Inicios de los años cincuenta.
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Era un buen plan.
Ambos estuvieron planeando por varios días qué era exactamente lo que debían hacer aunque no fue sencillo y, o exactamente por la planeación. Posterior a enterarse de la noticia su madre se puso en peor modo controlador que antes; no más salidas con Tessa y mucho menos con YeonJun, sencillamente era ir a la escuela, casa, escuela de danza y de nuevo a casa, en varias de esas ocasiones siendo la propia Esther Jaffe quien se aseguraba de que su hija estuviera en los lugares donde debería.
Su posición seguía firme, no estaba de acuerdo en nada de lo que pasaba en mi vida al momento así que la única forma que tenía para ver a YeonJun era salir a altas horas de la madrugada y regresar antes del amanecer, cosa que justificaba con estar muy estresada por toda la situación cuando mi padre me preguntaba porque estaba cabeceando del cansancio mientras desayunaba.
También llegué a saltarme varios días de clases tanto escolares como de ballet, me quedaba fuera de la institución un rato hasta que pocos minutos luego de que mi madre me haya dejado en la entrada del lugar llegaba Yeon en su auto, cada ocasión con un regalo diferente que, no eran regalos exactamente para mi.
一¡Mira, amor! 一dijo en una de esas ocasiones一. Encontré estás lindas botitas en el mercado de ropa que abre fines de semana cerca de la estación de gas. No pude evitar comprarlas para nuestra criatura, aunque no se si es niño o niña, por eso las compré en color café.
Yo sonreía en esos periodos de tiempo donde me escapaba solo para estar a su lado; parecía no existir mi madre ni los problemas que me rodeaban o siquiera aunque siempre había un tema principal en cada ocasión que nos veíamos.
Luego de haberlo analizado en conjunto varios días fue que decidimos hacerlo, no parecía existir una opción más viable a decir verdad o, tal vez la había, pero ambos éramos o suficientemente jóvenes como para no ver las posibilidades.
Nuestro plan consistía en que YeonJun pasaría por mí al salir de su trabajo con el señor Sealy; todo sería normal al inicio del día, él iría a trabajar y yo iría a tomar mi último día de clases, me despediría de Tessa mientras él recogería los cheques de los sueldos por renuncia.
Tessa deseaba acompañarme en cuanto le dije el plan sobre dónde me encontraría con YeonJun, pero yo me negué asegurando que era algo que yo debía hacer sola. En cuanto la puse al día de toda la situación y le conté el plan que llegué a armar con YeonJun -que en realidad era más un plan de él- lo único que hizo fue sonreírme mientras me deseaba lo mejor y me daba su apoyo.
Sabía que si tomaba el autobús llegaría muy temprano a la clase, de hecho a tiempo para tomarla, pero no deseaba eso ya que ni siquiera llevaba las cosas necesarias para tomar la clase conmigo y, al mismo tiempo deseaba evitar preguntas sobre la profesora y mis compañeras de danza, con sus miradas juzgadoras solo por verme, en ocasiones, irme junto a Yeon de la clase podía asumir lo que ellas pensaban sobre mi, claramente no eran cosas agradables.