Capítulo 10

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- Sientanse cómodos ¿Quieren algo de beber? - Pregunta Pilar sentándose en la silla tras su escritorio.

Los licántropos sí que tienen buen estilo... Esto no es diferente al mundo humano.

- Estoy bien, gracias. En realidad me gustaría empezar a hablar del tema importante - Egan se acomoda.

Nosotros hacemos lo mismo. Pilar asiente y me mira.

- A este punto... hacer algo para quitarte la gema seria casi imposible - Dice.

- ¿Por qué? - Pregunté confundida.

- La gema se ha adherido a tu cuerpo hasta que casi es completamente parte de ti... quitártela podría ser un riesgo para ti -

- ¿Cómo... sabes eso? - Pregunté.

- Pilar es mitad bruja, con solo echarte un vistazo ya supo tu condición - Dice Egan.

- Mi madre era la bruja más poderosa de sus tiempos, pero fue quemada en la hoguera en esa época de cacería de brujas - Explica, yo hice una mueca pero no dije nada, ella mira a Egan.

- ¿Entonces no podemos hacer nada para quitarle la gema? - Pregunta.

- Una opción sería, matándola y extrayendo la gema - Sentí un escalofrío recorrer mi cuerpo y di un paso atrás asustándome por la seriedad y frialdad en su tono de voz.

- Pilar. Eso no sucederá, lo sabes - Dice Egan calmándome, suspiré aliviada al saber que no pensaban matarme, Kyle y Ryo me sonríen para calmarme también.

- Bueno, solo era una opción. La segunda alternativa sería con un ritual -

- ¿Y tú puedes hacerlo? - Pregunté.

- No, no tengo la magia para eso - Respondió - Pero, mi madre si -

- Pero... ¿Tu madre... no fue quemada? - Estaba confundida.

Ella sonríe.

- Su cuerpo físico si. Mi madre no era tonta, no la llamaban la más poderosa solo por sus poderes, era la más inteligente. Ella hizo un hechizo que se llevó a cabo cuando la quemaron. Antes de morir por el fuego, su alma pasó a otro cuerpo -

- Pero dijiste que era la más poderosa de su tiempo... -

- Cuando hizo el ritual, su nuevo cuerpo no estaba preparado para recibir todo su poder, y la mitad de este se perdió con su cuerpo en la hoguera, pero aún así sigue siendo muy poderosa como para realizar este ritual -

Asentí.

Creo comprender... aunque es bastante información para mi.

- Entonces debemos ir con Hanna - Dice Egan.

- Así es... tomen esto - Un guardia le entrega a Egan una caja pequeña, la abre y saca lo que parecía ser un collar con una piedra preciosa dentro - Una vez mi madre dijo que vendrías a mi y luego la buscarías a ella... Dale el collar a ella - Me señala.

Egan me mira y con una mueca confusa me entrega el collar, yo lo agarré confundida igual.

- Póntelo -

La miré pero hice lo que dijo, cuando abroché el gancho la piedra comenzó a brillar, di un paso atrás por la sorpresa pero luego fue como proyectar un mapa desde la piedra.

- La gema activa la piedra y muestra el camino para encontrar a mi madre, para ocultar el mapa solo cubre la piedra y presiónalo una vez -

Eso hice, al soltar la piedra de nuevo el mapa ya no apareció.

- Y haz lo mismo para verlo de nuevo -

Asentí.

- Gracias Pilar, avísame si necesitas algo - Dice Egan.

- No es problema Egan, no te preocupes. Pero será mejor que descansen aquí y partan mañana, escondanse de los hombres hasta que los hayan perdido -

Supongo que sabe de ellos por ser mitad bruja.

- Bien, gracias -

Pilar nos guía al piso de arriba, yo estaba algo incómoda, pero viendo la habitación en la que iba a quedarme me sentí algo más calmada, cerré la puerta quedándome sola. Suspiré un poco y me acerqué a la cama, me senté en esta sintiendo la suavidad y comodidad.

En ese momento tocaron a la puerta, me levanté y fui a abrir.

- Egan - Murmuré su nombre al verlo.

- Hola, quería saber si todo estaba en orden o si necesitabas algo - Dice.

- Estoy bien, gracias - Sonreí un poco.

- Que bueno, pero aún así, si quieres comer algo, aún tienes tiempo - Dice.

Lo pensé un momento, algo de comer no estaría mal, en realidad tenía hambre.

- Claro ¿Por qué no? - Dije sonriendo, él me devuelve la sonrisa y salí de la habitación para luego ir junto a él hasta abajo.

- ¿Los demás comerán con nosotros? - Pregunté.

- Ryo ya se durmió y Kyle no tiene hambre - Dice.

- Oh, entiendo - Dije.

Ambos llegamos al comedor donde vimos a unas chicas de servicio, ellas amablemente nos dijeron que podían prepararnos la cena. Son muy amables aquí...

Hubiera preferido crecer sabiendo de la amabilidad de los lobos.

EL TESORO DEL LOBOWhere stories live. Discover now