❒ | ¿𝐔𝐩𝐬? [Mikellino]

⁰⁹| 𝙳𝚎𝚜𝚙𝚎𝚍𝚒𝚍𝚊

En la mañana, Javier fue el primero en despertar, adormilado observó a Miguel y se acurrucó a su lado.

Hasta que...

— Espera, no traigo ropa...—Inmediatamente se separó.— ¡Él tampoco trae ropa!

De la sorpresa, retrocedió cayéndose de la cama. Teniendo vagos recuerdos de lo sucedido ayer por la noche.

— Ay... —Se apoyó en un lado de la cama, poniéndose de pie.— Miguel si que tiene el sueño pesado.

Javier se cambió cuidadosamente sin generar mucho ruido, con dificultad se puso de pie y guardó sus cosas.

— Son las ocho recién.

Un sonido le alarmó. Era del celular de Miguel. El azabache vió como la pantalla se encendió y por mera curiosidad se acercó, leyendo el mensaje

"Mamá
¡Buenos días, cariño!
Ya te inscribí en una de las
mejores Academias de aquí.
En dos meses darás tu exámen
y quiero ayudarte.
Nos vemos en el almuerzo."

— Será mejor que me vaya.

Javier era consciente que cada uno tenía sus metas, ambos tomarían rumbos distintos en su vida. A tropezones se acercó para despedirse.

— Adiós Miguel. —Sonrió levemente dejando un beso sobre su frente.

Por supuesto, el azabache aún no sabía lo que le esperaba.

— ¿Estás bien, Javi? —Preguntó preocupado, dando leves toques a la puerta.

— Sí, Rubén. —Contestó levantándose tembloroso de la cama— ¿Lo encontraste?

— May me ayudó, lo siento, pero si no le decía me haría un montón de preguntas del por qué llevaba tanta ropa que no es mía. —Vió a su amigo abrir la puerta y le entregó la caja.

— No te preocupes y muchas gracias. —Sonrió leve, volviendo a cerrar la puerta— Con tal que sólo ustedes sepan, no importa.

— Oye, ¿estarás bien? Si quieres puedes quedarte en mi casa...

— Hey, tienes a tu omega y debes respetar eso. Como mis padres me botaron de la casa apenas se enteraron, por suerte ya tenía todo planeado para mudarme. Esta ciudad es muy tranquila igual que la calle, estaré bien.

Flashback:

Estaba reunido con sus padres. Les contó que había ingresado en la Universidad y ellos sólo le sonrieron recalcando que era su "obligación". Aprovechando la reunión, Javier decidió afrontar la noticia.

— Yo... estoy embarazado. —Soltó sin más, ya se había preparado mentalmente, pero no podía evitar sentir temor. 

— ¿Qué clase de broma...?

— No es una broma. Fui al hospital y una doctora me lo confirmó.

— ¿ESTÁS CONCIENTE DE LO QUE DICES? ACABAS DE TIRAR TODO AL CAÑO, JAVIER. —Le gritó la mujer, exaltada.

— Después de todo, ¿es así como nos pagas? —Preguntó el adulto, decepcionado.

— ¡Ya sé! Conozco un doctor, donde puedes-

— No pienso abortar, mamá.

Antes de que la mujer pudiera golpearlo, su esposo la detuvo.

— No vale la pena, cariño. —Dijo con frialdad— Javier, vete. Ya no eres bienvenido en esta casa.

— Me lo esperaba. —Sujetó firmemente su maleta— No se preocupen por lo demás, en la mañana un camión se llevó el resto de mis cosas, así no tendremos que vernos más. Adiós.

El azabache abandonó su hogar, subiéndose al taxi donde le esperaba su fiel amigo.

— Vámonos, Rubén. —Habló, omitiendo las lágrimas que resbalaban por sus mejillas.

Fin del Flashback.

— Tienes razón, lo siento. —Rascó su nuca— Recuerda llamarnos para cualquier problema, ¿vale?

— Vaaale.

— Antes de irme, quería preguntarte cómo le harás respecto a la Universidad.

— Por el momento, mientras no sea notorio mi embarazo iré a clases, solo tengo que terminar esto y estaré tranquilo.

— Que bueno. No esperaba menos de ti. —Sonrió— Ya nos veremos el fin de semana.

Efectivamente, Javier López. Un omega de diecisiete años, estaba embarazado. Era demasiado joven y recién había entrado a la Universidad. No obstante, para él abortar no era una opción, simplemente cada vez que lo pensaba se resignaba más, no quería.

Tenía conocimiento de la complejidad que comprendía un embarazo y estar estudiando. Sin embargo, se las arreglaría.

— Es doloroso estar lejos de ti, aunque una marca no nos une, otra cosa sí. —Sonrió acariciando su pequeña barriga— Te extraño como no tienes idea, ¿Estarás bien? ¿Estarás tratando de cumplir tus metas? ¿Me odiaras por irme sin despedirme? Quizás, en un futuro nos volvamos a encontrar...

No pensaba decírselo a Miguel. Seguramente estaba ocupado en sus asuntos y saber que será padre, le dificultaría todo. Prefería encargarse el mismo. 

— Un 20 de Diciembre.... —Objetó el azabache viendo en su calendario aquel día donde abandonó al castaño, no se arrepentía de la impulsiva decisión que había tomado.

¡Felicidades joven Javier, tendrá unos mellizos!

Holaass, ¿Qué les pareció?

Se les quiere, cuídense y tomen awua <3.