EL TESORO DEL LOBO

Capítulo 13

Mientras más me acercaba, más podía escuchar los gritos de mi padre dando órdenes a alguien, los guardias que me escoltan por mi propia casa tocan la puerta de la oficina de mi padre.

- Adelante -

Los guardias abren la puerta y vi a mi padre, parecía tenso pero al darse vuelta y verme corre hasta mi y me abraza.

- Cariño... has vuelto... - Dice aliviado.

Yo solo me quedé quieta... luego de ese viaje con los lobos ya no sabía que creer de él, sentía como si no lo conociera.

- ¿No te sucedió nada? - Pregunta separándose.

- Los licántropos me cuidaron y trataron bien - Dije con cierta ironía e indiferencia.

Él me mira comprendiendo y suspira, mira a los que estaban en la habitación y los hace salir.

- Supongo que... ya te diste cuenta - Dice y se sienta en el sofá de la habitación.

- ¿De qué? ¿De que le robaste su tesoro a los lobos o de que no eran lo que siempre decías que eran? -

- Sé que... esto se ve mal... - Lo interrumpí.

- Quiero la verdad - Dije.

Él se me queda mirando pero entonces resopla y se levanta.

- Bien... te lo diré todo, lamento haberte ocultado esto, la verdad es que... -

Escuchamos que la ventana se rompía pero entonces abrí los ojos de par en par cuando mi padre escupe sangre y en su pecho se ve claramente una gran mancha de sangre que crecía.

- ¡Huh... ! - Lo vi caer en frente, yo estaba paralizada pero entonces reaccioné - ¡Papá! -

- ¡Señor! - Los hombres de mi padre entran pero también reciben flechas.

A la habitación entran unos desconocidos desde la ventana, yo caí junto a mi padre y agarré su mano.

- Papá... - Dije con la lagrimas en mis ojos.

- Cariño... Iris... toma - Dice entregándome una llave - Lamento no haberte podido decir la verdad yo mismo... pero aún así lo podrás... saber... -

Comienza a toser y más sangre sale de su boca.

- No papá... no... resiste ¿Si? Resiste... -

- ¡Iris! - Miré hacia atrás viendo a un hombre acercándose a mi queriendo agarrarme pero entonces un lobo blanco con la crin roja salta sobre él y lo aparta.

Dos lobos más se acercan y apartan a todos de mi y de mi padre.

- Chicos... - Dije en un susurro pero entonces sentí una mano en mi mejilla y volví a mirar a mi padre.

- Iris... pase lo que pase, te enteres de lo que te enteres... recuerda que para mi siempre fuiste mi amada hija... -

- Papi... - Sollocé.

- Te amo hija... fuiste... el mejor deseo que pude haber pedido... y jamás me arrepentiré... -

Él cierra los ojos y su mano cae sobre su pecho.

- No... ¡Papá! - Grité y sentí como una poderosa energía se acumulara en mi pecho pero entonces esa emanara de mi con fuerza, todos se detienen pero entonces las cosas a nuestro alrededor salen volando y tuvieron que cubrirse para no ser golpeados.

Comencé a llorar con fuerza, abracé el cuerpo de mi padre y me aferré a él, un grito desgarrador sale desde lo profundo de mi garganta, pero entonces, siento un par de brazos rodearme y apartarme de mi padre para así abrazarme con calidez y ternura.

- Calma Iris... todo estará bien... estaremos contigo... - Dice en mi oído.

Yo me aferré a él y sentí como si el poder desapareciera, mi pecho dejó de sentirse presionado pero yo seguí sollozando.

Escuché que los invasores se iban rápidamente, los guardias se apresuraron a ir tras ellos pero los lobos se quedaron junto a mi...

Pasados unos minutos en los que me había calmado, levanté la mirada encontrando la sonrisa cálida de Egan. Yo sorbí mi nariz y me pasé la muñeca por un ojo tratando de quitarme las lágrimas, entonces él levanta una mano y con su pulgar lo hace, limpia mis lágrimas mientras me calmaba con su sonrisa.

Yo quise mirar hacia mi padre pero Egan no me lo permitió, tomó mi barbilla con una mano y me hizo verlo, escuché como Ryo y Kyle se movían y creo imaginar para que...

- Está bien... ya no te preocupes... - Dice Egan y me abraza nuevamente, yo cerré los ojos y permanecí quieta y en silencio.

Mi padre pudo haberme ocultado cosas pero... siempre fue tan amoroso conmigo... no me faltó nada, ni siquiera amor... es mi padre, lo quiero apresar de todo...