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Draco y Harry recibieron a Teddy con los brazos abiertos, la graduación de Hogwarts fue más bonita que la de ellos dos ya que los trajes eran de un hermoso color oro brillante y la felicidad se podía ver desde kilómetros lejos de ahí.

Aquel día habían ido a comer al restaurante favorito de Teddy para celebrar que ya se había graduado de Hogwarts y que pronto entraría a la escuela de medicina para poder ser medimago.

Harry miraba con mucha admiración al muchacho joven alto y apuesto frente a él.

Al final de todo Teddy había decidido que el cabello azul y los ojos verdes lima le iban bastante bien ya que después de un tiempo esa era la usual imagen que traía.

Este estaba casi igual de alto que Draco quien orgullosamente iba abrazado de su mandragora grandota mientras que caminaban hacia la salida.

¿En qué momento había crecido tanto Teddy?.

Harry apenas recordaba la primera vez que se le cayó su diente, fue mientras que le enseñaba a volar en escoba y se lo dejo a la hada de los dientes que le trajo un saco de galeones de oro que Teddy gasto en comprarle regalos de navidad a sus padres.

Así también para Harry en un parpadeo Teddy ya estaba esperando su primer hijo.

Muy inevitable no sentir nostalgia, ver a un hombre grande frente a él cuando para Harry aquella cara regordeta y risueña era la que siempre recordardaba cuando nombraban a Teddy.

Draco ya tenía 48, Teddy tuvo a su primer hijo con Rose a los 25 y ahora ya tenía 31 y el pequeño Maven tenía 6 añitos.

-No llores mi vida...-Murmuró Draco adormilado.-¿Si estas llorando o estoy viendo mal?.-Cuestiono el rubio parpadeando en un intento de alejar el sueño.

Harry limpió rápidamente sus lágrimas y se giró hacia Draco.

-¿Mi vida? .-Pregunto Harry con suavidad.-¿Desde cuándo es tu vida? .-Cuestionó el azabache desviando la mirada de los hermosos orbes plata.

No negó que estuviera llorando porque sabía que Draco adormilado ya dejaba pasar aquellos tipos de detalles pequeños como el cambio de tema.

Draco se rió en voz baja y cansado arrimo su cuerpo cálido hacia el helado cuerpo de Harry mientras que soltaba un perezoso bostezo.

-Desde aquella tarde en donde me pusiste el anillo de tu madre chaton.-Susurro el rubio volviendo a cerrar los ojos.

Harry supo que de inmediato Draco volvió a quedarse dormido porque el rubio a los segundos ronco un poquito antes de soltar un suspiro largo y seguir respirando con normalidad.

Finalmente Harry se acercó a Draco colocando su mentón sobre la cabecita rubia llevando una de sus manos a acariciar con las yemas de sus fríos dedos, el hermoso cabello sedoso rubio.

Con un poco de nostalgia, en una voz casi inaudible Harry comenzó a cantar una de las canciones que solía cantarle a Teddy cuando era un bebé chiquito, cuando era su osito.

Los ojos del ex Gryffindor se cerraron con fuerza para evitar derramar lágrimas.

¿Porque no pudo detener sus edades para tener a sus dos tesoros tan jóvenes como él?.

A Harry a veces le daba miedo, miedo que el tiempo siguiera pasando, pero ahora los rayos del sol fueron los que lo sacaron de sus pensamientos.

Como siempre Draco se despertó, beso sus labios antes de irse a tardar como dos horas en bañarse y arreglarse para desayunar.

--•◦𝑩𝒆𝒔𝒐𝒔 𝑬𝒔𝒄𝒂𝒓𝒍𝒂𝒕𝒂 •◦--Where stories live. Discover now