𝓑 𝓐 𝓑 51

1.3K 110 1
                                    

mi pierna se mueve con persistencia contra el suelo, poniendo atención hasta al más mínimo sonido

intento enderezar mi espalda, pero mi hombro sigue sintiendo un tirón con cada movimiento

- Bogotá! - la voz de Tokio se escucha por el radio, mientras Estocolmo y Denver solo intercambian miradas, siguiendo con lo suyo - Bogotá! a la biblioteca!

sus miradas se encuentran con la mía, sabiendo lo que haré

me levanto con rapidez, empezando a correr hacia aquella dirección

escucho sus pasos detrás de mí, pero me esfuerzo en ir más rápido

llego a la biblioteca al mismo tiempo que Bogotá, y notamos lo que pasa

Helsinki se encontraba colgado del cuello, mientras Tokio intentaba cargarlo, para contrarrestar el peso

Bogotá la ayuda a cargarlo, mientras corro hacia la segunda planta, sacando la navaja de mi pantalón

empiezo a cortar la soga con rapidez, hasta que esta se suelta, haciendo que Helsinki suelte un fuerte suspiro, intentando llenar sus pulmones de aire de nuevo

todos respiramos agitados por la tensión

- Gandía! hijo de puta!- Bogotá no se limita a gritar

escucho que alguien llega corriendo y cierro mis ojos escuchando su voz

- ¿Dónde está Boston?

- arriba

joder

siento un liquido recorrer mi brazo, y pongo mi mano en la herida, tratando de evitar que salga mas sangre

- Boston - lo escucho acercarse y disimulo - ¿Por qué viniste!?

- no me grites!

Su expresión se transforma en una arrepentida, mientras baja un poco la cabeza

- perdóname - susurra, tomando mis manos - tenemos que hablar

asiento, y ambos comenzamos a caminar en la misma dirección, dispuestos a salir de aquí para tener un poco más de privacidad

- ya venimos - les avisa al resto, llevándome con el

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

- Valentina, no puedes estar poniendo en peligro tu vida de esa manera. Te operaron hace horas!

- pero Helsinki necesitaba ayuda - me excuso rápidamente, sentada en un sillón, limpiando la herida

- solo te pido un día...

- sabes lo que un día vale aquí dentro. Estoy bien

el se agacha entre mis piernas, acariciando suavemente mis muslos

- necesito que te des cuenta de que sin ti, yo no puedo vivir - dice, acomodando mi cabello detrás de mis orejas - necesito que salgamos de aquí juntos. No puedo dejar que te pase nada

sonrío levemente

- se cuidarme, amor - aseguro, tomando sus manos - escucha. El día que yo sienta que ya no puedo, te lo diré, pero tienes que confiar en mi. Puedo con esto

el asiente, no muy convencido

- ¿me das un beso? - pido y lo veo sonreír de lado

- ¿y si mejor te doy otra cosa?

- creí que no podía moverme mucho, por estar "recién operada"

- no te tienes que mover. Yo lo hago todo

𝗗𝗲 𝗕𝗼𝘀𝘁𝗼𝗻 𝗮 𝗕𝗲𝗿𝗹𝗶́𝗻 | La Casa De PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora