¹¹| 𝚃𝚒𝚎𝚖𝚙𝚘 (²)

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Ya son cuatro años desde que la vida de Javier cambió.

— ¡Papá! ¡Papá! ¡Mikaela tene novo! —Dijo el pequeño James extendiéndole los brazos.

— Hola cariño, ¿Cómo te fue-... ¿Qué dijiste? —Preguntó el azabache un tanto confundido, ¿había escuchado bien?.

— ¡Hey! ¡Dijiste que no ditias nada! —Apareció la menor atrás de su hermano.

— ¡Sí tenes! ¡Es un nino feo! —Le sacó la lengua, siendo cargado por su padre.

— James, no digas esas cosas, seguro es un amigo ¿verdad, Mikaela?

— No, si es mi novo papá. —Admitió la pequeña en una dulce sonrisa.

Tranquilo Javier.
Sólo tienen cuatro años y están en el jardín.
Es normal este tipo de situaciones, ¿no?

— Q-que bueno princesa, y ¿cómo se llama? —Le preguntó, con una sonrisa pero un aparente tic en el ojo izquierdo.

— ¡Adian! —Contestó la castaña con una sonrisa— Lo conozco desde el año pasado.

— ¿Adrian? Se me hace conocido este nombre...

— ¡Mikaelaaaa! —Un niño castaño salió del salón, acercándose a ellos— Te olvidaste tu lapicero bajo la capeta, ten.

— Gacias. —Agradeció mientras lo guardaba en cualquier bolsillo de su pequeña mochila— Este es mi papá.

— ¿¡Eh!? —Levantó la vista, observando al azabache— Buenas tades, y disculpe. Me llamo Adri-Adi-¡Adrian!

— Hola pequeñín... ¿Donde están tus padres?

— Sólo papá Vic vene po mí y aún no llega, ¿po qué?

— ¡Adri! ¿Qué haces afuera del salón? —Preguntó un castaño— Disculpe, ¿Qué hace usted con-...?

— Hola Víctor, hace un tiempo que no nos vemos—Sonrió levemente.

— ¡Tío Vic! —Hablaron los mellizos.

Que sorpresa.

Adrian es hijo de Víctor y Ramón. Un albino de ojos verdes y una enorme sonrisa. Tiene la misma edad que los mellizos, poco después de la desaparición de Javier, esta pareja tuvo un descuido y el resultado fue Adrian. A parte de Javier, nadie más lo sabe. Al parecer también lo tuvieron en secreto para evitar problemas con sus padres.

Javier recordó una charla que tuvo con Víctor hace años, donde hablaron sobre los nombres que les pondrían a sus hijos en un futuro, por eso se le hizo conocido el nombre.

Los mellizos conocen a Vic porque en ocasiones Javier organizaba una llamada grupal y todos hablaban con los pequeños. El azabache por fin comprendió porqué Ramón siempre ponía excusas y nunca encendía su cámara. Pero los pequeños ya conocían su voz.

Ahora que ya son mayores de edad; Víctor y Ramón se mudaron a la misma ciudad que Javier — vaya coincidencia—, y pasan momentos en familia.

— Así que... nuestros hijos son novios. —Habló Víctor, con una pequeña sonrisa de orgullo.

— En el jardín es normal que algunos niños se vuelvan cercanos y como a su alrededor ven parejas se idealicen de esa manera. —Le resto importancia Ramón, hablando desde el teléfono de Víctor.

— Da igual. —Opinó cruzándose de brazos— Ya cuando crezcan se darán cuenta.

— Tranquilo Javier, no te pongas celoso. —Rio Vic levemente.

❒ | ¿𝐔𝐩𝐬? [Mikellino]Where stories live. Discover now