2. Sonrisa Burlona

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Edward.

Vi como repentinamente dejó de lado sus sigilosos movimientos, permitiéndole a la presa la oportunidad de escapar. Lo que me dió a entender que ya nos había detectado.

Nos localizó rápidamente, provocando que nuestras miradas chocaran. Mantuve por un momento mi vista en esos brillantes ojos, éstos reflejaban una mezcla de curiosidad, desconfianza y enfadó, lo cual también habría involucrado el hecho de que su presa escapó gracias a nuestra presencia, que le hizo desconcentrarse. Recordando eso, mis labios dejaron escapar una pequeña sonrisa con una pizca de burla.

En eso la pequeña batalla de miradas fue interrumpida cuando Alice empezó a llamarme.

—Edward ¿Qué esperas?, ¿Tienes miedo de perder?

Me dijo de forma divertida e impaciente.
Al parecer habían encontrado algo para cazar y se había formado una competencia por quién lo atrapaba primero.
Giré mi visita hacía ella para contestarle a su desafiante propuesta.

—Sigue soñando, o acaso olvidaste quién te ganó la última vez.

Tras devolverle la broma, antes de darle una última mirada al lobo, pero éste ya no estaba.
Giré en mis pasos y me uní a la cacería.

Que irónico, resultó ser el mismo animal que estuvo reflejado instantes atrás en los ojos de aquel metamorfo de olor peculiar.

Jacob.

Permanecimos un instante manteniendo la vista fija en la mirada del contrario. De alguna forma me resultó peculiar ese vampiro, no me transmitía desagrado o la necesidad de ponerme realmente a la defensiva, eso me intrigó.

Mientras lo estudiaba rápidamente recordé que a causa de él y los otros que estaban a su alrededor perdí al conejo, eso me provocó un ligero enojo. Algo que al parecer no pasó desapercibido ante sus ojos, ya que tuvo el descaro de mostrar una sutil pero burlona sonrisa.

En eso escuche como una chica lo llamaba, gracias a eso ahora se como se llama, "Edward".
El voltea para responderle, a lo que yo aprovecho para desaparecer de su campo de visión, mientras doy un par de pasos hacía atrás, antes de desaparecer entre la espesa vegetación.
No quería seguir viendo esa sonrisa arrogante que me había enseñado, me haría enfadar más de lo que estaba después de una caza fallida debido a cierta distracción.

Llegué rápidamente a los alrededores de casa y volví a transformarme en mi forma humana. Saqué del árbol hueco la ropa que había dejado anteriormente para ponérmela, y seguir mi camino a la cabaña.

Cuando abrí la puerta de la entrada un delicioso aroma me dió la bienvenida.

-Oh Jack, si que te lo tomaste en serio cuando dije que no llegarás tarde.

Con una sonrisa de bienvenida, papá estaba preparando el almuerzo. Se trataba de una deliciosa lasaña, puede deducirlo solo con el olor.

—Por supuesto, la comida fría no es lo mismo.

Bueno, a decir verdad habría demorado un poco más si cierto chupasangre no me hubiera interrumpido con su molesta existencia.

Dejé ese pensamiento fastidioso de lado y me acerqué a la cocina para ayudar con los platos y la mesa.
Nos sentamos y empezamos a disfrutar de la comida.

—¿Cómo estuvo tú paseó por el bosque?.

Empezó a hablar mi papá.

—Bien, casi atrapó a un conejo que era muy escurridizo. Pero...

—¿Pero?

—Por culpa de unos chupasangre que andaban en el otro territorio, perdí la concentración y se me escapó.

Al oír eso Billy levantó la vista de su plato algo curioso.

—¿Vampiros? ¿Te refieres a los recién llegados?

Como era de esperarse, dio justo en el clavo a la primera.

—Supongo que si, no parecían la pareja Culle que mencionaste anoche. Además eran cuatro como tú habías dicho, así que sí, eran ellos.

—Oh ya veo, y ¿cómo se veían?.

Despegue mi atención del plato y me puse a mirar hacía la nada, recordando.

—Pues... solo logré ver claramente a uno, a los otros no los logré divisarlos bien debido a los árboles.

—Mmh

Asintió para que continuará.

—Este se veía como de unos 17 o 18 años. Tenía el cabello de un color castaño dorado y la piel pálida cual cal como todo vampiro. Ah y también unos ojos de un amarillo intenso.

Luego decidir eso seguí comiendo mi almuerzo mientras papá parecía pensar algo.

—Entonces éstos también son vegetarianos.

Murmuró

—¿Vegetarianos? ¿A qué te refieres?

—Me refiero a que no beben sangre humana, esos serían algo así como vampiros vegetarianos. Eso se puede comprobar por sus ojos amarillos.

—Oh entonces son como el sr. y la sra. Cullen ¿no?

—Así parece.

Mientras lo pensaba recordé cuando mi padre me habló de ese tema hace un tiempo.
Los ojos rojos significaba que era un vampiro neófito o que bebía sangre humana, negros cuando tienen sed de sangre y amarillos cuando son "vegetarianos", es decir que no beben sangre humana sinó que la sustituyen con la sangre de animales.

—Bueno, al menos parece que no tendremos que preocuparnos mucho de que ataquen a algún humano de por aquí. Pero aún así debemos seguir siendo precavidos por si acaso.

Dijo mi padre volviendo a lo suyo con el almuerzo.

—Si tienes razón, es como dice el dicho "más vale prevenir que lamentar".

Dicho eso dejamos de amargar la comida pensando en ellos y cambiamos de tema para terminar de buena manera nuestro almuerzo.

El día transcurrió normal y rápidamente cayó el atardecer.

—El tiempo pasa volando cuando estoy contigo bebé.

Dije mientras limpiaba mi motocicleta antes de cerrar el garaje.

Había pasado gran parte del día arreglándole el mecanismo interno y limpiando un poco el lugar dónde tenía mis herramientas.

Cerré la puerta del garaje y entré en casa para tomar una ducha, cenar e irme a la cama. Mañana iba a ser mi primer día en el nuevo instituto y no quería llegar tarde por quedarme dormido.

~𖧷~𖧷~♡︎

ʕ•ᴥ•ʔ ✯

Reflejado en tus ojosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora