Inicios de los años cincuenta.
Los jóvenes viven al tope de la adrenalina, con las hormonas alborotadas y disfrutando cada día como si fuera el último, pero ella no...
Maylin Jaffe era la chica con los padres judíos, educada para vivir una vida tran...
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Ambos jamás planearon continuarse encontrando, pero el destino parecía tener otros planes.
La siguiente vez que ella se encontró personalmente a Choi Yeonjun, fue, si es que su mal memoria no falla, en la dulcería del centro y en esos años la única de toda la ciudad, Sealy Drugstore. Estaba a unas cinco cuadras de su hogar.
Él se encontraba cerca de la caja registradora, perdido dentro de una de las tantas revistas que vendía el lugar, con la cabeza sepultada en una revista de chismes leyendo los diferentes artículos de esta, sus pies posicionados sobre un banco y una parte de su cabello estaba cayéndole sobre el ojo.
Mientras que ella no iba a pagar nada por el momento, sencillamente se encontraba esperando a que el encargado le trajera lo que había pedido por teléfono un rato atrás, pero la chica al darse cuenta de su presencia sintió en extraño impulso.
一Oh, ¡hola! 一dijo ella al darse cuenta de que él estaba allí.
一¡Hola! 一alegremente la saludó él dejando su revista a un lado, aunque la efímera conversación fuera interrumpida.
一¿Esto es todo lo que necesitas, Maylin? 一preguntó el señor Sealy, dueño de la tienda que, en ese momento demostraba su amable ser, como siempre lo había sido.
一Sí señor Seals, es todo por ahora. Muchas gracias. 一la chica le sonrió al hombre antes de dar una corta reverencia.
Sus pies estaban encaminados a la puerta del lugar mientras sus manos estaban arrugando un poco la bolsa en la que llevaba su pedido.
一¿Qué fue lo que compraste? 一aquella voz con tono interrogante la detuvo haciéndola voltear hacia atrás, Yeon se acercaba a ella con curiosidad.
一Ah, es solo un lápiz labial.
一Entonces veamos. 一con tranquilidad Yeon quitó la bolsa de entre las manos de la chica, sacó el contenido mirando el delgado tuvo de plástico unos segundos一. Pixie Pink. 一leyó en voz alta el nombre tratando de ocultar una sonrisa mordiéndose el labio.
一¡Hey! ¿Acaso tiene algún problema con el Pixie Pink, señor Yeon?
Ella bromeó arrancándole una sonrisa pequeña al chico quien, a manera de defensa negó varias veces con su cabeza.
一¡Claro que no! Yo opino que es un color sumamente... tierno. 一él rió despacio, un sonido muy agradable y relajante al oído de cualquiera. Yeon le extendió a la chica el labial一. Póntelo, debemos cómo luce en ti el Pixie Pink.
一¿Ahora?
La chica lo miró sorprendida sin tomar el labial de las manos del chico, por su parte recibió un pequeño asentimiento de parte de Yeon.
一Claro. 一sonrió一. ¿Por qué no?
Mientras tanto, el señor Sealy miraba a ambos jóvenes con curiosidad desde atrás del mostrador, tratando de disimular las varias miradas que les daba.