25. Future.

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¡Hola mis bonitos lectores! Que paja, acá estamos otra vez. Nunca me había pasado, pero tuve que pedirle a alguien que se abstuviera de leer la trama porque estaba traspasando un poco los límites, recordemos la sensibilidad de los temas, está bien de repente tontear con ciertas cosas, pero hey, la autora igual tiene cierto nivel de tolerancia emocional. Así que pido sensibilidad, y pucha, ya me desinflé, si veo que la situación sigue bajaré la trama y la subiré de golpe el 31 para puro terminarla, porque esos comentarios me queman mucho y soy persona.

Bueno, fuera de eso, el capítulo de hoy se lo escribir a mi LennaKurisu, ella entenderá la razón altiro, estoy segura, gracias por hacerme amar a este personaje, te lo escribí con mucho amor antes de que esto pasara. ¡Espero les gusten!

—¡Buddy! ¡Ven acá! —Pero el perro no lo escucha, se ha robado unas converse rojas para usarlas de juguete, las muerde con voracidad, sacudiéndolas de un lado a otro en el cuarto, metiéndose bajo la cama y gruñéndole a su progenitor cuando se inten...

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—¡Buddy! ¡Ven acá! —Pero el perro no lo escucha, se ha robado unas converse rojas para usarlas de juguete, las muerde con voracidad, sacudiéndolas de un lado a otro en el cuarto, metiéndose bajo la cama y gruñéndole a su progenitor cuando se intenta acercar—. ¡Eiji! —El nombrado solo se ríe por detrás, apretándose tenuemente el vientre, estaba terminando de lavar los trastes cuando estos dos se pusieron a pelear, la escena le derritió el corazón.

—Te dije que no las dejaras en su camino.

—No lo hice, él las sacó de su escondite. —Buddy aumenta la ferocidad del jugueteo, destrozando la caña contra sus caninos—. Son mis zapatillas favoritas. —Gimotea, haciendo un berrinche digno de un infante. Aslan se arrastra rendido hacia su novio, tiene los calcetines atiborrados de agujeros gracias a su preciado hijo, no vale la pena cambiarse, apenas pise el suelo se los comerá.

—Ya, ya. —Eiji le acaricia la espalda, permitiéndole refugiarse contra su cuello como si fuese su rincón de comodidad—. Podemos ir a comprarte nuevas zapatillas.

—Yo quería esas— Chilla, hundiendo su rostro aún más contra el moreno.

Aslan adora este lugar, esa pequeña curva que se forja entre el hombro y el cuello, ese cuya calidez lo incita a permanecer por siempre, como un chocolate caliente y una mantita en un día de invierno, ese donde el aroma de su novio se torna todavía más tentador, ese donde deja marcas de besos hambrientos, ese mismo. El japonés le mima la espalda mientras la adicción los envuelve, le esboza círculos desde los omóplatos hasta la columna, llevándose la tensión mañanera, son roces suaves y sosegados, extraordinariamente dulces, lo hechizan estos momentos de intimidad casera, lo hacen feliz. No vacila en estrecharlo entre sus brazos, Eiji libera un jadeo nervioso que le quema la cabeza, huele a detergente, que tenga el delantal amarrado es un delirio para su corazón, debería ser ilegal ser tan lindo.

Ama tanto a este hombre que apenas lo puede soportar.

Qué sentimiento más maravilloso.

«Mi alma siempre estará contigo».

—Nuestro hijo no me respeta, no lo entiendo. —Buddy le ladra bajo la cama como respuesta, golpeando las converse aún más fuerte contra la alfombra—. ¿Por qué no destruye tus pantuflas de Nori Nori? Esas son feas.

Flufftober 2021 [AshEiji]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora