Capítulo 17: Regreso a casa (Parte I)

389 16 0
                                    

-Entonces ¿eso fue todo? – Preguntó Ginny mirando a su mejor amiga mientras terminaban de arreglarse – ¿Amigos?

-De momento – Respondió Hermione un poco incómoda.

Ginny la miró con impaciencia – Eres mi mejor amiga y probablemente la bruja más inteligente que he conocido, pero ¡¿usaste la cabeza cuando le dijiste eso a mi hermano?!

- ¡Ginny baja la voz! – Chilló Hermione viendo hacía la puerta – Todos están caminando por la casa y lo que menos quiero es que esto se vuelva más incómodo de lo que ya es.

-Pues te lo mereces a ver si recapacitas – Regañó la pelirroja frustrada – Hermione, creo que mi hermano jamás había sido tan abierto y serio con alguien... ¡vivir juntos!

-Me espanté, Ginny – Dijo la castaña sentándose en la cama – Y no me siento orgullosa de eso... Apenas volví aquí ese día me arrepentí por completo de lo que le dije.

- ¿Y entonces por qué no intentaste arreglarlo? – Preguntó Ginny cada vez más indignada – Creo que jamás había visto a Ron tan miserable.

-Porque cada vez que intento abordarlo ya se ha ido a la tienda – Se excusó la castaña – Y para cuando vuelve en la noche ya los chicos lo han entretenido... Y sinceramente, creo que me está evitando.

-Le pediste "tiempo para pensar", y por desgracia te lo está dando – Dijo la pelirroja aún un poco exasperada – No lo entiendo, lo amas y te ama ¿por qué demonios tiene que ser tan complicado?

Hermione suspiró y guardó silencio por unos momentos para extrañeza de Ginny. La verdad es que ya habían pasado un par de días desde que ella y Ron habían pasado la noche en Sortilegios Weasley, y entre tantas cosas apenas y se había llenado de valor para contarle a su amiga todo lo que pasó con Ron mientras se arreglaban para la reunión de Hogwarts. Sin embargo, había un detalle que la castaña había pasado por alto desde el comienzo de la conversación y sabía que cambiaría mucho las cosas.

El día que volvió de Sortilegios pasó gran parte de la mañana en la habitación de Ron con Victoire, y fue cuando se dio cuenta del error que había cometido pidiéndole tiempo para pensar, aunque haya estado espantada porque todo se estaba dando demasiado rápido, tuvo que admitir que quizás ese era su siguiente paso con Ron y no era tan complicado. Habían vivido millones de situaciones de vida o muerte a lo largo de su niñez y adolescencia, aunque quizás por eso sentía que las cosas iban demasiado rápido, no había crecido tanto como creía.

Hermione siempre se caracterizó por ser más madura que Harry y Ron, sin embargo, esta vez se sentía por mucho por debajo de ellos, había huido probablemente ante una propuesta de matrimonio con el hombre al que había amado desde siempre, solo por miedo, y eso sin duda no era digno de una alumna de Gryffindor.

Ginny miró a su mejor amiga luego de tanto tiempo de silencio y le habló mucho más relajada – Vale, sé que estoy siendo dura contigo, pero es porque los adoro a ti y a mi hermano y lo que menos quiero es verlos como están justo ahora.

Hermione clavó su mirada en la chica y sin rodeos y en voz baja soltó lo siguiente – Ron iba a pedirme casarme con él.

Aquello sin duda se salió de los límites de Ginny y abrió los ojos impresionada – ¡¿Qué?! ¡¿Casarse?! ¡¿Cómo?! ¿¡Cuándo?!

-Eso es lo complicado – Admitió la castaña haciendo señas para que bajara la voz – Aparentemente iba a pedírmelo cuando él terminara en la Academia de Aurores y yo la Escuela de Leyes Mágicas... Es porque quería que viviéramos juntos, pero por alguna razón la idea de casarnos se le cruzó por la mente también ¡y eso fue lo que me espantó!

Tiempo al tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora