EL TESORO DEL LOBO

Capítulo 7

Yo me acosté en la cama de la habitación que me había tocado, me había duchado y había comido algo antes de venir, los chicos igual, la cena fue bastante cómoda, hay que admitir.

Esto es... extraño...

Toda mi vida me hicieron sentir miedo a los hombres lobo pero... ellos no son lo que todos piensan...

Resoplé cansada de pensar en eso, lo haré mañana.

- Por favor Cole, escóndelo y no uses un deseo - ¿Quién es él?

- Lo haré amigo, lo prometo. No dejaré que tu hermano consiga la gema -

- Bien... confío en que mi hijo la recuperará antes que él... -

El hombre tose sangre, y mucha, mi padre lo sostiene.

- ¡Sean! -

- Lo siento amigo... no me queda más tiempo, confío en ti... y en... Egan... -

Abrí mis ojos de golpe y me senté en la cama, miré por la ventana, ya era de día...

- ¿Quién... es Sean? - Murmuré.

Miré mis manos.

Comencé a soñar con esto cuando los chicos me secuestraron... ¿Será porque Egan activó la gema? ¿Tendrá algo que ver?

No tengo idea de lo que pasa... ¿Por qué sueño con esto ahora? No estoy nada segura de la respuesta pero... creo que si estoy con los licántropos podré saber...

El tal Sean menciona a Egan... ¿Será su padre?

Unos golpes en la puerta me desconcentran, luego entra Ryo con una bandeja con comida.

- Te traje esto - Dice dejando la bandeja en la mesa.

- Gracias... -

Él asiente, se estaba por ir cuando yo, que estaba dudando, lo llamé.

- A..Am... Ryo... -

- ¿Pasa algo? - Pregunta dándose vuelta.

- ¿Dónde están Egan y Kyle? -

- Salieron a hacer un reconocimiento de área -

Asentí comprendiendo, dudé nuevamente pero suspiré.

- ¿Conoces a alguien que se llame... Sean? - Pregunté.

Él me mira por un momento antes de cerrar la puerta y mirarme.

- No lo conocí, pero Sean es el padre de Egan ¿Por qué lo preguntas? -

Negué.

- Por nada... -

Él entre cierra los ojos pero suspira y se va.

Yo agarré la comida y la puse sobre mi regazo para empezar a comer tratando de evitar pensar en aquello, me mataba la cabeza tratando de adivinar que era todo esto y me cansaba mentalmente.

Cuando termino de comer, dejé la bandeja a un lado y me levanté para cambiarme, decidí guardar el vestido en la pequeña bolsa en la que traje la ropa nueva y seguidamente salí, no pensaba escapar... de todos modos ya estábamos demasiado lejos de casa como para volver sola...

Vi a Ryo fuera de la posada mirando a todos lados, yo me acerqué a él.

- No escaparás de nuevo ¿Cierto? -

- No, no conseguiría nada - Dije quedando a su lado.

- Que pena... perseguirte fue divertido - Dice sonriendo.

Yo lo miré un momento pero no pude no soltar una pequeña risa, es increíble que eso lo haya divertido.

- Instintos de lobo, me imagino -

- Lo más probable - Dice.

Ambos nos quedamos en silencio de nuevo mirando hacia los lados, pero noté sus orejas lobunas, estas comenzaron a moverse hacia la izquierda y su cola lobuna se movió un poco.

- ¿Sucede algo? - Pregunté.

- Corre -

- ¿Qué? -

- ¡Corre! - Dice más fuerte y sorprendida le hice caso.

Al instante comencé a escuchar gritos de hombres que nos habían visto, yo corrí hacia el bosque pero Ryo se adelanta, me agarra la muñeca y me jala.

- ¡E..Espera, no puedo correr así... ! - Dije tropezándome cada segundo.

Él no dice nada pero me jala más fuerte y repentinamente estoy en sus brazos, el corre aún más rápido pero escuchaba el galope de los caballos.

- Mierda - Maldice él al saber que nos estaban alcanzando.

Se detiene y me baja.

- Corre lo que puedas, si yo no te encuentro, el Alpha y Kyle lo harán, ahora vete - Dice.

- No planeas enfrentarte a todos ellos tú solo ¿Cierto? - Dije extrañamente preocupada.

- Es lo que debo hacer - Dice y sonríe - No te preocupes por mi... después de todo soy un secuestrador ¿No? -

- Pero... -

- ¡Aquí están! - Nosotros vimos a los hombres acercándose.

- ¡Vete! - Él se transforma y ruge antes de irse directamente contra los hombres.

Yo hice una mueca de protesta pero no tuve más opción que correr. Me adentró más en el bosque pero miré hacia atrás viendo como Ryo luchaba con ellos.

Miré al frente y cerré los ojos con fuerza cuando escuché un alarido de dolor de Ryo...