𝓑 𝓐 𝓑 59

638 70 2
                                    

Un año antes

Nunca entendería a las personas que aseguraban que hacer el amor era algo que no les daba ánimos de vivir. Podría jurar que estaban mintiendo, o simplemente no habían encontrado a alguien como Andrés

Cada día que pasábamos encerrados en el monasterio era mejor, uno tras otro. Debería avergonzarme sentirme tan excitada dentro de un convento de mojes, pero simplemente no podría

Me mantenía analizando cada pequeño detalle de nuestra habitación, con solo una camiseta de Andrés encima, mientras el volvía con el vino

Verlo acercarse con las dos copas me emociona de nuevo, acercándome a el, para rodearlo con los brazos y comenzar a besar su cuello

Noto como cierra la puerta de la habitación a sus espaldas, tomándome de la cintura y comenzando a caminar hacia la cama

Recién llegamos a esta, nos separamos, sentándonos uno a cada lado

El se encarga de servir las copas, entregándome una y recostandose de nuevo en la cama, colocando una mano sobre mi muslo izquierdo

- ¿Cómo estás? – cuestiona, dándole un trago

- mareada – confieso, removiendo la copa sobre mi mano, con una sonrisa - y extremadamente cómoda

El me regresa la sonrisa, dejando la copa sobre su mesa de noche, acercándose para besarme en hombro

- estás preciosa

- ya se – coloco mi mano sobre su cabello, soltando un suave jadeo por el trabajo de su boca - gracias

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

Actualidad

- Lisboa para profesor, ¿me recibes? - ella intenta por tercera vez, mientras Tokio y yo intercambiamos miradas, con algo de confusión

- ¿Cuánto tiempo estuvieron interrogándote en la carpa? -

- treinta horas, ¿por qué? ¿Te parece mucho para mantener la boca cerrada?

- para mí no, para ti, no sé. Igual viste la placa y te pusiste melancólica. Y de ahí, a contar como vamos a sacar el oro

Lisboa se gira hacia ella, hablándole directamente

- por lo menos yo no me he ido a mover el culo por las discotecas de Panamá

Evito con toda mi fuerza sonreír divertida, mientras ella intenta llamar al profesor de nuevo

- debe estar dándo cobertura a Marsella desde afuera. En veinte minutos tenemos llamada de control

- bueno, pues si tenemos 20 minutos necesito una ducha, y un mono rojo 

- a sus órdenes, mi profesora - Tokio se aleja burlona, mientras Lisboa lleva su mirada hasta mi

- ¿Cómo estás? Me entere lo de...- ella señala mi estómago, haciendo referencia al embarazo

- mejor de lo que debería. Al parecer es muy fuerte

- como sus padres

Sonrío levemente, antes de salir de la habitación, para que tome la ducha que desea

━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━━

Limpio mi herida con cuidado, revisando su estado

Siempre he sido de buena cicatrización, pero por alguna razón, salía demasiada sangre para ser normal

Te dieron un jodido disparo. ¿Qué esperabas?

- ¿Cómo va? – Berlín pregunta, tomando asiento a mi lado en la mesa

- mejor, supongo

Todos nos mantenemos sentados en la mesa, esperando a que la hora de la llamada de control llegue

Lisboa, quien es la más pendiente al reloj, llama recién marca la hora

- Lisboa para Profesor. Llamada de control para Profesor

La respuesta tarda en llegar, aumentando nuestros nervios

- aquí profesor –

Lisboa suspira notoriamente aliviada

- hola, Sergio. El plan parís ha sido un éxito. Arrancamos con el plan Roma. En una hora comenzamos con la extracción

- no va a haber extracción. Es posible que esta sea la última vez que hable con vosotros

Noto como Andrés no es único en tensarse al instante

-...el estanque de tormentas ha sido descubierto

- Hola, Lisboa – la voz de Sierra nos toma desprevenidos – hola Boston, Tokio, Berlín...bueno, hola en general a todas esas ciudades que recordareis pero que jamás podrán volver a visitar

- ¿Quién es? – Denver pregunta tenso

- la inspectora Sierra. Está al mando de la investigación

- sí, más o menos. ¿Qué tal, Raquel? Supongo que estarás hecha un torbellino de emociones ¿no? Antes te tenía en la carpa. Después volando por los aires como un pajarillo. Y de repente...- se escucha como golpea la radio contra algo – todo acabado. Pero las dos sabíamos que esto tenía un precio, y ha llegado la hora de pagarlo... ¿unas últimas palabras, profesor?

Él se toma unos segundos. Unos de los segundos más largos que he presenciado en mi vida

- lo siento Raquel. Lo siento Andrés. Lo siento, Valentina. Lo siento mucho, Rio. Lo siento, Palermo. Lo siento mucho, Helsinki. Lo siento, Manila. Lo siento, Bogotá. Lo siento mucho, Estocolmo. O siento, Denver. Lo siento mucho, Tokio. Lo siento mucho...

- bueno, vosotros. Me quedaría horas hablando de sus mejores jugadas como la de la hurona por la alcantarilla. Pero aquí tenemos muchas cosas que hablar. Cambio y corto, majetones

Nos mantenemos en silencio, intentado procesar nuestra posición

- tiene que haber un plan B – Tokio asegura – el profesor siempre tiene un plan B

- no hay plan B

- ¿tan egocéntrico es? ¿Lo tiene para todo, menos por si falla él? No creo que sea tan mierda

- ¿y qué plan quieres que haya, Tokio? Solo se puede sacar el oro por un sitio. No hay plan B, porque solo es posible el plan A

Mientras Lisboa se aleja ansiosa, noto como Andrés y Martin intercambian miradas buscando alguna otra opción

Al final del día, fue un plan completamente suyo

Cuando mi esposo se levanta furioso, lo entiendo. Ni siquiera el confiaba por completo en un plan tan delicado. Solo había sido una fachada

- estamos contra las cuerdas, pero todavía no estamos muertos – murmuro, evitando que él se vaya

- ¡Ejercito! – el grito de Helsinki me hiela la piel

- militares. Demasiados militares

Todos nos acercamos a las ventanas, viéndolos aproximarse

Joder. Estamos perdidos

Ese es el momento en el que chocas contra una pared, a 150k/h. Es el final del camino

Ver todos esos camiones estacionándose en la puerta y sacando sus armas, me demuestra que nunca fuimos invencibles

A todos nos pasa alguna vez en la vida

Siento la mano de Berlín pasando suavemente por mi vientre, con un escalofrío

Todo lo que habíamos vivido en trajes rojos, acababa aquí. Este era el final de nuestro camino juntos



°°°
Gracias por la paciencia 💗
Los quiero!!

𝗗𝗲 𝗕𝗼𝘀𝘁𝗼𝗻 𝗮 𝗕𝗲𝗿𝗹𝗶́𝗻 | La Casa De PapelDonde viven las historias. Descúbrelo ahora