Capítulo 12: Rara convivencia

374 19 0
                                    

Tal y como pasó hacía un par de noches en Grimmauld Place, uno de los ocupantes de aquella anaranjada habitación había despertado solo cuando un par de rayos solares se asomaban en la ventana, ni siquiera se escuchaba aún el acostumbrado ajetreo de la Madriguera, pero era evidente la razón, y es que todos se había dormido tarde la pasada noche por la boda, sin embargo, probablemente ellos dos debieron ser los que se durmieron más entrada la madrugada y ahí estaba él, despierto como si tuviera que ir a trabajar.

Era extraño que Ron no durmiera hasta tarde pudiendo hacerlo, y sobre todo después de aquellos días de estrés a los que lo sometió su madre con tantos preparativos para la boda de su hermano mayor, sin embargo, luego de todo lo ocurrido con Hermione la noche pasada había sido dificil dormir hasta más tarde, sentía sus párpados pesados, pero mantenía sus ojos abiertos mirando a la castaña que dormitaba a unos centímetros de él, con su cuerpo desnudo cubierto únicamente con su sábana, al igual que él.

Ron rozó sus dedos sobre el brazo descubierto de la chica y no pudo evitar sonreír de medio lado mientras recordaba las razones por las que estaba ahí de nuevo, luego de tantos meses, parecía imposible que volvieran a compartir algo como eso, aunque ahí estaban, en el mismo lugar donde habían puesto punto y final a su relación, o eso pensaron hasta la noche anterior.

Él suspiró sin dejar de mirarla, no esperaba que nada de lo que pasó anoche se diera. A decir verdad, subió a su habitación con intenciones de dormirse, la boda había abierto muchos recuerdos, algunos felices y otros dolorosos, y por eso había preferido dejar hasta ahí la velada apenas la chica se fue.

-Flashback-

Luego de unos minutos de tenso silencio Hermione se levantó – Disculpen, pero creo que iré a dormir ya... Espero que se diviertan.

Y sin dejar que nadie más dijera algo al respecto, la chica se perdió escaleras arriba, bajo la mirada azul de cierto pelirrojo.

- ¿Qué bicho le ha picado? – Preguntó Charlie extrañado ante la actitud de la chica.

Bill de inmediato miró a su hermano menor – ¿Fue algo que dijimos?

-No – Aseguró Ron también un poco aturdido por el extraño cambio de la castaña – De seguro está cansada, saben que se levanta temprano todos los días, no importan si son vacaciones.

-Sí, de seguro es eso – Secundó Harry mirando a su mejor amigo preocupado.

Ron sabía que Harry si había captado las miradas que llevaban dándose desde que se reunieron en la sala y la verdad, agradecía que estuviese ayudándolo a desviar la atención de Hermione, porque el pelirrojo sabía que ella no estaba para nada cansada y que no se había ido por eso. Algo había pasado con la tía Muriel que la había afectado, y aquella conversación que sostuvieron sus hermanos antes de que ella se fuera solo le había dado fuerza a su teoría.

-Bueno – Dijo Ginny interrumpiendo el silencio que se había formado y tratando de cerrar el tema – El punto es que aparentemente la guerra no cambió del todo a tía Muriel.

-Solo es una vieja chiflada y con dinero que no necesitamos – Respondió Ron seriamente mientras se levantaba del sofá – Me voy a dormir... Los veo mañana.

Todos se despidieron del chico, aunque algo extrañados de su cambio de actitud, sin embargo, no lo detuvieron y vieron como se perdía escaleras arriba en silencio. Cuando escucharon la puerta de su cuarto cerrarse Charlie fue el primero en hablar.

-Algo pasó – Refutó seriamente – En la boda estaba casi seguro que se besarían o algo, muchos en la apuesta fueron muy precisos.

Ginny chasqueó la lengua – ¿Te parece el mejor momento para sacar la apuesta? Esto es algo más serio.

Tiempo al tiempoWhere stories live. Discover now