Bumblebee || Mitsuya Takashi

Eighteen

Cuando llegamos al hospital, ni me molesté en esperar a Mitsuya, yo solamente quería saber cómo estaba mi hermano. Corrí a urgencias y me acerqué a Takemicchi, tomándolo por los hombros para mirarlos a los ojos, pero él simplemente apretó sus labios y trató de no mirarme.

-¿C-cuál es su estado? -mi voz salió como un susurro.

-Ha tenido un paro cardíaco.

"¿Qué...?". Me senté en el sofá, comenzando a llorar sin poder controlarme. Mi cuerpo entero temblaba. Mitsuya me abrazó de lado, acariciando mi mojado cabello y dejando de vez en cuando un beso en mi sien para intentar calmarme. Pero yo también podía sentir cómo él estaba temblando. Los dos estábamos destrozados.

-¡Mikey-kun! -levanté la mirada para ver al rubio que recién había llegado-. ¡Draken-kun...!

-Lo escuché, ¿Dónde está la sala de espera?

Todos comenzaron a nombrarlo, yo solamente me mantuve callada y mirándolo fijamente.

-Todos cállense. Es un hospital, así que hay que estar callados. -tomó asiento a mi lado, tomando mi mano para darle un suave apretón-. Kenchin, siempre fue alguien que mantenía su palabra. Él no se va a morir aquí, no haría algo tan deshonesto. Porque prometió que juntos dominaríamos todo el país. Así que, Hana, Emma, Mitsuya, Peh-yan, Takemicchi, crean en Kenchin. -sonrió.

"No sonrías así", pensé. "Lo estás pasando igual o incluso peor que nosotros". Mitsuya acarició mi mano libre sacándome de mi burbuja. La otra mano la seguía sosteniendo Mikey y podía sentir que de vez en cuando temblaba a pesar de intentar controlarse. Miré al chico de cabello corto a mi lado y él me regaló una pequeña sonrisa.

-Draken estará bien.

-Sí... Gracias por darme apoyo.

La luz que indicaba que la operación había terminado, nos sacó a todos de nuestra burbuja. Me puse de pie, sosteniendo la mano de Mitsuya, pues Mikey había soltado la mía cuando se paró. Mi corazón latía con fuerzas y mi respiración comenzó a ser pesada. Takashi sujetó mi mano con más fuerzas, para hacerme saber que él estaba a mi lado. La puerta se abrió, dejando ver al doctor encargado de la operación.

-Escapó de la muerte. La operación fue un éxito.

Tomé aire. Mis ojos se llenaron de lágrimas y Mitsuya no tardó en abrazarme. Así como los demás comenzaron a gritar de la alegría. Sentí como esa maldita carga que llevaba sobre mis hombros desapareció.

-Gracias a Dios. -susurré, con lágrimas de felicidad cayendo por mis mejillas. Mitsuya también lloraba conmigo.

-¡Todo fue un éxito, Hanabi-chan!

-¡Salvamos a Draken-kun!

Les sonreí a los amigos de Takemicchi con timidez. Me separé de Mitsuya para acercarme a ellos y hacer una reverencia.