- Palermo
- lo escucho, profesor
- ¿Cómo está?
Mientras Helsinki se encarga de cocer la herida de Gandía y Palermo habla con el profesor por radio, nosotros nos mantenemos parados en la habitación, esperando por indicaciones, con la tristeza y el coraje inundando el cuarto
- esta consiente
- ¿estado físico general?
- tiene un brazo completamente inmovilizado, perdió mucha sangre, respira lo justo. Esta hecho un trapo
- ¿pero se recuperará?
- si yo fuera su madre, estaría prendiendo velas, señor
- ya les digo yo que se va a recuperar – Bogotá murmura, con el oso de peluche del hijo de Nairobi entre sus manos - Me voy a encargar personalmente. Como si tengo que sacarlo de aquí y estar con él seis meses. Pero yo a ti te curo. Te doy sopitas. Te pongo fuerte. Y cuando estés como un roble ¿sabes lo que va a pasar? Que te voy a matar. Te voy a matar a golpes
Mi hermano se levanta con coraje
- ¡¿Qué cojones hacemos salvándole la vida a este hijo de puta?!
- ¿puede hablar? – el profesor pasa por alto su pregunta
- de momento, esta parco
Me alejo de Berlín, hasta llegar a Gandía
Pongo una de mis manos sobre su entrepierna, apretando con la mayor fuerza posible
- ¿seguro que no puedes hablar?
- s-suéltame, hija de puta –
Aprieto un poco más, disfrutando de su dolor
- suéltame
Le doy un último apretón, alejándome y yendo directa a Palermo, tomando el radio
- profesor, puede hablar
- ha matado a Nairobi ¡¿Qué cojones estamos haciendo?! ¡Hay que matarlo!
- eso va a depender de él. Si quiere vivir, vivirá...
- no me jodas – me alejo, regresándole el radio
-...pero si quiere morir, morirá
- ¿Cómo que depende de el? – Tokio repite mi acción, quitándole el radio, mientras Palermo vira los ojos – tú no puedes decir eso. No tienes ni puta idea de lo que se siente aquí dentro. No sabes lo que significa mirar a este hijo de puta a los ojos
- Tokio...
- no me hables como si fueras mi padre ¿Acaso sabes lo que estoy sintiendo? ¿Sabes lo que está sintiendo Helsinki? Helsinki lo está cociendo. ¿Sabes a quien curo antes? No lo sabes. Claro que no lo sabes. No lo sabes porque vives en un agujero escondido como una rata. Por eso matan a Nairobi y tú sigues ahí dando órdenes, sin soltar una lagrima, porque tú no sientes nada. ¡No sientes nada!...-
Tokio comienza a perder el control, y Denver es quien actúa para alejarla y trata ayudarla a tranquilizarse
- ya...
Tokio solloza con fuerza, forcejando para que Denver la suelte
- ¡ya!
- ¡¿Qué?! ¡¿Ustedes también quieren darle sopitas?!
Es momento de entrar en razón...
- Tokio – llamo su atención, haciendo que sus ojos llorosos se posen sobre mí – si por mí fuera, tomaría mí pistola y le daría 50 disparos en los cojones, lo bajaría a la función y le metería la cabeza en el horno hasta que reventase...- sin que pueda evitarlo, mis ojos también se humedecen - ¿Creés que no me duele lo de Nairobi? ¿Qué no le duele al profesor?
ESTÁS LEYENDO
𝗗𝗲 𝗕𝗼𝘀𝘁𝗼𝗻 𝗮 𝗕𝗲𝗿𝗹𝗶́𝗻 | La Casa De Papel
FanfictionBoston, la hermana de Río, no era presisamente parecida a el Boston era una chica espontánea e inteligente. Le encantaba poner ansiosa a la gente, al igual que le encantaba burlarse de todo lo que le pareciera gracioso Cuando es reclutada para un a...