S e i s

6.1K 779 55
                                    

Las martillos, la madera siendo cortada con un serrucho, hombres gritando y todas esas cosas son las que escuchaba la gran familia Jeon, la cual estaba desayunando esa hermosa mañana de sábado, mientras veían desde el gran hueco de su cocina, a alfas y algunos omegas trabajar en la ampliación de su casa, pues Jungkook creía que ya era momento de que cada uno de sus pequeños tuviera su propia habitación, y por supuesto que Jimin y él tuvieran su privacidad, extrañaba intimar con su omega.

— ¡Papá! — ese era Soobin — ¡¿me pasas la mermelada?!

— ¡Sí! — Jungkook tomó el frasco y se la pasó a su pequeño.

— ¡¿Entonces hoy irán a saber que va a ser el bicho?! — todos voltearon a ver a Jihyun, pues de alguna manera era un apodo muy feo — ¿qué?

— ¡No le digas así! — le reprendió Tae — ¡mejor dile ardillita, porque se mueve como una!

— ¡NO!, ¡yo soy ardillita! — gritó Hoseok mientras sus ojitos se ponían llorosos.

— ¡Bueno, Bueno!, ¡calmados! ¡el bebé es un pequeño guajolotito! — sentenció Jimin y nadie se atrevió a decirle lo contrario.

Por lo que todos siguieron comiendo terminando con un "guajolotito es bonito", todos los niños fueron corriendo hasta sus habitaciones, pues irían con su abuela de parte de su papá alfa, mañana irían con su abuela, mamá de su papá omega.
Mientras que Jin y Namjoon decidieron ayudar a lavar los platos que habían salido, diciendo que su papi necesitaba descansar, estaba en su octavo mes, así que todo le pesaba, incluso su tío Seungmin se está haciendo cargo del restaurante de su papi.

— ¿No crees que tu mamá se va a cansar de cuidar a todos? — Jimin estaba preocupado por su suegra, pues la última vez que habló con ella se quejaba de su dolor de caderas.

— Les pedí a Nam y Jin que fueran atentos con ella, que le ayudaran en lo que fuera, Hoseok, Soobin y Gigi me prometieron cuidar a Tae, Jihyun y Beom.

— Siempre viendo por tu mami — Jimin estiró sus manitas y su alfa no dudó en acercarse para que él omega lo envolviera en sus brazos — me gusta lo amable y bondadoso que eres.

— ¿En serio?, ¿así me ves? — el alfa acercó su naricita a la marca que le había hecho a su pareja.

— Por supuesto amor, eres el alfa más hermoso y de buen corazón que pueda existir, le agradezco a la luna por enlazarme con un alfa como tú — sonrieron para darse un beso, eso hasta que el pequeño Beom se levantó y comenzó a pegarle a su papá alfa por molestar a su papi.

Ambos adultos solo rieron y terminaron de arreglarse para la cita que tenían, pero claro que como siempre, era un desastre al momento de acomodarse en la camioneta.

— No, yo quiero ir en la ventana.

— Si tú vas en la ventana, yo tendré que ir en medio, eso me hará maerearme y voy a vomitar.

— No me importa, soy tu hermano pequeño y debes de hacer lo que yo digo.

— Es al revés maldito engendró — Jungkook ya se había cansado, se giró mirando a los únicos niños que no se habían sentado.

— ¡Basta ustedes dos!, ¡siempre es lo mismo antes de cada viaje, solo recorran la maldita sillita! — Beom al escuchar eso solo rió, le gustaba ver a la gente pelear, era su pan de cada día.

Ambos niños asintieron y recorrieron la sillita de su hermano colocando el cinturón de seguridad donde debía ir, el Jeon mayor los estuvo guiando para que aprendieran en caso de que volviera a ocurrir ese tipo de desastre, ya una vez dentro todos, felices y cómodos, vieron a su papá omega que salía con un gran bolso y otro más pequeño, Jungkook rápidamente fue a ayudarle metiendo la más grande en la cajuela.

— Jin, esa maleta tiene ropa para tus hermanos por si se llegan a ensuciar, también algunas cosas para tus hermanos, como juguetes y para Tae su comida especial — decía él omega mientras su esposo lo ayudaba a subir al vehículo.

Jin asintió a todo lo dicho tratando de recordarlo todo, pero por si acaso siempre tendría a Namjoon, él era el cerebro de la familia, él solo un poco responsable, ya una vez toda la familia dentro dieron a andar en auto hasta la casa de la abuela Jeon, a la cual llegaron tan solo en una hora, todos bajaron entusiasmados, mientras Jungkook cargaba la maleta para dejarla en la sala, su madre recibió a todos con abrazos y besos, pero no duró mucho de pie, pues el dolor la hacía querer sentarse, aún cuando el médico le dijo que hiciera leves movimientos para evitar que la cadera se dañara.

— ¡Jimin!, ¿cómo estas?, te ves radiante como siempre — habló la señora pidiéndole sus manos.

— Estoy muy bien Yoona, pero ¿qué tal tú?, ¿segura que puedes cuidar a estos revoltosos? — se agachó un poco para poder dejarle un beso en su muy leve arrugada mejilla.

— Si, si, no hay problema, siempre estoy feliz de ver a todos mis nietos, sabes, hay momentos en donde creí que solo tendría a lo mucho dos nietos, pero veo que Jungkook y tú siempre disfrutan de sus celos, ahora estaré rodeada de nieve pequeños y lindos niños.

Las mejillas de Jimin estaban algo sonrosadas, sabía de ese pensamiento, pues él también creía que tendría un bebé, y era lógico que lo pensara la señora Jeon, pues su esposo era hijo único, pero siempre que eran sus celos ambos lobos tomaban el control y no es como si recordaran esos salvajes usar un preservativo, admitía que desde el primer momento debió hacerse la operación, pero no se arrepentía de todos aquellos cachorros que llenaban su vida de alegría.

— Mamá, gracias por cuidar de mis retoños, prometemos venir lo más rápido posible — se acercó dejando un beso a su madre para después despedirse de sus hijos.

— No tardaremos nada, muchas gracias.

— Agradéceme siendo la primera en saber el sexo del bebé — susurró la viejecita, pero en sus experiencias y que en sus épocas más jóvenes fue enfermera, sabía ya que sería ese pequeño feto — vayan con cuidado.

Así, la pareja salió de aquella casa para conducir hasta la clínica, Jimin estaba algo nervioso, pues su omega intuía que no era lo que habían planeado. Entraron tomados de la mano diciéndole a la recepcionista sus nombres e inmediatamente los llevó por un pasillo hasta el consultorio de su obstetra, quien los saludó tan alegre como siempre, pues ya llevaban siendo médico/paciente por unos largos doce años.

— Que gusto verlos chicos, Jimin, te sigues viendo tan joven y hermoso — les indico que podían ir a su pequeño consultorio donde tenía todos los aparatos necesarios, llenando de forma habitual aquel formulario.

— Pero los antojos ya no son tan intensos como con Beom — contó él omega.

— Bien, pues es normal, cada embarazo es diferente para ti, has podido ver eso a lo largo de tus embarazos.

Ambos asintieron y ella les comenzó a explicar la rutina del chequeo, nada que ellos no supieran, así que, ya una vez comenzó a pasar aquel transductor por el hinchado vientre del omega, ya no sintiendo sorpresa alguna pues, esto ya era lo que había visto en los otros embarazos del omega, pero ella sabía cuanto deseaban una niña, le dijo lo que es debido referente a la salud del bebé y sobre todo de que sí querían saber el sexo, lo cual no dudaron en decir que sí.

— Felicidades papás, es un varón — sonrió — se cuanto deseaban que fuera una cachorra, pero no deben desanimarse, al contrario, deben amar mucho a su cachorro.

Mientras, el omega estaba feliz, de tener otro cachorro con su alfa, de ampliar su familia, pero también estaba triste, deseaba mucho una pequeña cachorra.

La familia JeonWhere stories live. Discover now