Capítulo 21

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Terminando de comer todos parecían estar satisfechos, y no iba a mentir, yo lo estaba pero sentía que no había comido bastante ya que mi estómago estaba cerrado... supongo que el tema de la gema me preocupa...

Dejé los platos en la mesa de la cocina junto al lavadero, me había ofrecido a traerlos pero estaba tan distraída mientras caminaba.

¿Y si algo sale mal... ?

- Nada saldrá mal, no pienses en eso - Abrí los ojos de par en par y miré hacia Hanna que entraba a la cocina.

- ¿Eh? -

- Soy una bruja, los secretos no funcionan conmigo - Dice y se acerca - Sé que te preocupa todo esto pero tranquila, estarás bien -

- ¿Ya habías hecho esto antes? - Pregunté referente al ritual.

- No -

¡Hm! Ahora tengo menos confianza...

- Pero lo he visto -

- ¿Qué? - La miré confundida.

- He visto lo que sucederá, pero lo único que puedo decirte es que todo saldrá bien - Dice.

Pero... es como si ocultara algo más... o son solo cosas mías.

- ¿Qué pasa... si nos cuentas lo que pasará después? - Pregunté.

Ella suspira y me mira.

- Caos... -

Me quedé de piedra por un momento, no pensaba que el que nos contara el futuro implicaría el caos... ¿Por qué? Resoplé para dejar de cuestionarla.

- Está bien... - Dije.

- Vamos, es hora - Dice.

Asentí y ambas salimos de la cocina, los chicos ya estaban levantados y al vernos sonrieron. Todos salimos de la casa, fue ahí que me di cuenta como era el lugar, parecía más lindo de lo que imaginé.

Pero no me concentré en eso más y solo vi lo que había frente a mi.

Un círculo hecho con lo que parecía ser sal, dentro había un símbolo con escritos, no sabía de lo que estaba hecho pero era rojo. Habían algunas velas al rededor y dentro del símbolo.

- Arrodíllate aquí - Dice colocándome en el centro - Ustedes, atrás - Dice a los Licans quienes retroceden.

Miré a Egan sin poder ocultar mi miedo y nerviosismo, él me sonríe para calmarme y articula un "Estarás bien" con los labios.

Suspiré y cerré los ojos. Apoyé mis manos sobre mis rodillas y traté de calmarme, vi a Hanna caminar hacia un libro y lo agarró con una mano.

- Comencemos... -

Levanta una mano hacia mi y comienza a recitar un hechizo en un idioma incomprensible para mi, pero mi pecho comenzó a brillar, más específicamente, la gema en mi...

Sentí calor en aquella zona, me llevé la mano hasta allí y apreté mi pecho y presioné mis dientes, mientras más hablaba Hanna más intenso se volvía el calor.

Sentía como si la gema fuera una parte de mi que estaba siendo arrancada a la fuerza.

Dolía...

Me incliné hacia el frente presionando mi pecho, el símbolo rojo a mi alrededor comienza a brillar con intensidad, los ojos de Hanna se volvieron blancos.

Y entonces... solté un grito de dolor cuando la gema se desprendió de mi, esta atravesó mi pecho y caí de golpe sobre mi espalda, todo dejó de brillar a excepción de la gema que flotaba frente a mi.

- ¡Iris! -

Mi cuerpo temblaba, apretaba mis dientes con fuerza y respiraba agitada.

Escuché pasos correr hacia mi y entonces Egan estaba a mi lado, me levanta la parte superior y me deja apoyada en su regazo.

- Oye ¿Estás bien? - Pregunta.

Suspiré calmando mi respiración y lo miré, asentí únicamente para luego mirar a la gema la cual iba hacia Hanna.

- Te lo dije, salió bien - Dice sonriendo pero entonces se pone seria repentinamente y mira a Egan - Los quince minutos de ahora son críticos, no dejen que se duerma o... -

Ella se queda en silencio un momento pero suspira y me mira.

- O no volverá a despertar -

Y yo que quería dormir un poquito...

Resoplé cansada pero Egan me levanta.

- Está bien - Dice seguro, Kyle y Ryo se acercan a mi.

Kyle me sonríe cálidamente y apoya su mano en mi hombro. Ryo solo sonríe y se cruza de brazos.

- Tengan... esto les pertenece, lobos - Dice Hanna caminando hacia nosotros y entregándo la gema.

- Lo hemos recuperado... - Dice Kyle un poco sorprendido - Podremos volver a la normalidad -

- Si - Dice Egan.

Yo cerré los ojos un momento pero Egan me sacude.

- Oye, no te duermas - Dice algo desesperado.

- Ya, ya. Solo descansaba la vista - Dije abriendo de nuevo los ojos.

- No te preocupes, pasados los quince minutos podrás descansar. Te han quitado algo casi vital para ti, es normal que quieras dormir un poco -

- Ni que lo digas... ¿Cuantos minutos pasaron? -

- Dos-

Gruñí, mis parpados pesaban, me incliné hacia atrás quejándome y haciendo reír a los demás, pero entonces volví a cerrar los ojos y a mantenerme en silencio.

- Hey -

- Si, si, ya sé, ya sé -

EL TESORO DEL LOBOWhere stories live. Discover now