Flufftober 2021 [AshEiji]

27. Meet the parents.

¡Hola mis bonitos lectores! No iba a llegar, no estoy en mi casa, partí el día tarde y mal, juré que me iba a atrasar y a llorar por haber llegado tan lejos, pero no sé cómo llegué. Ay, ando muerta, pero quedé completamente satisfecha y feliz con este capítulo, así que no me arrepiento de nada. abbxbelle, que paja que te etiquete tanto, pero el capítulo lo escribí pensando en ti, porque aceptemoslo, hemos hablado más sobre el canon de Eiji que la misma Yoshida seguramente, espero que mis HC sean de tu agrado, sino, lo siento. 

¡Espero que les guste!

—¿Estás listo, onii-chan?

—No.

Hay demasiadas personas en el aeropuerto, el día está infernalmente caluroso, y Eiji teme sufrir un desmayo en cualquier momento, tal vez, eso sería bueno, así no tendría que confrontar a sus padres. Sí, le parece burlesco haber llegado al extremo de que una noche en urgencias luzca más apetitosa que lidiar con la visita de sus progenitores, pero se profesa extraordinariamente aterrado. De hecho, está temblando y sudando como si estuviese en medio de un ataque de pánico, su vista se pasea de manera errática por los transeúntes sin detenerse sobre nadie. Le suplica a los dioses de Izumo para que hayan cambiado de opinión acerca de visitarlo. Le duele verlos, ¿cómo no podría dolerle?

Posiblemente, esta carcasa de saña es su manera de protegerse, es duro extrañarlos si le han hecho tanto daño al mismo tiempo, es una ambivalencia válida que debe aprender a sobrellevar, ama a su familia, eso no lo niega, sin embargo, amarlos no significa que sean lo mejor para él. Eiji está seguro que incluso si su novio hubiese fallecido se habría venido a vivir a Nueva York, verosímilmente años más tarde, cuando fuese un profesional responsable con una visa, pero él no es capaz de imaginarse a sí mismo haciendo una vida con ellos cerca.

Le cortaron las alas a los 17 años.

¿No tiene derecho a intentar volar?

—Amor. —Ash lo llama, es suave, es comprensivo, lo trae de regreso a su realidad—. Vamos a estar bien. —Qué palabras más dulces le está entregando. No obstante, el caos se halla golpeándolo como olas contra un roquerío en medio de una tempestad contra su pecho—. Puedes presentarme como un amigo si eso te ayuda a estar más tranquilo, no tienes que presionarte.

—No. —Le aprieta la mano con fuerza—. No haré eso, Aslan Jade. —Y lo llama por su nombre para resaltar la seriedad.

—Terco. —Musita, avergonzado, con las mejillas rojas—. Terco como una mula. —Eiji bufa, tratando de respirar, se ha rociado un poco del perfume de su novio en las muñecas en caso de emergencia, le resulta impresionante lo útiles que son los aromas y la temperatura para prevenir las crisis.

—Mira quien habla. —Muy bien, no sacará nada piadoso sucumbiendo al pánico—. Tú insististe en vestirte como un abuelo. —Así que perderse en esos ojos verdes es la alternativa más encantadora que encuentra, son resplandecientes, coloridos y extraordinariamente líquidos. Dicen que los ojos son las puertas del alma, aunque es un refrán cursi, estos jades lo hacen vanagloriar el romance.