Capítulo 8: Más lechuzas inesperadas

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-...Y básicamente la pasamos bastante bien en Grimmauld Place – Dijo George dándole un sorbo a su café.

- ¿Bien? Yo diría más que bien considerando que ayer no los vimos hasta la hora de la cena – Respondió el señor Weasley riéndose sin apartar la vista del diario "El Profeta".

George se rio por debajo intercambiando miradas cómplices con Charlie y Bill, quienes se encontraban sentados también en la mesa desayunando, el gemelo volvió a hablar – Bueno es que la pasamos tan bien que ayer cuando llegamos todavía estábamos un poco cansados.

- ¿Cansados? – Dijo Molly mirándolo indignada – Apenas podían mantenerse en pie... Y yo que creí que cuando se casaran sentarían cabeza.

-Eso dilo por Percy y Bill – Dijo Ron entrando a la cocina bostezando – Y bueno, por George.

-Se le dice despedida de soltero por una razón – Refutó George falsamente indignado – Y dudo tener otra fiesta así de buena pronto.

Y la verdad es que así sería, los hermanos Weasley intercambiaron miradas y sonrisas mientras cada uno seguía en lo suyo. El día anterior, justo cuando estaban por partir a la Madriguera luego de su alocada noche de fiesta, habían prometido no decir ni una palabra a sus padres sobre su borrachera, lo que menos necesitaban eran reprimendas estando tan grandes.

-Flashback-

-Qué noche – Dijo George bostezando mientras todos se reunían en el vestíbulo de Grimmauld Place.

Fleur bufó – Eso lo dices pogque todos cayegon inconscientes y nosotgas tuvimos que llevaglos a sus cuagtos.

-Y por eso estamos agradecidos con cada una de ustedes – Dijo George mirando a todas las chicas, quienes los miraban indignadas – Y también agradeceríamos su discreción en la Madriguera.

Ginny levantó la ceja sugestivamente – Oh, me parece que alguien no quiere que mamá y papá sepan lo de su noche loca.

-Más que la noche loca – Empezó a decir Bill – Nos gustaría que no mencionaran todo el asunto con los calcetines.

-En pocas palabras – Dijo Charlie mirando a las chicas – Sería humillante que mamá y papá se enteraran.

-Y solo imaginen la reprimenda – Agregó Percy.

-Oh claro – Dijo George mirando a Percy – El prefecto perfecto no puede admitir que tuvo una noche de excesos por primera vez en su vida – Seguido de eso miró a su hermano menor – Y el otro prefecto perfecto tampoco quiere arruinar su reputación.

-Púdrete, George – Dijo Ron malhumorado.

-Uy, alguien despertó con el período hoy – Bromeó George para luego dirigirse a su cuñado – ¿Qué hay de ti, Harry? Estás callado.

-Aún tengo resaca – Dijo el azabache mientras su novia lo tomaba de la mano – Y sigo procesando la cantidad de tonterías que hicimos anoche.

-Tienen que admitir que fueron divertidas – Defendió George – Sin duda, salió mucho mejor a cómo lo imaginamos Fred y yo.

Hermione lo miró sorprendida – ¿De verdad tú y Fred planearon esto?

-Teníamos planeadas más cosas de las que se puedan imaginar – Sin embargo, al decir esto la expresión de George ya no era burlona, sino nostálgica, por más tiempo que haya pasado desde la muerte de su gemelo, y aunque tratara de llevarlo lo mejor que podía, había ocasiones en que simplemente se abrumaba, y todos se dieron cuenta de ello.

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