Five

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—Oh, Mitsuya

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—Oh, Mitsuya. —dijo Draken a lo que yo rápidamente levanté la mirada. Seguía con la cuchara del helado que pasamos a comer antes de iniciar las clases de la tarde.

—Hola, chicos. —se sentó enfrente de mí y me miró—. Hola, Hana.

Cerré mis ojos y alcé mi mano. Quité la cuchara de mi boca y le di otro bocado. ¡Ah, esto estaba delicioso! Mi hermano y Mitsuya comenzaron a platicar de no sé qué cosa, ya que yo estaba demasiado afamada con mi postre. Sano a mi lado se había quedado completamente dormido luego de terminar su parfait. Tuvimos una discusión, ya que el muy enano me había comprado el postre, pero cuando se acabó el suyo me rogó por otro bocado. Obviamente le dije que no.

—La otra semana estaré algo ocupado y no sé con quién dejar a mis hermanitas. —volví a la conversación con Mitsuya y lo miré. Parecía avergonzado.

—Yo puedo cuidarlas. —dije sin pensarlo.

—¿Segura? —Takashi me miró con ojos suaves—. Tienes clases de maquillaje en las tardes, te quitaría mucho tiempo.

—Puedo hacerme un tiempo, de verdad. —me comí la cereza y le sonreí—. No sería la primera vez que cuidaría de Mana y Luna, así que no tengo problemas.

—Te lo agradecería, Hana.

Sano despertó y miró mi vaso todo vacío. Miró a mis ojos con decepción.

—¿Qué me miras así? —fruncí el ceño.

—Prometiste guardarme un poco cuando despertara.

—¡Pero que mentiroso! —exclamé y él aguantó una carcajada—. Eres de lo peor, Sano Manjiro. Si quieres otro, cómprate uno y listo, problema resuelto.

—No puedo porque el dinero lo gasté comprándote el tuyo.

Eso me hizo sentir mal. Busqué en mi bolso algo de dinero y se lo pasé. Sus ojos comenzaron a brillar.

—¡Gracias!

Pasó, literalmente, sobre mí, pasándome a llevar un pecho con su pie y solté un quejido. Sano ni cuenta se dio porque estaba fijo con la meta de comprarse otro postre.

—¡Ay, me dolió! —casi me saltan las lágrimas.

—¿Estás bien? —Mitsuya se preocupó.

—Sí. Joder que duele que te peguen en una chichi. —hice un puchero.

—Iremos a buscar a Takemicchi a su colegio. —dijo mi hermano y yo casi me ahogo con el agua que acababa de tomar.

—¿Takemicchi?

—Un chico que conocimos ayer en la pelea clandestina que organizó Kiyomasa. —respondí y cuando divisé a Mikey, me corrí de mi asiento para que se sentara en la esquina.

Bumblebee || Mitsuya TakashiWhere stories live. Discover now