C a t o r c e

4.6K 613 40
                                    

Jimin estaba en la bañera, tomando un baño caliente porque últimamente sentía sus músculos adoloridos, su pancita ya estaba más grande, algo diminuta, el primer trimestre había pasado demasiado rápido, su doctora les decía que todo estaba en orden, incluso en aquellos exámenes para comprobar que el feto no tenía ninguna enfermedad y gracias a la luna todos les decían que su bebé estaba en perfecto estado.

— Sabes — el omega estaba acariciando su vientre — te tocó una familia muy ruidosa — sonrió sintiendo el agua envolver todo su cuerpo — tendrás nueve hermanos mayores, si sales omega todos te van a proteger y si sales alfa... será lo mismo, porque serás el último bebé — no se dio cuenta cuando otra persona se había recargado en el marco de la puerta escuchando atentamente con una sonrisa plasmada en su rostro.

Jimin se sentía dichoso, en toda su vida, creyó que su único objetivo sería terminar de estudiar, trabajar y buscar la manera de ser exitoso con las comidas deliciosas que quería preparar, y de ahí, solo importaría su carrera... lo que no espero, era que en el primer año de universidad conocería al que ahora es el amor de su vida... que a partir de ese momento solo hermosas cosas les estarían pasando, como sus hijos, una familia, amor, poder conocer la felicidad, conocer lugares, pero siempre con la persona que ama.

— Y te vamos a amar con todo el corazón — Jimin no podía dejar de sentirse tan afortunado — se que a penas se están formando tus orejitas, pero puedes sentir que tu papi te ama, aún cuando no te conoce.

Su familia, era lo mejor que le pudo haber pasado.

— Todos sentimos amor por ese cachorro — Jungkook por fin se acercó sentándose en la orilla de la tina acariciando aquel hermoso cabello rubio.

— Esta feliz, Jungkook, lo puedo sentir — su omega brillaba a toda intensidad.

— Claro que va a estar feliz — su gran mano fue a parar a aquel pequeño bulto — porque sabe cuánto deseamos que esté aquí, siente el amor que tenemos para darle.

— Jungkook — el alfa miró a su omega con tanto cariño — te amo y se que no soy mucho de decirlo, pero en verdad lo hago — el azabache se acercó dándole un gran beso.

— Mi bella estrellita, no es necesario que me lo digas, porque se que lo haces... cuando me esperas hasta altas horas de la noche para dormir juntos, cuando me das un beso en las mañanas, cuando me haces el desayuno o te preocupas por mi... amo la manera en la que demuestras tu amor.

— Pero a veces no está demás decirlo — dejó un poquito en aquellos labios delgados sacándole una risita.

— Cierto, no está demás.

Pudieron haber seguido en su burbuja, pero un fuerte golpe de algo rompiéndose fue lo que la explotó, como un alfiler.

— Tú — comenzó a hablar Jungkook mientras se acercaba a Jimin dejando un suave beso en su frente — te vas a quedar aquí, seguirás disfrutando de tu delicioso baño, seguirás hablando con esta cosita y yo iré a ver que hacen esos tontos llamados hijos.

El omega rió dejando un último beso en aquellos bonitos labios que tenía la fortuna de poder besar cada día de su vida y se relajó.
Por otro lado, Jungkook al estar en el comedor pudo darse cuenta que sus hijos estaban alrededor de la mesa viendo cómo está estaba rota a la mitad, además que la lámpara que colgaba estaba en medio de ella rota de igual forma.

— ¿Quien lo hizo? — automáticamente los siete niños se comenzaron a señalar entre ellos.

Unos veinte minutos antes...
quizás menos.

— Por favor tengan cuidado Jin — dijo su padre alfa mientras tenía entre sus brazos a sus dos hermanitos que habían caído rendidos por haber jugado mucho, más el más pequeño, que aún no entendía mucho de la vida.

— Tú tranquilo, nada malo va a pasar.

Pero cuando su padre volvió a entrar a su hogar, fue cuando el verdadero juego comenzó... todos en algún momento jugaron a lo que es las luchas, ya saben, esas peleas inocentes donde a penas y podías golpear a l contrincante porque es familia, bueno, los niños Jeon tenían una forma muy diferente de hacerlo.

— Recuerden, todo es válido, la única regla es nada de matar a su hermano — todos gritaron eufóricos.

Eso esa como una tradición, eran luchas en sus formas lobunas, podían dar zarpazos, mordidas, solo lo hacían una vez al año y era cuando sus padres gastaban más en hospitales, pero los dejaban, sabían que era su manera de entretenerse.

— ¡Bien... que comience... el duelo a muerte!

Todos gritaron eufóricos para quitarse sus ropas y convertirse en lobos, todos tan diferentes, pero tan iguales al mismo tiempo.
Era una lucha de todos contra todos, no había de otra, pero... siendo sinceros, los mayores no eran a los que debían temer, sino los más pequeños, quienes eran más escurridizos y ágiles, lo bueno de haber crecido con más lobos que les enseñarán a verdaderamente usar su fuerza e ingenio.

Pero lo que no esperaban, era que Hoseok se iba a subir sobre Namjoon comenzando un duelo de mordidas, se escuchaban los gruñidos y los fuertes ladridos que paralizarían a más de un humano, pero en ese momento, era su pelea.

Nam, basta — Jin se comunicó a través de su lazo familiar, tratando de parar eso porque estaban alejándose hasta el comedor, donde había un gran ventanal.

Dile eso al pulgoso sobre mi — gruño el lobo azabache quien trataba de zafarse de las garritas de su hermano, pues la sangre comenzaba a brotar.

Es mi venganza, spanky... — fue lo que contestó Ho al momento se abrazarse con sus patas dando más mordidas.

El año pasado, Namjoon le había roto el brazo, así que Hoseok necesitaba igualar la balanza de los hermanos y hacer lo mismo o algo más, sin duda había entrenado fuertemente para poder igualar la fuerza de su hermano mayor.

Chicos están yendo al come....

Ambos lobos se estrellaron contra el ventanal, Hoseok de la impresión saltó en su lugar corriendo a la mesa quebrandola en el proceso, todos corrieron para verlo, pero no vieron que Soobin estaba en el lomo de Jin cuando este freno de golpe haciéndolo golpear contra la lámpara, se aferró de esta con sus garritas, pero fue en vano, la lámpara cayó y sus hermanos lo habían sostenido para evitar algún accidente.

Escucharon pasos pesados bajar la escalera y solo pudieron cerrar las cortinas para evitar que se viera la ventana rota... y lo demás es historia.
























Adivinen quien está en el concierto?? 🥺🥺😭😭❤️❤️

























Así es, cualquier otra Army, porque yo ni tengo plata ni visa, a llorar se ha dicho, bye, cuídense y coman bien.

Nos leeremos pronto ❤️❤️

La familia JeonWhere stories live. Discover now