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JIMIN

Nos acercamos al gran edifico que se alza frente a nosotros. La zona es bastante cara y visualmente agradable, con muchos árboles, casas bien construidas y esencia muy armoniosa. El edificio es blanco pero con detalles café oscuro y negro que lo hacen ver imponente e impresionante. Las letras color oro no alcanzo a leerlas pero por su curvatura elegante, definitivamente también da mucho de qué hablar.

— El restaurante está hasta arriba. — Me dice Derek a lo que yo asiento. — Vamos.

Lo sigo mientras cruzamos el largo pasillo con astutas y cuadros que deben valer mucho dinero, pero que en lo personal, no se me hacen lindos. Demasiado serios, fríos. Llegamos al elevador e ingresamos. Derek pulsa en el botón que dice "restaurante" y una pequeña campanita suena antes de que las puertas se cierren. Yo suspiro.

— ¿Qué se te antoja para desayunar?
— Me pregunta alegre.

— No estoy seguro. — Alzo mis hombros. — Nunca voy preparado para saber qué comer, normalmente llego y después de revisar la carta me decido por algo.

— Entiendo. — Él asiente. — Me parece bien.

Nos quedamos unos momentos en silencio hasta que finalmente llegamos. Las puertas se abren frente a nosotros permitiéndonos avanzar hasta llegar al restaurante. La mujer nos da una sonrisa antes de llevarnos a una enorme habitación hecha de pura cristal dando una vista fabulosa del cielo y toda la ciudad. Mi mandíbula va a los pies.

— ¿Gabinete está bien? — Pregunta.

— Por favor. — Responde Derek.

Yo los sigo aún con la vista muy fija en el exterior y los enormes edificios, las personas que parecen hormigas y los coches de juguete. Nos sentamos en un gabinete de sillones negros junto a un pequeño muro de plantes que tapa la vista, pero no me quejo. Es sin duda muy hermoso el lugar y jamás me creí estar en uno así. Era impresionante.

Parece que fue ayer cuando vivía en el pequeño departamento con mi madre en Oregón, teniendo una vida más o menos tranquila y siendo un estudiante promedio. Ahora me encuentro con un jefe de la mafia sumamente importante, desayunando en un lugar caro, lleno de lujos y vistiendo un traje de etiqueta.

¿Quién lo diría?

— Gracias. — Vuelve a agradecer Derek cuando nos entregan las cartas y él inmediatamente la abre. — Yo ya sé qué voy a querer, te daré tiempo para que tú veas.

— Gracias. — Agradezco ahora yo viendo fijamente los platillos frente a mí esperando a que uno me seduzca.

— Muy bien. — Él carraspea su garganta y coloca los codos en la mesa para entrelazar sus dedos. Siento su mirada muy puesta en mí pero no con una mala vibra. — Jimin, antes que nada, si vamos a trabajar juntos pero gustaría que se respetara una regla que sé será difícil de seguir, pero espero que lo hagas.

— Claro. — Despego unos momentos mi vista de la carta para verlo.

— Nada de secretos. — Alza su índice. — Todo lo que quieras decirme, aunque sea una mierda, dímelo.

— Lo haré. — Asiento.

— Dejando en claro eso, puedo proseguir con el cuestionario y después te dejaré que tú me hagas preguntas. ¿Bien?

— Bien.

Mis ojos no dejan de viajar mientras espero a que suelte la primera pregunta. Puedo sentir que es eterno debido a la tensión que hay dentro de mi cabeza, pero curiosamente, la primera pregunta me toma algo desprevenido y de hecho... alivia un poco.

INNOCENT~ YOONMIN || 《2 ʟɪʙʀᴏ》Where stories live. Discover now