidad de Draken en el patio.
No te habías tomado el tiempo de pensar en ello, pero levantó sospechas de inmediato.

- Yo no soy una...- Suspiraste cerrando los ojos con fuerza, ¿Realmente te harían repetir sus palabras?...- Una...

- ¿Una qué?... No te escucho...- Con su pie lavantó tu falda.- Ah y de verdad usai shore debajo, como si no te fuerai a meter con todo el grupito ese.

No comprendías a que querían llegar, estabas en el grupo porque habías sido arrastrada por la corriente, tampoco es que te disgustara, eran simpáticos...

Pero jamás creíste que ser su amiga te traería éste tipo de problemas.

- O te dejai de juntar con ellos o te vamos a sacar la chucha.- La que no había hablado por un buen rato tomó el cigarrillo de la rubia con raíces y dejó caer la ceniza aún roja sobre tus muslos.

Dolía, tal vez dejaría una marca si no se hubiese enfriado un poco en lo que caía.
De todos modos apretaste los puños y los dientes suprimiendo cualquier queja que las hiciera sentirse satisfechas.

- Oblígame...

- ¿Disculpa?

- Oblígame te dije...