Capítulo 23. Perder el aliento

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Allison 

Mordió con delicadeza mi labio inferior y luego me deposito suavemente sobre la cama. Sabía que, lo que fuera que había dicho en italiano era malo, pude sentirlo por la forma en que lo pronuncio, pero escucharlo hablar en su lengua natal siempre me nublaba los sentidos. Se deshizo de la ropa que me quedaba y se quitó lenta y de una manera torturante la suya. Alexander era el pecado hecho persona, la maldad personificada, sin embargo ya era demasiado tarde para escapar de sus garras.

—Me enloqueces—. Dijo mientras pasaba su lengua sobre mi cuello y entretanto sus dedos se entretenían con mis pezones.

—Tú a mí—me atreví afirmar. Alexander se detuvo por un segundo y me miro con mucha atención, fui yo esta vez quién lo beso, para que no pudiera decir nada.

Sentí su miembro en la entrada de mi sexo y por un segundo pensé en la protección, sin embargo me olvide de todo cuando el empujo dentro de mí y debo decir que sentirlo de aquella manera, sin nada que se interpusiera me voló por completo la cabeza. Sabía que lo había hecho a propósito. Alexander era demasiado cuidadoso y tenía más que claro que esto no era un descuido. El confiaba en mí, porque yo era suya. Completa y enteramente suya.

—No voy a venirme dentro de ti—. Paso su lengua sobre mis labios sin dejar de embestirme—Solo necesitaba sentir a mi mujer en todo su esplendor—no podía negar que escucharle decir que era su mujer me hizo sentir un cosquilleo en todo el cuerpo.

Me hizo poner boca abajo, levanto mis caderas y entro nuevamente en mí desde atrás. Dejo caer una fuerte nalgada y luego me agarro por cuello, mientras sus dedos se clavaban en mis caderas. Me torturaba con suave y duros movimientos, el sudor perlaba nuestra piel y sentí todo mi cuerpo estremecerse.

—Quiero que te vengas mi ángel, quiero sentir el calor de tus jugos derramarse sobre mi pene—su lengua recorrió mi oído y luego con uno de sus dedos comenzó hacer círculos sobre la parte sensible de mi vagina.

Me estimulo sin dejar de entrar en mí y sentí una fuerte sensación apretar en mi bajo vientre al tiempo que un grito escapaba de mis labios. No me reprimí y por primera vez deje salir eso que me ahogaba por dentro. Deje libre todo ese lujurioso deseo que me consumía por dentro.

***

Alexander dormía plácidamente aquella mañana y me dio pena despertarlo. Salir sin hacer ruido de la habitación, mire a todos los lados en el pasillo y subí rápidamente al ascensor. Leí el mensaje que me había dejado mi madre y una lágrima rodó por mi mejilla «Llego el momento de despedir a tu padre» se me encogió el corazón y tuve que sostenerme a las barandas que tenía el ascensor para no caer al suelo, porque aunque creí estarlo, era mentira. No estaba preparada para perder a mi padre.

Me sentí expuesta cuando salí a la calle, sin embargo no podía dejar que el miedo me detuviera. Mande parar un taxi y me subí a este rápidamente. Le di las indicaciones al conductor y rece para que mi padre esperara a que yo llegara. La angustia, el dolor, la tristeza y el vacío de saber que ya nunca más lo vería me golpearon en aquel momento, pero como aquella era la ley de la vida sabía que debía resignarme.

***

Llegue casi corriendo y mi madre esperaba por mí en el pasillo que conduce al área de cuidados intensivos. Sus ojos estaba enrojecidos y me extiendo su mano se la tome y las dos entramos juntas a la habitación sin soltarnos. Le habían quitado los aparatos y nos regaló una sonrisa en cuanto su mirada se posó sobre nosotras. Una triste y desolada mirada. La mirada de alguien que sabe va a morir.

—Mis mujeres hermosas—levanto la mano de forma cansada y mi madre se acercó rápidamente a él para sostenerla.

No quería llorar delante de él, no quería romperme porque sabía que eso lo lastimaría demasiado y quería que se marchara en paz, sin arrepentimientos, ni culpas. Fue un buen padre, el mejor del mundo y mi mayor anhelo siempre había sido verlo irse tranquilo y feliz el día en que la muerte tocara su puerta.

El oscuro deseo de Alexander (Libro #4 serie Oscura +21)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora