--•◦𝑩𝒆𝒔𝒐𝒔 𝑬𝒔𝒄𝒂𝒓𝒍𝒂𝒕𝒂 •◦--

--◦Arco II◦--

Harry Potter.

Me hundí más en las cobijas para dejar de pensar pero era inevitable recordar su cálida piel, la textura tan suave de su boca.

Mis dedos inconscientemente acariciaron tentadoramente mis labios.

Besarlo fue como besar a una suave y esponjosa nube, sentir su mano acariciar mi cabello con cuidado junto con la forma en la que su otra mano se apretaba alrededor de mi cintura me hizo sentir tan seguro de mi mismo.

Si dudaba en lo que estaba sintiendo en cuanto nos separamos y mire sus hermosos ojos color plata lo supe.

Estaba enamorado de Draco Malfoy.

Y ahora no podía sentirme más miserable por ello.

Porque aunque en sus ojos en ese momento vi un anhelo por más de mí, la realidad me golpeó en cuanto el dijo mi apellido con calentura y no mi nombre con cariño.

En aquel momento había contenido el escozor en mi nariz y simplemente recurrí a la burla entrecerrando mis ojos para que no le mostraran mi tristeza.

Porque Malfoy no quería lo mismo que yo quería.

Ambos queríamos llevarnos a la cama con fines distintos.

Él quería llevarme a una cama para hacerme Merlín sabrá qué y yo, yo quería llevarlo a una cama con fines de amarlo.

Lo quería en una cama para abrazarlo hasta que se durmiera como lo hacía con Teddy, para poder admirar sin vergüenza cada pestaña cada poro de su bello rostro.

Para poder desarrollar bien mis sentimientos por él, pero sobre todo.

Yo lo quería en mi cama para aprender a cómo amarlo mostrando únicamente la desnudez de mi alma y no de mi cuerpo.

Sorbí un poco mi nariz, hacía mucho que no me sentía tan abatido como ahora.

Era y soy tan patético que cuando escuche a Malfoy gemir por mi, mi propio cuerpo y mente decidió antes de que mi corazón pudiera gritar que no.

Me dije gato y solo supe sexualizarme más ante sus ojos, porque en el fondo de mi sabía que así era la única forma de que pudiera tenerlo un poquito más.

Todos los chicos que quisieron salir conmigo solo era porque me miraban como un trofeo, querían llevarme a su cama porque era el niño que vivió, el gran Harry Potter.

Y solo les interesaba cuando era seductor, cuando les daba material para sus noches de paja, siempre fingiendo ser tan inocente, como si no supiera que me coqueteaban solo para evitar ser grosero o tal vez porque no sabia como reaccionar.

¿Cómo querían que reaccionara ante un "Que bueno eres montando en escoba Potter, cuando quieras puedes montar la mía"?

El que me sonrojara nunca significo que me gustara que me digieran ese tipo de cosas, el que me quedara callado o solo me riera tampoco significaba que me pareciera chistoso.

Era incómodo porque eran personas con las que no tenía esa confianza o que ni siquiera me interesaban como para coquetear.

Era muy diferente un piropo bonito a uno como esos.

Más viniendo de chicos de los que ni siquiera sabía que existían.

Al final me acostumbre a eso y por eso cuando Malfoy me advirtió que no jugara con él fue inevitable no reír.

No, el único que estaba pidiendo a gritos que no jugaran con él era mi corazón.

Igual la decepción pudo más que las ganas de besar nuevamente aquellos labios delgados.