47. Luces rojas y azules

5.8K 754 10
                                    

Mason y yo nos conocimos cuando fui a pasar el verano a la casa de la playa de la familia de Jeremy

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.

Mason y yo nos conocimos cuando fui a pasar el verano a la casa de la playa de la familia de Jeremy. Mi amigo estaba como loco por divertirse con sus amigos de toda la vida, y yo no soportaba que una de las chicas estuviese tonteando con él todo el rato. Era descarado. Puede que incluso ahí sintiese algo por él sin saberlo.

Como me aburría, Mason me invitó a conocer a sus amigos. Yo ya me imaginaba que estaba dentro de una película en la que el chico malo que estaba como un tren me invitaba a salir y acabábamos besándonos. Me llevaron a una zona donde decían que la gente hacía fiestas. Como era la nueva, y encima era más pequeña, no dije nada al ver las cosas que hacían, además de beber. Pronto me di cuenta de que el alcohol no era el mayor de los problemas.

Mason se acababa de comprar una moto y quería estrenarla, así que sugirió participar en la carrera que tenía lugar justo donde estábamos. No obstante, mi error no fue solo aceptar el vaso que uno de sus amigos me sirvió, sino montarme detrás de Mason para correr en esa maldita carrera.

Lo demás pasó rápido y lento al mismo tiempo. La policía apareció y detuvo a un montón de gente. A mí me dejó en aquel polígono. Conseguí esconderme y poco tiempo después regresó a recogerme. Nunca había pasado tanto miedo. Cada vez que lo recuerdo me tiemblan las manos y entro en pánico, como ahora mismo al pensar que puede volver a pasar.

Sin embargo, ahora sé lo que trama y puedo jugar con esa ventaja. Sé perfectamente lo que tengo que hacer.

—Me estoy meando —le digo a Mason dando pequeños saltos para aumentar mi credibilidad.

—Ahora no —replica concentrado en ponerse los guantes.

¿Cómo puede una persona, que ha pasado por tanto, ser tan egocéntrica? No es justo para la humanidad.

—Si quieres que me lo haga en la carrera, encima de tu moto, dilo.

Mason me lanza una mirada de enfado y señala a una zona donde hay bastantes árboles.

—¡Date prisa! —me grita cuando empiezo a correr.

En esta zona no hay mucha gente, por lo que nadie me ve cuando camino de vuelta a la carretera en busca de la cabina telefónica que he visto nada más bajarme del taxi. Paso tan inadvertida que la gente no se percata de mi presencia y por un momento agradezco esa invisibilidad que me da ser una persona decente.

Tras varios intentos, consigo contactar con la persona que estoy buscando. Cuelgo de inmediato y regreso con Mason para que no sospeche. El corazón me late a mil por hora por culpa de los nervios. Miro el reloj y me doy cuenta de que quedan solo diez minutos para que Jeremy aparezca por mi casa.

—Súbete ya, vamos a empezar —ordena Mason nada más verme y me muerdo la mejilla por dentro para callarme todo lo que me gustaría decirle. Me consuela saber que esto va a durar muy poco, pero tengo que ganar tiempo.

—Me apetece un trago.

—Reese...

—¿Vas a conseguírmelo o tengo que ir yo?

Mason se frota la nariz con exasperación y vuelve a agarrarme con fuerza, esta vez del brazo. De repente las motos empiezan a rugir con más fuerza y a juntarse unas cuantas en una fila tras una línea en el suelo.

—No hay tiempo.

Nunca le había visto tan fuera de sí y me asusta bastante cómo pueda reaccionar si me sigo negando. Me subo en la moto detrás de él y vamos con el resto.

De repente varios coches entran por el mismo sitio por el que he venido. No encienden sus luces rojas y azules hasta que han avanzado unos cuantos metros, imagino que para no espantar a la gente. La policía lanza algunos disparos al aire, lo que asusta a todo el mundo. Mason arranca la moto para alejarnos de la multitud.

—Para de una vez —le grito, golpeándole la espalda con fuerza. Entonces me agarra la mano para que deje de pegarle y aprieta—. Mason, detente, no tiene sentido.

Un coche de la policía se cruza en nuestro camino cuando estamos a punto de abandonar el lugar por la otra entrada. Mason frena en seco, lo que hace que la moto se eleve ligeramente por detrás y pegue un bote cuando regresa al suelo. Un calambre me recorre la espalda y soy incapaz de recuperar el aliento aun sabiendo que nos hemos detenido.

El policía sale del coche, apuntándonos con una linterna y nos coge a los dos.

✄ ✄ ✄ ✄ ✄

Doy un trago al vaso de agua que me ofrece mi madre cuando llegamos a casa. He salido sin problemas porque saben que fui yo quien dio el aviso, pero me han asegurado que no se hará público quién hizo la denuncia, alegando que se trató de una llamada anónima. Sinceramente, me da igual si se sabe.

—¿Me lo vas a contar hoy o tendremos que esperar hasta mañana? —habla mi madre en un tono tan serio que me da miedo. Nunca se había enfadado tanto.

—¿Tendremos que castigarla? —le susurra mi padre, pero le oigo perfectamente.

Mi madre se gira y su semblante cambia radicalmente, mostrando inseguridad y duda. Me siento fatal por haberles hecho pasar por esto, así que lo mínimo que puedo hacer es contarles todo lo que ha pasado, incluyendo el incidente de aquel verano, del cual ellos no supieron nada.

La decepción es evidente y mi culpa aún mayor. No quiero darles más disgustos de los que ya tienen. Aunque nos hemos mudado, y nuestra situación ha mejorado, sé que se parten el lomo todos los días por conseguir que las cosas sean como antes.

—Limpiaré la casa de arriba abajo —propongo como auto-castigo. Mi padre alza la ceja con sorpresa y mi madre permanece seria—. Es lo mínimo que puedo hacer.

Sus miradas se cruzan durante el tiempo suficiente para tomar una decisión y, finalmente, aceptan. Sin embargo, la cosa no ha acabado aquí, ahora me queda lo más importante: disculparme con Jeremy. Ha pasado una hora desde que se suponía que habíamos quedado, pero no he sabido nada de él ni de mis amigas.

No puedo salir por motivos obvios, y cuando llamo a su casa nadie responde. Imagino que están lidiando con Mason. Él se ha tenido que quedar en el calabozo con el resto de los detenidos.


*****

Esto es toooodo por hoy, ¡disfrutadlooo! ❤

Esto es toooodo por hoy, ¡disfrutadlooo! ❤

Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
El buzón de los secretos © |COMPLETA|Where stories live. Discover now