EL TESORO DEL LOBO

Capítulo 20

Me di vuelta en lo que parecía ser una cómoda cama, por un momento pensé que estaba en mi habitación y que todo había sido un sueño... hasta que sentí unas delicadas caricias en mi mejilla.

- Te encanta dormir ¿No? - Su tono de voz era de diversión pero suave.

Abrí los ojos rápidamente y me apoyé en mi brazo para levantarme un poco y verlo, estaba hasta con los zapatos puestos pero acostado a mi lado.

Recordé todo pero la pereza pudo conmigo y me dejé caer de nuevo en la cama y cerré los ojos, lo escuché reír.

- Vamos, debes levantarte - Dice.

- No quiero... - Dije como una niña pequeña y me di vuelta.

- O te levantas tú o te tiro de la cama - Dice.

- Hm - Fue mi respuesta. Él resopla pero sentí que me jaló - ¡Hm! - Me sorprendí cuando pegó sus labios a los míos, pero suspiré y le seguí el beso.

Su mano acaricia mi cintura pero luego me atrae hasta estar encima de su cuerpo, sin romper el beso, podría admitirlo y considerarme adicta a su sabor...

- Creí que me tirarías de la cama - Dije al separarnos.

- Preferí esta opción -

- Me gusta - Él sonríe y entonces yo me levanté y me estiré.

Miré a todos lados dándome cuenta de la habitación en la que estábamos, era muy linda y se sentía cómoda, volteé hacia la ventana y vi que era de día.

- Hoy te quitaremos la gema - Dice Egan sentándose.

Yo bajé la vista a mi pecho viendo que las vendas habían desaparecido pero me habían quedado unas cicatrices de como cinco puntos en donde Marcus había enterrado sus garras.

- ¿Va... a doler? - Pregunté.

- No lo sé... - Egan se me acerca - Esperemos que no -

Mi inseguridad consigue que haga una mueca y aparte la mirada pero entonces Egan hace que vuelva a verlo.

- Hey tranquila... verás que todo pasará rápido y ya no tendrás de que preocuparte -

Suspiré y lo abracé escondiendo mi rostro en su pecho, él me corresponde y ambos nos quedamos así un buen tiempo hasta que suspiré y me separé.

- ¿Dónde están Ryo y Kyle? - Pregunté.

- Con Hanna -

- ¿Vamos con ellos? - Él asiente.

Ambos salimos de la habitación, escuché voces que venían del piso de abajo, nosotros nos acercamos y cuando los tres me vieron, Ryo y Kyle ya me rodearon y se arrodillaron frente a mi.

¿Qué les pasa?

- Al fin despiertas -

- Por favor no vuelvas a dormir tanto -

- Si, no lo podíamos soportar -

- ¿Ah? - Pregunté sin comprender.

Hanna se ríe.

- Hablan de Egan - Dice ella, miré al nombrado quien se cruza de brazos y bufa.

- El Alpha no dejaba de preocuparse - Dice Kyle levantándose junto a Ryo.

- Si, parecía una cachorro desamparado y triste - Se burla Ryo.

- Ryo... - Egan habla con un tono de advertencia y este se coloca tras Hanna.

- Pero es verdad - Se defiende Ryo, Hanna y Kyle asienten concordando con él.

Yo miré a Egan quien estaba un poco sonrojado y apartando la mirada, entonces agarré su mano y le di un ligero apretón para que me mire y así sonreírle con ternura, él al verme sonreír aparta de nuevo la mirada, pero sus orejas le delatan la vergüenza ya que se echan para atrás de una forma muy tierna.

- ¿Desde cuándo son tan cercanos? - Dice Kyle.

- Si, eso - Le sigue Ryo.

- Desde no les importa - Dice Egan volviendo a subir las orejas.

- Bueno, dejemos esto de lado. Iris, me imagino tendrás hambre, antes de hablar del tema de la gema quiero que comas algo -

Asentí sonriendo agradecida.

- Gracias Hanna, por ayudarnos - Dije.

- Para nada querida, solo devuelvo un viejo favor -

Egan asiente agradecido y Hanma sonríe, yo preferí no preguntar y seguir a los demás hacia el comedor donde la comida estaba servida para todos. Se veía tan bien todo que no pude resistirme mucho, tenía bastante hambre.