𝙕𝙝𝙤𝙣𝙜𝙡𝙞 𝙭 𝘾𝙝𝙞𝙡𝙙𝙚 [ 𝙊𝙣𝙚 𝙎𝙝𝙤𝙩𝙨 ]

i dreamt about u

—¿Childe? —el pelirrojo se giró, pareciendo sobresaltado al escuchar la voz del castaño. Sus pupilas se contrajeron y su mirada evitó la suya al darse cuenta de quién era, sus cejas frunciénfose levemente y su manzana de Adán subiendo y bajando al haber tragado saliva.

Zhongli también estaba nervioso.

—Zhongli... Cuánto... Cuánto tiempo —empezó a hablar, su tono de voz habiendo flaqueado al principio de la frase.

—Sí... Cuánto tiempo —susurró Zhongli, desviando la mirada de los ojos azules que le retorcían el estómago. De todas las personas con las que podía haberse encontrado, ¿tenía que ser él? Era como una broma de mal gusto.

¿Pero para qué ponerse de esa forma?

—¿Q-Qué haces aquí? —preguntó el pelirrojo, cerrando los ojos durante más segundos de lo necesario al parpadear, tensando los músculos de su rostro mientras cambiaba el peso a la otra pierna, cruzándose de brazos.

—Bueno... —Zhongli movió un poco la cabeza, agrandando los ojos y mirando a su alrededor. Supuso que no podía sacar un mejor tema de conversación sin mencionar lo ocurrido. Obviamente que no. Alzó un poco la cesta de la compra, haciendo un gesto con la cabeza mientras dirigía su mirada hacia los ojos azules—. Haciendo la compra —miró hacia la cesta de Childe momentáneamente.

El pelirrojo pareció darse cuenta, echándose de golpe hacia atrás mientras asentía con la cabeza.

—Claro, claro... La compra —sonrió de forma forzada, una sonrisa nerviosa escapándose de su garganta hasta morir a los pocos segundos, quedándose suspendida en el aire. Childe volvió a sonreír, respirando hondo—. En fin... Ha sido bueno verte de nuevo, Zhongli —le intentó dar unas palmaditas en el hombro, pero en cuanto su mano chocó contra la chaqueta de Zhongli, este se apartó. Childe colocó la mano en el interior de su bolsillo rápidamente, notoriamente tenso. Agachó levemente la cabeza, tragando saliva y mirando a todas partes excepto a los ojos dorados, quienes lo miraban de reojo—. Será mejor que me vaya. Cuídate.

Zhongli observó en silencio como Childe cogía el mango de la cesta y se retiraba sin decir ni una palabra.

Su estómago se retorcía y el malestar en su pecho seguía igual de potente desde el primer segundo en que vio su cabellera naranja seguida de sus ojos azules. ¿Por qué reaccionaba de esa forma? Una amistad terminada dolía, por supuesto. El dolor podía durar años, podía incluso no desaparecer.

Pero ambos sabían que lo suyo no había sido simplemente una amistad. O al menos, no para Zhongli. Le dolía tanto como si hubiera sido una ruptura, la peor ruptura que ningúna pareja hubiera podido experimentar.

El problema era, que, ellos nunca habían sido nada.

—Espera —Zhongli dio un paso hacia adelante, alargando la mano para sujetar el antebrazo de Childe. En su voz el tono de la duda se hizo denotar levemente, alguien que no lo conociera no podría haberlo detectado tan siquiera. Pero Childe no era alguien cualquiera. El castaño tragó saliva, respirando hondo—. Tenemos que hablar.

—

Zhongli respiró hondo, colocando las manos alrededor de la taza, la cerámica caliente debido al té recién hecho que le habían servido. Childe por su parte había pedido un vaso de agua, quizás demasiado incómodo como para llevarse otra cosa a la boca.

No es como si Zhongli no estuviera también de esa forma, pero no era él quien precisamente tuviera que darle las explicaciones al otro.

—Lo siento mucho —se disculpó Childe, sus ojos azules evitando la mirada de Zhongli, que se había clavado en el rostro pecoso del pelirrojo. Childe se encogió un poco de hombros, las manos entrelazadas sobre la mesa, apretando el agarre a cada segundo que pasaba—. No debí... Cortar la amistad.