Inicios de los años cincuenta.
Los jóvenes viven al tope de la adrenalina, con las hormonas alborotadas y disfrutando cada día como si fuera el último, pero ella no...
Maylin Jaffe era la chica con los padres judíos, educada para vivir una vida tran...
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Poco a poco ambos jóvenes comenzaron a armar una rutina inconsciente que cumplían sin notarlo.
Las charlas vespertinas cada vez se volvían más constantes e igual de largas. Sin darse cuenta, desde aquel primer día y los meses posteriores a esa primer charla los dos empezaban a reunirse la mayoría de sus tardes libres en el mismo restaurante, aunque era claro que se guiaban más respecto a los tiempos que sus horarios se lo permitieran, ya que usualmente sus inusuales reuniones eran después de que la escuela y las clases de danza de Maylin terminaran.
Ella salía de la institución "Southwest School" al medio día, tomaba el único autobús con el que contaba la ciudad, este llevándola hasta la escuela de danza de la reconocida profesora a nivel local "Miss Lla Palevsky", al terminar la clase por la tarde cuando el cielo empezaba a oscurecerse, siempre Yeon estaba en la entrada esperando por ella para después llevarla a casa.
¿Cómo fue que el supo de sus horarios? Ella jamás lo supo, pero él pregunto a las personas que había observado hablar con Maylin Jaffe sobre ella, así fue como entre varias preguntar logró descubrir su monótona rutina por lo que decidió sorprender a su amiga apareciendo un por primera vez frente al estudio de danza una tarde con su Ford Mustang Fastback, así fue como inicio.
Todas las tardes ella estudiaba en su habitación fervientemente tratando de memorizar diferentes cosas, pero entre las cinco con cuarto y las seis y media de la tarde, en ese tiempo cuando se suponía que su madre creía que su hija vendría de regreso en el autobús de la clase de danza a su hogar era mentira; Ella se encontraba con Yeonjun en su lindo Ford Mustang Fastback color negro pasando el rato.
Ambos eran ellos mismos en ese lapso de tiempo en el que se encontraban con la compañía del otro, charlando de hasta los temas más triviales. Demasiado distintos para cualquiera que los viera por fuera sin saber realmente lo que pasaba dentro de su propio circulo.
Yeon era muy distinto a ella, pero extrañamente su presencia junto a la cálida compañía que emanaba un extraño cariño hogareño provocaba que la chica se sintiera mimada y querida, era el sentimiento como si ella fuera importante para alguien por primera vez en su vida.
Los dos jóvenes poco a poco fortalecieron su conexión en los siguientes tres meses de convivencia, en donde solo tener pláticas triviales con una chispa amistosas humorística era lo más importante de sus tardes. Las divagaciones sin sentido que duraban horas empezaban a sentar las bases de un vínculo amistoso fuerte o tal vez el inicio algo más fuerte que una amistad pasajera.
Fue pocos días después de que ambos tuvieran tres meses charlando cuando Yeonjun fue el primero en tocar verdaderamente un tema que implicaba seriedad, una plática que pasó a ser intima abriendo él su corazón y que curiosamente era el tema que hace tiempo la joven e inexperta Maylin tenía deseos por saber, saber todo.
一Maylin, Entre nuestras conversaciones ¿ya te he contado como llegué a esto? 一Choi miró a la chica de reojo manteniendo sus labios alrededor la pajita con la que estaba tomando el líquido de su vaso desechable, el cual estaba tomando con su mano izquierda ya que, su otra mano se dedicaba a tomar el volante para continuar conduciendo tranquilamente por las calles.
