𝙕𝙝𝙤𝙣𝙜𝙡𝙞 𝙭 𝘾𝙝𝙞𝙡𝙙𝙚 [ 𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨 ]

Batalla [K+18]

Bueno, hoy es día 4 de octubre y empiezan los cinco one shots del Kinktober. En teoría debería ser uno por día, pero no me da la vida. Cada lunes habrá un One Shot nuevo, y muy probablemente estén todos tipo en el universo del juego. De todas formas son ellos dos follando, así q tampoco importaría mucho q fuera un AU pero en fin.

Semana 1: Masoquismo

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Childe golpeó el escudo de Zhongli una y otra vez con sus espadas hydro, mientras el otro se quedaba quieto en su sitio, mirándolo casi con pena. Sintió la sangre hervir en sus venas, apretando los dientes frustrado y apartándose del ex arconte, viendo como el otro seguía intacto, a comparación de él, que era un desastre sudoroso. Respiró aceleradamente, juntando las espadas para crear una lanza, la cual impactó de nuevo contra el maldito escudo, soltando un grito de ira y frustración.

-¡¡Esto no es lo que hemos acordado!! -gritó mientras la lanza se desvanecía en pequeñas gotas de agua. Zhongli lo miró, curvando las cejas hacia arriba. Parecía que sintiera lástima por él, y eso solo provocó que tuviera más ganas de golpearle si no fuera por ese estúpido escudo geo que lo mantenía seguro constantemente.

-Deberías tranquilizarte -habló cruzándose de brazos y agravando su expresión. Sintió un tic en el ojo, enderezando su postura y colocando sus brazos tensos a los lados.

-Estoy muy tranquilo -masculló. Zhongli frunció el ceño, suspirando resignado. Habían acordado que pelearían para compensar la 'pequeña' traición de Zhongli, Childe no estaba enfadado realmente, pero lo que sí hizo que la furia se apoderara de él fue el hecho de que la pelea resultara siendo una decepción. Esperaba sangrar, luchar de verdad contra un dios, contra el ex arconte Geo. Contra Zhongli. Pero lo único que obtuvo fue un saco de boxeo con patas, y eso lo irritó en desmedida. Estaba empezando a pensar que haber ido al mundo interior del Adeptus no mereció la pena, a pesar de la agradable sensación de calidez que transmitía este.

-¿De verdad quieres pelear en serio? -su tono de voz se volvió grave, los ojos dorados brillando bajo su línea de pestañas. Childe sintió un cosquilleo en su estómago, haciéndole esbozar una sonrisa engreída. Al parecer las cosas se estaban tornando a su favor.

-Es lo que te he pedido desde el principio -sonrió, colocándose en posición de ataque al ver como el escudo se iba desvaneciendo. Zhongli extendió el brazo hacia un lado sin separar sus ojos de los suyos, invocando una lanza. No una cualquiera, Childe la reconoció al instante; la lanza Perforanubes, la que usó el Arconte Geo en sus muchas batallas, incluyendo la Guerra de los Arcontes. Se lamió los labios, el cosquilleo aumentando y expandiéndose en todo su ser. Zhongli sostuvo el mango de la lanza, haciendo un movimiento brusco y bajando la punta del arma en dirección al suelo, sin que el filo llegara a rozar la piedra bajo sus pies. Childe sonrió, viendo el rostro serio del castaño que se mantuvo quieto sin mover ni un músculo mientras veía como el Heraldo volvía a invocar las espadas, avalanzándose contra él.

El agua chocó contra la empuñadura de la lanza, mientras Zhongli iba moviéndose en sintonía con Childe, bloqueando cada uno de sus movimientos sin apenas esfuerzo. Levantó la pierna, chocando el extremo de la lanza y haciéndola girar en su dirección, obligando a que retrocediera.

El Adeptus volvió a coger la empuñadura en un rápido movimiento, apareciendo detrás suyo y dándole un golpe en el costado con el mango, haciendo que hiciera un traspiés. Sonrió ante el dolor, notando el cosquilleo aumentar en su abdomen, girándose hacia Zhongli e invocando su arco, lanzando una lluvia de flechas sobre el castaño. Un pilar se elevó bajo sus pies, Childe pegó un salto, impulsándose con la piedra que expulsó energía geo, haciendo que todo su cuerpo se estremeciera ante la sensación.
Cayó al suelo con ambos pies, volviendo a sonreír, buscando al Adeptus sin conseguir verlo. Un destello por el rabillo del ojo lo hizo reaccionar, ladeando la cabeza y viendo el filo de la lanza rozar su mejilla, mientras un fuerte golpe en el estómago le hizo escupir el aire en sus pulmones.