Capítulo 3: Y por eso rompimos

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- ¿Tío Ron? – Dijo Victoire luego de unos momentos de absoluto e incómodo silencio entre los dos adultos entre ella.

El aludido sacudió la cabeza y apartó su mirada de la castaña para responderle a su sobrina – ¿Qué sucede, Vicky?

- ¿Acaso no sabías que la tía Hermione venía hoy? – Preguntó la niña inocentemente – No estabas esperándola en la sala como siempre.

Ambos se sonrojaron levemente al darse cuenta de que aquella niña era más observadora de lo que esperaron, sin embargo, Ron intentó ser lo más franco que pudo – Es que se me han pasado las horas volando y recién me di cuenta que llegó por todo el alboroto de abajo, ya iba a saludarla.

Victoire lo miró confundida y seguido de eso se giró hacía la castaña que tenía tomada de la mano – ¿Tía Hermione por qué no habías vuelto?

-Por mis clases – Respondió rápidamente la chica, aquello no era mentira – Pero ya las he terminado.

- ¡Oh entonces vendrás más seguido! – Dijo emocionada la rubia mirando al pelirrojo – ¿Volverás a traerla todas las semanas, tío Ron?

-Ehm... – La verdad es que a Ron se le habían incendiado bastante las orejas ante las peticiones de su sobrina, sin embargo, Hermione fue quien lo salvó en esa ocasión con lo siguiente que dijo.

-Sucede que ahora empezaré a trabajar en el mismo lugar donde están tu abuelo, tu tío Percy, tu tía Audrey y tu tío Harry – Se adelantó dirigiéndose a la niña – Y tu tío Ron sigue trabajando en la tienda con el tío George y la tía Angelina, por lo que no podré venir tan seguido.

-Pero no estarás meses sin venir ¿verdad? – Dijo Victoire borrando la sonrisa de su rostro.

El corazón de Hermione se contrajo cuando vio la cara de la niña, si bien no era su hija, había sido la primera sobrina que tenía en la vida, por lo que le guardaba mucho cariño incluso cuando tenía meses sin verla, podía entender que quizás por ser tan pequeña no se diera cuenta de que estuvo meses sin ir a la Madriguera o que simplemente su relación Ron había terminado un año atrás, sin embargo, era observadora y seguía guardándole cariño, pensar en mentirle era tan doloroso como decirle que ella ya no era su tía.

Hermione estuvo a punto de decirle algo, sin embargo, Ron se le adelantó mirando a la niña – No te preocupes, Vicky... Tenemos que trabajar, pero me aseguraré de traerla más seguido, sé que la quieres mucho – Seguido de eso Ron levantó la vista y le guiñó el ojo rápidamente para volver a mirar a su sobrina.

Hermione sintió que sus mejillas se coloreaban levemente ante ese inesperado gesto, aunque prefirió no darle demasiada importancia, sabía que simplemente estaba tratando de despistar a Victoire, por lo que se limitó a asentir con la cabeza mirando a la pequeña rubia.

-Está bien – Dijo la niña sonriendo de nuevo apretando la mano de la castaña – Tía Hermione ahora si te mostraré... – Sin embargo, un grito de la planta baja hizo que los tres se sobresaltaran.

- ¡Victoire! ¡Ven acá un momento! – Se escuchó la voz de Fleur.

La pequeña rubia resopló tan graciosamente que hizo reír a ambos adultos – Supongo que el truco tendrá que esperar.

-Las acompaño abajo – Dijo Ron riendo.

Victoire era quien guiaba aquello, ya que sabía que su mamá últimamente estaba levemente más gruñona gracias al embarazo, o eso es lo que le había dicho su padre, por lo que decidió darse prisa mientras iba de la mano de Hermione y cuando llegaron a la planta baja la niña se separó de ambos adultos para ir hasta donde estaba su mamá.

Tiempo al tiempoWhere stories live. Discover now