𝗗𝗲 𝗕𝗼𝘀𝘁𝗼𝗻 𝗮 𝗕𝗲𝗿𝗹𝗶́𝗻 | La Casa De Papel

𝓑 𝓐 𝓑 05

-- de pie!- Berlín ordena a los rehenes- quítense los antifaces

-- quítense los antifaces!- repito, al ver qué nadie se mueve

Ellos se los quitan con inseguridad

-- bueno...hemos tenido algún imprevisto, pero a pesar de los helicópteros, me consta que nos van a dar algunas horas de tregua para que puedan descansar. En un minuto les vamos a repartir sacos de dormir, agua y un sándwich. Ah, y les voy a pedir un favor...quiero que se desnuden

Los rehenes murmuran un poco

--...quiero repartirles un mono rojo como el nuestro, para que estén más cómodos

Comenzamos a repartir los trajes

-- perdón...- Arturo me habla, llamado mi atención- entre toda esta gente, hay enfermos con dolencias cardíacas, mujeres embarazadas, diabéticos, adolescentes...- Berlin se acerca detrás de mi, rodeando mi cintura- yo les ruego que por favor dejen marchar a los más vulnerables, no creo que puedan aguantar está angustia toda la noche

-- ¿Tu quien pensas que eres?- Denver habla- ¿un puto Gandi?

-- Denver tranquilo...- Berlín le aparta- es un amigo mío. Compartimos la afición por el cine

Cuando veo que ambos hombres se alejan, lo pienso un poco, y saco una de las armas que entregaríamos

Le apunto a la cabeza y pequeños gritos de angustia de hacen presentes, mientras le tiendo el arma

-- coje la pistola- el niega con la cabeza- no te estoy preguntando "¿quieres coger la pistola?" Te estoy diciendo que la cojas

-- por favor...- el habla nervioso

-- coje la pistola- le repito una y otra vez, hasta que el la toma- ahora me apuntas

-- no...

-- te estoy diciendo que me apuntes. Es una puta orden, apúntame, coño- tomo la pistola, aún entre sus manos y apunto a mi pecho - aquí...

Denver y Berlín me ven con una sonrisa

-- ahora disparame

-- no, por favor...

-- dije, disparame

El se sigue negando, y saco mi pistola, cargándola y apuntandole yo a el

-- o me disparas tu, o te disparo yo. Te regalo 10 segundos. Uno, dos, tres...- cuento de corrido- cuarto, cinco, seis, siete, ocho, nueve...

Se escucha como Arturo aprieta el gatillo varias veces y la gente a nuestro alrededor grita

Le doy una sonrisa cuando nota que no pasa nada

-- son falsas, cariño- el hace una mueca- pero lo haz hecho muy bien ¿okey?- finjo reconfortarlo- muy bien. Te la puedes quedar

Berlín asiente orgulloso

-- les vamos a repartir algunas armas falsas y en unas horas ocuparemos de su participación. Cómo han visto, lo único que tienen que hacer es obedecer. Confiar en nosotros y obedecer- indico

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

Tres meses antes de el atraco

El juego estaba a punto de terminar, y peteo la pelota en dirección a la portería

La pelota entra en esta, sin poder ser detenida por mi hermano

-- GANAMOS!- Nairobi grita feliz

Berlín corre hacia mi y me carga, llevándome con el resto a festejar, tirándonos en el suelo y abrazándonos los unos a los otros

15 minutos después, el profesor nos indica sentarnos en el pasto, y comienza con una clase rápida

-- entrarán por los 4 sitios por dónde se puede acceder. La puerta principal, la zona de carga, la salida de emergencia y la azotea. Pero van a esperar. Van a esperar a que los de intervención técnica hagan reconocimiento de terreno y eso lo harán desde el acceso de carga

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

Nos escondemos detrás de las bobinas, en el acceso de carga

Berlín y Denver esperan la señal para entrar en movimiento

Se escucha que comienzan a taladrar la puerta

-- vamos- Berlín avanza y nos comenzamos a colocar en posición, bajando nuestras caretas

Una cámara entra por el orificio de la puerta y nosotros sabemos exactamente lo que ellos ven

Un grupo de puñeteros atracadores, con máscaras de Dalí, vestidos de rojo y apuntando en su dirección

Frente a nosotros, Helsinki con una metralladora

Ellos saben que entre nosotros, hay rehenes

La cámara sale de el orificio, dando por entendido que abortaron la misión

Nos alejamos de la puerta y nos quitamos las máscaras con unas sonrisas plasmadas en nuestros rostros

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

Y así fue como ganamos nuestra primera batalla, en nuestra primera noche. Sin entrar en combate por sentido común

20 minutos después, empezamos a hacer, lo que habíamos venido a hacer

Tokio, Moscú, Nairobi y yo, entramos en el área de maquinaria, con los rehenes frente a nosotros

Ellos comienzan a trabajar, imprimiendo billetes

-- a ver! Quiero las máquinas funcionando las 24 horas, como si esto fuera una red de pocholos, sabéis ¿no? Chiquipum chiquipum chiquipum...
C

ada vez que paramos, perdemos medio millón, así que no vamos a parar. Vamos a hacer las correcciones técnicas cada 3 horas, tanto de tinta, como de papel. Así que ya sabéis. Alegría, fiesta e ilución!!

Los billetes comienzan a ser fabricados a una velocidad increíble, mientras Nairobi y yo los vemos fascinadas, brincando de un lugar a otro

-- MADRE MIA! QUE MARAVILLA, COLEGA!- grita en mi dirección, desde el otro lado de la barra

-- JODER!- digo, viendo cada billete- ES NUESTRO DINERO, TOKITOKI!- le grito a mi cuñada, con felicidad, mientras ella lo ve fascinada y con una sonrisa