𝓑 𝓐 𝓑 41

1.9K 158 14
                                    

Estocolmo, Nairobi y yo cuidamos de los rehenes

- mil leches!- Gandía grita, y viro los ojos, viendo a quien se dirige- dame agua!

- ¿Cómo me has llamado?- Nairobi pregunta molesta

- mil leches, pero también puedo llamarte doner kebab, zingara o vende melones

Ella nos mira y Estocolmo y yo, negamos con la cabeza

Se acerca a el, amenazante y camino tras ella en su defensa

- ¿Tu te crees que estás en situación de tocarme las narices?

- ni ganas. No me quiero ni imaginar los culos dónde ha tenido que estar esa nariz. Prefiero...- el me mira- la boquita de esta, haciéndome un trabajito ahí abajo...

Varios golpes en el metal de la escalera se escuchan y nos giramos hacia esta

- Gandía ¿Verdad?!- Palermo pregunta, terminando de bajar y llegando a nuestro lado- ¿Me parece a mí o percibo cierta negatividad en el ambiente? Vibraciones muy bajas- se para frente a el, susurrandole algo a Denver

Denver llega hasta nosotras, y nos obliga a dar algunos pasos hacia atrás

Palermo olfatea un poco

- huele a azufre. No veo muy bien, pero estoy desarrollando otros sentidos- el pasa su bastón, al rededor de su cuerpo, intentando saber dónde está exactamente- y mi intuición me dice que usted no nos respeta

- es lo que tienen los mamarrachos con careta. Que no dan respeto

Palermo se ríe burlón

- un pensamiento muy lógico viniendo de alguien de su escalafón, pero te equivocaste, flaco, conmigo. O viste mucha televisión ¿Pensás que somos Robin Hood? ¿Que somos adorables peluches con careta de Dalí?

- lo que yo creo, es que eres un hijo de puta, sudaca, tuerto y maricón

Palermo resopla con diversión

- sudaca...sudaca, si. Es cierto- toma su bastón con fuerza- pero de escuela alemana. La de Berlín

El empieza a golpear la mesa sobre su cabeza

- como me gustan las piñatas...

Comienza a golpear su cuerpo mientras Estocolmo intenta tranquilizar los gritos de los rehenes

- soy el sudaca que vino a repatriar el oro que ustedes saquearon, hijo de puta!

Sus agresiones continúan

Suelto un suspiro

- Denver, páralo- pido algo alterada, internamente

Denver lo separa, mientras el sigue gritando muy molesto

Nairobi, Helsinki y yo vamos detrás de ellos

Denver lo deja en el sillón

- nos has dejado en el mismo nivel que los talibanes! ¿Que pretendías demostrar ahi?! - Nairobi empieza a regañarle- ¿Autoridad? ¿Golpear a bocajarro a un tío que está atado? Lo único que demuestras para mí, es que eres un mierda!

- pero mándamelo suelto, que me lo cago a trompadas con una mano sola, a el puto ese! Mándamelo!

- ¿A este puto loco ha puesto el profesor a el mando? ¿A este ciego camorras?- Denver pregunta, también exaltado

- si. Berlín no puede estar a el mando, por su relación con Boston- Helsiki les recuerda

- no. Escúchame, Palermo. Tenemos un plan y tenemos unas normas. Las puso el profesor y eso es lo que manda!

𝗗𝗲 𝗕𝗼𝘀𝘁𝗼𝗻 𝗮 𝗕𝗲𝗿𝗹𝗶́𝗻 | La Casa De PapelWhere stories live. Discover now