Para Zhongli

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Me gustaba estar contigo, me gustaba tu presencia; tu compañía. Me gustaban esas comidas al mediodía y esos largos paseos por el puerto, escuchando tus charlas que parecían que nunca iban a terminar. Deseaba que nunca lo hicieran, a decir verdad, me fascinaba toda la información que podías almacenar en tu cabeza y ser capaz de transmitirla con tal fluidez.

Me gustaba hablar contigo, aunque a veces no me dieras el turno de palabra debido a que te enfrascabas en tu discurso tan profundamente que no te percatabas de lo mucho que llegabas a hablar. Nunca me importó. Me gustaba escuchar tu voz, tu risa cuando finalmente podía hablar y decir alguna ocurrencia de las mías. Nunca pensé que mis bromas fueran graciosas, pero solo con verte reír de esa forma las dudas que tenía se desvanecían en un abrir y cerrar de ojos.

Me gustaba ver como tus labios se curvaban hacia arriba en una ligera y gentil sonrisa, mientras de tu boca salía ese sonido que hacía que mi corazón se acelerara y mis mejillas se tiñeran de rojo.

Me gustaban tus ojos ámbar, brillantes y encantadores. El color dorado de tu iris que parecía que fuera oro de verdad, con esos brillos semejantes a los de una piedra preciosa como el Cor Lapis; tus pupilas tan extravagantes que desde el primer momento captaron mi atención, hipnotizado al nunca haber visto unas parecidas.

Me gustaba tu pelo largo y liso, castaño con un degradado naranja que a veces parecía brillar bajo la luz del sol o al sentir la energía elemental Geo. A veces me preguntaba cómo era eso posible, pero la pregunta se esfumaba de mi cabeza al ver que te dabas cuenta de mis ojos puestos sobre ti.

Me gustaba tu forma de luchar, tan elegante y ágil como el resto de tus movimientos. La forma en la que con solo un grácil movimiento de lanza podías derrotar a todos los enemigos en el fragor de la batalla, como con una afilada mirada eras capaz de destruir a todos quienes se interpusieran en tu camino. Ver como usabas el terreno a tu favor en combate y hacías emerger de la tierra esos pilares Geo o como te protegías con tu escudo indestructible me hacía querer retarte a una batalla. Parecía que fueras un guerrero innato, alguien nacido para la guerra, alguien cruel y despiadado que haría cualquier cosa para salir victorioso. Me preguntaba cómo era posible que un simple consultor de una funeraria fuera capaz de hacer tales cosas, pero nunca lo juzgué. No soy la persona más indicada para poner en duda el pasado de los demás.

Por eso mismo, me gustaba tu visión Geo. El elemento de la roca, el contrario al mío, el agua. El agua, tan versátil y moldeable a comparación de la roca, tan dura y resistente. Parecías la personificación de tales promesas, al igual que yo con el mío correspondiente.

Sin embargo, tu visión es tan falsa como lo era nuestra relación.

Terminaste siendo el Arconte Geo, Rex Lapis, Morax. Patrono de los contratos, dios de la guerra, del comercio... Mi objetivo al llegar a Liyue.

Tu memoria es tan formidable debido a todos los contratos que has debido firmar durante todos estos años, tus ojos y la luz de tu cabello siendo la representación pura de la energía elemental que corre por tus venas, tu experiencia en batalla habiéndose forjado a partir de todas las guerras que ganaste en el pasado; a todos los dioses que sellaste y asesinaste para proteger a tu gente y convertirte en uno de Los Siete.

Tú, Zhongli. Tú eras la persona a la que creía que mi corazón pertenecía, la persona que era capaz de iluminar mis días y llenarlos de alegría.

Pero todo terminó siendo un engaño. Caí en tus garras, me hice falsas esperanzas y creí en palabras vacías. Seguí tu plan ingenuamente, siendo una mera pieza de ajedrez a la que controlar sobre el tablero, sobre tu juego.

Y aún así, vienes a buscar mi perdón y hablando despreocupadamente como si nada hubiera pasado. Tonto de mí que las acepté sin pensarlo demasiado, cegado porque nuestra relación pudiera volver a ensamblarse.

Pero ahora eres tú quien está destrozado, quien ha rogado para que regrese a tu lado.

Han pasado cinco años desde la última vez que nos vimos, desde la última vez que rogaste que me quedara junto a ti. Pero eso nunca podrá suceder.

Ya no estoy resentido, en realidad, comprendí mi papel en todo tu juego al poco de nuestra reconciliación. No tenía una razón real para enfadarme contigo, si todos los demás lo habían hecho. Después de todo, ser el arma perfecta de los dioses debería considerarlo un honor.

Pero por ese mismo motivo nuestros destinos siempre estuvieron separados. Pertenezco a la Tsaritsa, juré lealtad a hacer realidad su promesa, a seguir a una guerrera tan despiadada como ella. Y tú eras una roca en mi camino, algo que amenazaba con interferir en mis planes y hacerme fallar. Por eso te abandoné, por eso me marché tras asegurarme de que no vendrías a buscarme nunca más.

Diez años deben ser una brisa para alguien tan longevo como tú, pero para mí —un simple mortal, es mucho tiempo. Y a pesar de eso y de tu magnífica memoria, sigo preguntándome si piensas en mí, en todos los momentos que pasamos y compartimos.

Pensé en ir a buscarte por esa misma razón, por el deseo de querer volver a verte después de tanto tiempo. Pero no lo hice, y fue ingenuo de mi parte pensar que tú lo harías en mi lugar.

¿Y no es irónico? De todas las cosas que podría estar pensando en este momento, tú eres quien ha invadido mi cabeza y me acompaña en mis últimos momentos. Un mero recuerdo del pasado, difuso mientras los últimos pedazos de mi mente se apagan y mi corazón late cada vez más lento.

Quizás nunca sepas de mi muerte, quizás vivas tu vida con normalidad ajeno a mí. En algún punto darías dar por hecho mi fin, quizás en unas cuantas décadas más. O por el contrario te enterarás y el sentimiento de culpa y remordimiento te consumirá hasta el resto de tus días. En realidad no sé si sentirías eso, después de todo, solo he estado en un insignificante trozo de tu larga vida.

Pero sea cual sea el caso, tú me has acompañado hasta el final.

Y con una sonrisa en mis labios ensangrentados, un último suspiro sale por mi boca antes de que mi corazón se detenga finalmente.

Y con una sonrisa en mis labios ensangrentados, un último suspiro sale por mi boca antes de que mi corazón se detenga finalmente

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Inspiración divina mientras veía tiktok a las 2:20 am

Literalmente es lo primero q he escrito desde que terminé Redemption lol sfsfsg

Igual sigo d hiatus, esto es solo eso, inspiración repentina.

Espero q os esté yendo bn la vida y os haya gustado esta cosa en primera persona, angst d calidad ñam

[11/5/22]


𝙕𝙝𝙤𝙣𝙜𝙡𝙞 𝙭 𝘾𝙝𝙞𝙡𝙙𝙚 [ 𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨 ]Where stories live. Discover now