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• El Puticlub •

El oleaje marino conformaba en un 70% el total del ruido que había esa mañana... El otro 30% era cubierto por una conversación telefónica que provenía de la puerta de la calle, estando dentro se oía la voz del pelinegro desde muy temprano conversar pacíficamente mientras del otro lado de la línea se oía una discusión algo alterada.

— Te dije que iba a venir a Cartagena con una cabra que conocí... Y que iba a apagar las notificaciones po... No te enojí conmigo Waka si yo avisé.—  Cuando te asomaste abriendo un pequeño espacio entre la puerta y el marco para verlo te encontraste con él sentado en la acera mientras fumaba un cigarrillo y observaba las gaviotas volar.

Parecía escuchar con atención todos los murmullos que se oían a penas desde tu ubicación.

—¡¿Quéeeeeee?!—  Se levantó de golpe mientras la ceniza del cigarro caía al piso por su movimiento brusco.—  ¿Estai seguro?... ¿Mi hermanito?... No creo, si le dije que no se metiera en weas...— Botó la colilla para pisarla y poner el teléfono en altavoz mientras se volvía a sentar ahora más calmado, atando su zapatilla.

— Mira weon yo te dije que se sigue mandando cagas, pero tu creí que no porque donde es tu hermano chico lo veí incapaz de matar a una mosca, pero ayer él y su grupito dejaron la mea embarrá en San Miguel, hasta botaron un poste y se cortó la luz... Todo porque se fueron a agarrar a combos con otros cabro chicos... Mira, yo que tú hablaría con él de nuevo, voh que soy mayor ya dejaste esas andanzas y él quiere puro imitarte.

— Ya pero loco relajate... Voy a hablar con él... Oye y además, no sé qué tiene que ver que sea chico, si la Senju está por ahí en edad y estai super orgulloso de ella.

— Ya pero la Senju es la Senju, yo estoy todo el tiempo cuidándola po, a tu hermano no lo vigilai 24/7.

— ¿Y qué tengo que andarlo vigilando?... Si tiene que crecer y madurar.— Soltó un suspiro, no había perdido la compostura pero parecía un poco decepcionado.

— Tu que erí tan bueno cambiando a la gente violenta, no sé cómo no podí con tu hermano chico... No se hermano, mándale un sermón como a mi pa que se calme... O mételo al psicologo pa que aprenda a controlarse.

— Oye ya... Te estai pasando un poco... Al final yo soy el hermano y yo sé como tratar con él.

— Weon vente al tiro...— Se escuchaba una respiración agitada cerca del micrófono.

— Te dije que estoy ocupado...

— Mira Shinichiro, no se quien chucha es esa T/n de la que me hablaste, pero piensa en como me preocupé cuando te busqué desesperado toda la puta noche porque tu hermano se había pegao el show y tu moto no estaba.— Colgó.