𝙕𝙝𝙤𝙣𝙜𝙡𝙞 𝙭 𝘾𝙝𝙞𝙡𝙙𝙚 [ 𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨 ]

Ojalá ser Zhongli [K+18]

Kinktober última semana: deprivación de los sentidos.

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Zhongli observó al pelirrojo desde la cama, una pequeña sonrisa plasmada en sus labios, mientras sus manos permanecían detrás de su espalda. A pesar de su intento de mantener una posición 'inocente', sus ojos irradiaban lujuria. El castaño dejó el libro que tenía en las manos, colocando el punto de libro y cerrándolo, moviendo el brazo para dejar su lectura sobre la mesita de noche, junto a la lámpara. Childe miró cada uno de sus movimientos, quedándose en la entrada del dormitorio sin decir ni hacer nada.

El ex arconte puso sus manos en su regazo, dirigiendo su atención hacia el Heraldo.

—¿Qué ocurre? —preguntó, viendo como los ojos azules continuaban emitiendo lujuria.

—Había pensado en una cosa —empezó a decir. Zhongli sonrió suavemente, viendo como el otro empezaba a caminar hacia él—. Solo si estás de acuerdo.

—Siempre piensas en muchas cosas, Childe —sonrió, mientras el otro se subía a la cama, sentándose encima suyo, a la altura de los muslos. Childe pasó las manos por los hombros del Adeptus, inclinándose hacia adelante.

—¿Y no te gusta eso? —cuestionó con una gran sonrisa, su faceta inocente desapareciendo por completo. Zhongli estrechó su rostro con las manos, acercándose más a él y dándole un beso suave en el puente de la nariz, la piel salpicada por pecas.

—Me encanta —respondió, el pelo anaranjado haciéndole cosquillas—. Dime la propuesta para hoy, entonces —el Heraldo se apartó rápidamente de él, saliendo de la cama y caminando hacia el armario. Zhongli se inclinó hacia adelante, mirando con curiosidad como abría las puertas del armario y empezaba a buscar algo. Tras unos segundos, Childe se giró con una gran sonrisa, sus manos sujetando unas cintas de color negro.

—Dicen que cuando te quitan los sentidos eres más sensible —dijo mientras volvía a acercarse a él, subiéndose nuevamente al colchón y sentándose en su regazo—. Me preguntaba si podía hacer eso contigo —sonrió.

Zhongli consideró la petición de su pareja. A juzgar por las dos cintas y las distintas longitudes de ellas probablemente le iba a quitar algo más que la visión. ¿Quizás lo ataría a la cama? Eso impediría que lo tocara. Sus sentidos eran más fuertes que los de los humanos gracias a que era un Adeptus, y ser privado de la vista intensificaría los otros en una búsqueda de compensar la carencia. Si para una persona normal eso era satisfactorio, para él lo sería aún más. Sus labios se curvaron hacia arriba, encontrándose con las orbes azules.

—Hagámoslo —Childe le sonrió empezando a desabrochar la camisa del castaño, dejando las cintas a un lado. Zhongli hizo lo mismo con la prenda carmesí de su compañero, ambos compitiendo para ver quién le quitaba la ropa antes al otro. La camisa de Childe se deslizó por sus hombros, mientras la suya propia ya había sido lanzada a algún lugar de la habitación hacía rato.

El pelirrojo se terminó de quitar la camisa, mientras dejaba que el Adeptus empezara a desabrocharle el cinturón. Pasaron unos momentos más hasta que ambos quedaron solo en ropa interior. Zhongli le dio un beso en los labios, para luego estirarse sobre el colchón boca arriba, permitiendo que Childe le atara las manos por encima de su cabeza con la cinta más larga, mientras el otro extremo era atado al cabezal de la cama. Comprobaron de el nudo no le hacía daño ni que se pudiera soltar, haciendo que Zhongli moviera un poco las muñecas.

—¿Cómo está? —preguntó Childe, sujetando la cinta más corta en sus dedos.

—Bien —respondió, dejando sus movimientos. El pelirrojo le sonrió, inclinándose hacia él y tapándole la visión con la cinta. Zhongli cerró los ojos, elevando un poco la cabeza para que Childe pudiera hacer el nudo en la parte posterior de su cabeza.