Capítulo 9

1.2K 125 0
                                    

- A todo esto... ¿A dónde vamos? - Pregunté al fin.

- Además de alejarnos de los hombres de tu padre, buscamos una forma de quitarte la gema - Dice Kyle.

- Así que iremos a una manada aliada - Dice Ryo.

- ¿Por qué no vamos a la suya? - Pregunté.

- Bueno... porque... - Ellos apartan la mirada confundiéndome.

- No podemos - Kyle me sonríe levemente pero también aparta la mirada.

Yo los miré a los tres extrañada pero ya no pregunté nada, solo seguí caminando.

Suspiré mientras seguíamos caminando hasta que miré a Ryo, como dijo en la noche se había curado por completo, aunque le quedaron cicatrices pero eso no parece molestarle.

Los miré a los tres, parecían pensando en algo, estaban muy concentrados y parecian caminar en automático.

Miré a otro lado y abrí los ojos de par en par al ver a uno de los hombres colocando una flecha en su arco y apuntando a Ryo, supongo para no hacer ruido.

- ¡Cuidado! - Dije agarrándolo y tirándolo hacia atrás, alertando a los demás y la flecha del hombre termina clavado en el árbol junto a Ryo.

El hombre se echa a correr frustrado. Ryo me mira aún sorprendido y algo aturdido.

- Gracias... - Dice.

Negué y sonreí levemente, me levanté ya que habíamos caído al suelo y le tendí la mano. Él la mira un momento antes de sonreír de lado y aceptar mi ayuda.

- Tenemos que apresurarnos, no dudo que nos estén por alcanzar - Dice Egan.

Asentimos y aceleramos el paso.

***

***

Suspiré cansada por el silencio entre nosotros pero no se me ocurría nada de qué hablar para matar el silencio. ¿De qué suelen hablar los licántropos?

Miré a todos lados.

- Estamos cerca - Volví la mirada hacia Egan y lo vi mirándome de reojo, yo asentí y solo seguí caminando.

- Al fin podremos descansar - Dice Ryo estirándose y sonriendo.

Sonreí igual y volví a asentir al estar de acuerdo con él.

- Si, pero... ¿Nadie querrá echarme de la manada? - Pregunté.

- Seguramente no te quieran cerca pero no harán nada mientras estés con nosotros - Dice Kyle apoyando su mano en mi hombro y sonriéndome con cariño.

Le devolví la sonrisa y asentí.

Entramos al bosque y caminamos un poco más hasta que las hojas dr los árboles y los arbustos no dejaban ver la luz solar con claridad, pero luego, al pasar por varios arbustos muy tupidos, frente a mi apareció una Aldea bastante grande y con mucha gente por los alrededores. El sol alumbraba mucho más a diferencia de estar dentro del bosque.

Sonreí maravillada al ver todo esto.

- Wau... - Murmuré inconscientemente.

- ¿No te esperabas que fuera así? - Pregunta Ryo sonriendo de lado y cruzándose de brazos. Los demás sonríen también.

- Un poco... - Admití rascando mi nuca.

- ¿Qué te esperabas? - Pregunta Egan.

- Pues... no lo sé... pero esto supongo que no tanto... -

Ellos ríen un poco.

- Vamos, seguro que ya sintieron nuestra presencia -

Todos seguimos caminando, acercándonos a las casas pero luego aparece un grupo de, supongo que de guardias, ya que vestían un uniforme algo militar.

- Alpha Egan... - Los guardias parecían algo sorprendidos y rápidamente hicieron una reverencia inclinando un poco sus cuerpos pero sonriendo levantan las cabezas.

- Ah, Egan ¿A qué debo tu visita? - Una mujer aparece sonriendo y se acerca a él.

La mujer es muy bella... aún teniendo una cicatriz en su ojo, tiene una presencia muy intimidante pero confiable a la vez.

- Hola Pilar, lamento venir sin avisar -

Pilar rápidamente niega.

- Siempre eres bienvenido - Dice, luego posa su mirada sobre mi - ¿Y quien es ella? -

- Iris Davila, y es por ella que estamos aquí - Dice Egan.

- ¿Huh? - Ella se me acerca y me mira un momento pero luego levanta una mano, yo solo me quedé quieta sin saber que hacer ni que decir, ella no me toca pero deja su mano a la altura de mi pecho.

Miré a los otros sin saber que sucedía pero ellos no hacían nada.

- Ella tiene... - Egan asiente.

- Si, y por eso necesitamos tu ayuda -

- Vamos a casa - Dice Pilar.

Se da vuelta y se va hablando con Egan, los guardias nos escoltan, Kyle me sonríe y me incita a caminar al ver que yo estaba algo confundida y quieta en mi lugar.

¿Cómo ella supo que tenía la gema?

EL TESORO DEL LOBOWhere stories live. Discover now