Reflejado en tus ojos

12. El Pasmar Del Cristal.

Canción: “Ghosts” de James Vincent McMorrow

•

•

•

EDWARD.

El sonido del agua en movimiento fluye en el ambiente, junto con una suave brisa que susurra entre las ramas de los árboles, anunciando de antemano lo que se acerca desde el horizonte. Unos nubarrones oscuros e imponentes, que con una determinación admirable avanzan con constancia en su inminente reclamo de los cielos.

Al igual que el inquieto río con orillas rocosas, mi mente no puede estarse quieta, sacando mil y una preguntas, sin respuesta clara a ninguna de ellas.

—("No quiero atarte a mí, si eso provoca lo que estás sintiendo ahora").

En realidad, si lo pienso detenidamente, jamás has hecho algo como eso en el corto periodo de tiempo en el que nos hemos conocido. Siempre te esforzaste por alejarme, acto que por mi parte disfrutaba al desafiar. Y a pesar de que ahora involuntariamente, te encuentras atado a mi inmortal existencia, sigues conservando en tú interior los cristales de aquellas acciones. Talvez intentando proteger algo, la manada, a ti mismo, o a mí. Pero sinceramente no sé con certeza cuál será el verdadero motivo, por el que aún conserves con tanta determinación a esos frágiles fragmentos.

—("No volveremos a vernos, y tú podrás seguir con tú vida, sin ninguna interferencia de mi parte. Será como si nada de esto hubiera pasado").

Así es, seguir con mi eterna vida como un ser sin alma, viendo los cambios que van y vienen a través del tiempo. Seguiría siendo así incluso si la imprimación no hubiera sucedido, con la notable diferencia de sí tendría o no a alguien a mí lado. Pero, ¿Sería correcto que dos especies, destinadas a ser enemigos naturales estén juntos?

Ojalá esa fuera la única interrogante, ¿Qué problemas tendría tal unión? Una pareja se supone que debe tener la cualidad para brindarte una familia, calidez y el sentimiento que nace con esos sentimientos encontrados. Si estás con alguien como yo, no solo no habrá calidez, tampoco tendrás una familia, con la que puedas continuar con tu linaje, ¿La imprimación no debería tener ese motivo en especial? Encontrar a alguien con el que puedas formar tu propia familia y sea aceptado por la manada, alguien... que no sea un ser carente de alma como yo.

—Conmigo no tendrás nada de eso... la crueldad del destino no tiene límites.

Me recuesto en el tronco de uno de los pinos cercanos, alzando la vista al cielo. Ahora completamente oscurecido, imponente y asfixiante con la simulada cercanía de las tersas nubes. Que dan la impalpable sensación de que si estiro la mano al cielo podría tocar ese espeso manto grisáceo.

—("Te haré una promesa").

Saco de entre mis prendas el marcapáginas, que creí haber perdido en el lago en aquella noche de luna. Observando con detenimiento sus delicados detalles pintados al óleo, con una paleta de colores rosas y gastados por el tiempo. Con una inconfundible luna ilustrada con precisión, que solo provoca que me recuerde aún más a ti.