Posteriormente a la gran noticia del embarazo de Javier, sus amigos lo felicitaron y en su trabajo le dieron el permiso para estar ausente hasta que se recupere.
A pesar de los llamados de atención de su familia, Javier tenía que estar haciendo algo en la casa; limpiaba, ordenaba, cocinaba, y volvía a limpiar.
Los síntomas no tardaron en hacerse notar e incluso mostraron ese lado inimaginable de Javier, un ser cariñoso, llorón y dormilón.
—¡Ta-da! Te preparé tu comida favorita. —sonrió Miguel dejando el plato frente a él.
—Mhm~ huele muy bien. —mencionó James.
—Provecho. —continuó Mikaela que comenzó a comer.
Javier solo miró el plato y disimuladamente lo alejó mientras miraba a otro lado.
—¿Qué pasa? ¿No tienes hambre o sabe muy mal? —le miró atento el castaño.
—Es que me da náuseas-... —murmuró apenado— lo siento.
—Oh, no te preocupes, ¿necesitas un vaso con agua?
—No. —suspiró— ya estoy mejor.
—¡Entonces dime que quieres comer y lo conseguiré! —habló decidido.
—Mmmm... que tal... —procedió a mencionar una combinación de comida no apetecible.
Miguel no le cuestionó y se encargó de prepararle su comida. Ya satisfecho, Javier comenzó a bostezar.
No había hecho prácticamente mucho y ya estaba agotado.
—Me iré a dormir...
—Pero si te levantaste para el almuerzo. —alegó Mikaela— Son las dos de la tarde.
—Aún tengo sueño y hace frío... Un buen ambiente para dormir.
—Descansa, amor. —se despidió Miguel, dándole un corto beso.
—¡Hey! ¡Ya tiene un bebé! ¡No más besos! —se quejó James corriendo a separarlos.
Los padres rieron ante el comportamiento del menor.
Un punto a destacar sobre los mellizos, es su pronto regreso a casa. Anteriormente, al salir del colegio pedían un rato más para jugar con sus amigos o incluso solicitaban permiso para irse al hogar de uno.
No obstante, desde que Javier resultó embarazado ellos vuelven temprano y le preguntan cómo se encuentra, en qué pueden ayudarle o si necesita algo.
El azabache pensó que algo malo les pasaba y se estaba preocupado demasiado, hasta que Miguel decidió contarle lo que pasó una vez que fue temprano al recogerlos y escuchó la conversación de los niños.
Sonó el timbre y varios niños salieron al patio esperando a sus padres, allí aparecieron los mellizos, James rodeado de su grupo de amigos que le invitaban a jugar o ver películas. Mientras que Mikaela junto a Adrian eran seguidos por un par de niñas que la invitaban a la castaña a jugar.
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❒ | ¿𝐔𝐩𝐬? [Mikellino]
Fanfiction|👨👨👧👦| Una cita al pediatra, que ni siquiera era para Javier, le cambiaría toda la vida. Javier lidiaba con mellizos constantemente, sus hijos, que eran el fruto de aquella noche apasionada que compartió con Miguel. Al día siguiente, uno de e...