▹ 𝒅𝒐𝒄𝒕𝒐𝒓

10.2K 593 26
                                    

» Pedido:  laia_seaburre

•••

Desde que estudiabas la carrera de medicina, a pesar de ser bastante difícil, obtenías un sentimiento de satisfacción al saber que podías salvar la vida de personas, sin embargo, también existía el otro lado que conociste cuando entraste a trabajar. No era fácil vivir pensando en que la vida de muchas personas dependía de ti. Existía ese sentimiento de culpabilidad cuando las cosas no salían como las habías planeado y terminaba, la mayoría de veces, en un desesperante desastre.

Tiene que atender a un paciente de emergencia —te interrumpió una enfermera en tu snack de las cuatro de la mañana—. Es un niño diabético con obstrucción intestinal.

En ese momento, sólo te levantaste de tu lugar y corriste hacia la sala de operaciones. Comenzaste a preparar todo para hacer una cirugía de urgencia, un poco nerviosa por tratarse de una situación tan delicada, pero respiraste y te despejaste de todo, porque sabías que todo podría convertirse en un caos si no controlabas tus emociones. Indicaste las dosis de cada medicamento que debían ponerle al pequeño y comenzaste con el procedimiento.

Después de varias horas, finalmente habías concluido con tu trabajo y de forma exitosa. Los familiares te agradecieron y tú, con un enorme sentimiento de satisfacción, pudiste tomar una siesta.

Después de algunos días, tu pareja pudo llamarte, aprovechando que en su agenda tenía un pequeño descanso.

—¡Salió muy bien! ¡Estoy tan feliz! —exclamaste mientras tenías tu móvil en alta voz—. He tenido muchas cirugías y han salido perfectas.

—Estoy orgulloso de ti, jagidijo él con su voz grave, lo cual indicaba que recién despertaba—. No me extrañaría que llegaras a ser la mejor cirujana del país. Podrías ser nuestra cirujana personal, ¿a que sí?

—En realidad espero que no lleguen a necesitar alguna operación —respondiste—. Por cierto, llegaron ya al aeropuerto, ¿no?

—Sí —bostezó—. Y creo que necesito una revisión médica justo ahora, pero no quiero que mi médico personal me atienda así que... ¿Me agendas una cita para hoy? —pidió, haciéndote soltar una risilla.

—Lo siento, pero yo no estoy en esa área, joven Min Yoongi —respondiste, escuchando a tu pareja refunfuñar.

—Entonces voy a encajarme un tenedor para necesitar una cirugía de emergencia —dijo, causándote de nuevo otra carcajada.

Yah, niño dramático —reíste—. Si quieres venir, podemos vernos un ratito. Puedes usar una camilla para descansar si tienes sueño.

—Hecho.

Después de colgar el teléfono, decidiste ir al baño del hospital para retocar tu maquillaje y a perfumarte un poco, aunque sabías que a él no le importaba qué tan desaliñada te vieras; y, muy probablemente, él estaba igual. Cuando regresabas a tu consultorio, sentiste un tirón del brazo, seguido de un golpe en tu rostro. Quedaste totalmente estática y dirigiendo tu mirada a la persona que te había golpeado.

—¡Tú mataste a mi hijo! ¡Nunca debieron dejar que una niña como tú dirigiera una cirugía! —te gritaba esa mujer, mientras intentabas al menos reconocerla. En ese mismo instante, algunos de tus compañeros de turno se acercaron para ver el problema y llamaron a la seguridad—. ¡Ojalá te mueras, maldita! ¡Mi hijo tenía sólo 8 años!

𝐑𝐄𝐀𝐂𝐂𝐈𝐎𝐍𝐄𝐒 ▹ Min Yoon Gi Donde viven las historias. Descúbrelo ahora